La noche del miércoles, en cuartos de final, Brasil acabó con dos años consecutivos de reinado italiano. El jueves, en el mismo escenario, impidió que los yugoslavos puedan optar en esta edición al único título que falta en su palmarés.

La selección brasileña rompió además la racha de siete victorias consecutivas de los balcánicos, únicos que quedaban imbatidos. Desde que Bernardo Rezende "Bernardinho" asumió su cargo a principios de 2001, los brasileños no conocen la derrota ante Yugoslavia. Esta vez fue su quinto y más valioso triunfo, el que le facilita el pasaporte para la final.

El inicio del encuentro sembró algunas dudas sobre la capacidad de los suramericanos para solventar con éxito esta cita.

Los remates del opuesto Ivan Miljkovic y el central Andrija Geric traspasaban con facilidad el bloqueo rival, mientras que a André Nascimento, el referente en el ataque brasileño, le pesaba su juventud. Tampoco Maurício Lima parecía estar muy inspirado.

Yugoslavia se situó con un favorable 11-15. Bernardinho buscó dos recambios para atajar esos problemas. La entrada de Anderson Rodríguez, como opuesto, y Ricardo García, como nuevo distribuidor, contribuyeron, decisivamente, a reducir la desventaja de su equipo (18-19); neutralizarla (20-20) y hacerse con el triunfo en esta manga (26-24).

El bloqueo brasileño, que durante los diez primeros minutos resultó muy deficiente, comenzó a mejorar. Dos "gorros" de Anderson A Miljkovic y, otro de Nalbert Bitencourt a Goran Vujevic sirvió para aplacar la ofensiva de los europeos.

A la efectividad de Anderson y Ricardo, que conservaron la titularidad hasta el final, se unieron los endiablados remates de Gilberto Godoy "Giba", que cuajó una soberbia actuación; la velocidad por el centro de Henrique Randow y, la seguridad de Nalbert y el líbero Sergio Santos en la segunda línea.

En el segundo parcial y de la mano de un magistral Nikola Grbic (repartió balones, bloqueó y se convirtió en un atacante más), Yugoslavia añadió una mayor dosis de incertidumbre (22-25). Brasil se lo puso fácil: los yugoslavos necesitaron tres balones antes de cerrar el set.

En las dos últimas mangas, los internacionales brasileños se sintieron más seguros que nunca de su victoria. Su tesón en la primera línea de la red acabó anulando, casi por completo, a Ivan Miljovic, que pese a su gran número de puntos, no fue el jugador determinante de otros encuentros.

Brasil accede a su segunda final. Volverá al Luna Park, veinte años después, y con unas credenciales sólidas para hacerse con el oro.

SINTESIS DEL PARTIDO

BRASIL (3): Nalbert, Maurício, Henrique, Giba, Gustavo, André, - equipo inicial- Sergio (líbero), Anderson, Ricardo y Giovane.
YUGOSLAVIA (1): Mester, Miljkovic, Vujevic, Geric, N. Grbic, Boskan -equipo inicial-, Mijic (líbero) y V. Gbric.