LYON -- Luis Suárez es el quinto máximo realizador en la historia del FCBarcelona. El uruguayo suma 168 goles y tiene ya reservado un lugar en la leyenda del club… Pero se enfrenta a un maleficio en Europa: Esta temporada aún no se estrenó en la Champions y, más preocupante aún, acumula 15 partidos sin anotar lejos del Camp Nou en la gran competición continental.
Buena parte de las esperanzas del Barça por conquistar un trofeo que se le resiste desde 2015 se sostienen en la capacidad goleadora del futbolista uruguayo, quien este curso suma 16 dianas en 31 partidos y que lleva enlazados los tres últimos sin ver puerta; un dato que en el seno del club ocupa de manera, aún, suave.
Suárez marcó el gol con el que el Barça igualó (1-1) en el estreno de la temporada 2015-16 en Roma y a partir de ahí su capacidad se apagó. Y sigue apagada de forma preocupante. Si lejos de Barcelona no ha vuelto a marcar y suma 1.418 minutos de sequía, sus números, en general, causan extrañeza al contemplar el máximo torneo europeo.
Esta campaña fue incapaz de marcar en dos partidos al Inter y sendos frente a PSV en el Camp Nou y Tottenham en Londres. Cero en 360 minutos que vienen a acompañar al único gol que marcó, en 884 minutos repartidos en 10 partidos el curso pasado, en el Camp Nou contra la Roma. En la temporada anterior, la 2016-17, su impacto tampoco fue para echar cohetes: 3 goles en 810 minutos durante 9 partidos.
Y tal como fue el Barça arrollado el pasado curso en Roma, lo fue hace dos en Turín por la Juventus.
Descansado, se supone, después de ceder su puesto de titular a Boateng durante una hora en el partido del último sábado frente al Valladolid, la prestancia de Luis Suárez se entiende providencial para el Barça en este regreso a la Champions, en un duelo que no permite ninguna confianza en Lyon y donde el delantero uruguayo debería reencontrar su mejor versión.
Lo precisa él, personalmente para ahuyentar fantasmas, y, desde luego, el Barcelona para hacer ver su papel de favorito al título.