Dio batalla, pero no le alcanzó. Lanús jugó mano a mano con Cruzeiro en toda la serie, pero perdió 1-0 en la revancha de las semifinales de la CONMEBOL Sudamericana 2024 y se quedó afuera. El partido, el segundo de la historia entre ambos equipos, se disputó este miércoles en La Fortaleza y venían de igualar 1-1 en la ida, en Belo Horizonte.
Ambos equipos priorizaron la Copa. Por eso, Lanús no está bien en el Torneo de la Liga Profesional, siendo antepenúltimo y con 10 partidos seguidos sin triunfos, peor de como viene Cruzeiro en el Brasileirao. Se la jugaron a todo o nada y fue el conjunto brasileño el que consiguió el pasaje a la gran final de la Sudamericana.
Para el Granate, dirigido por Ricardo Zielinski, se trató de su sexta semifinal en el torneo internacional, con el plus de que las cinco jugadas hasta aquí las había ganado. Venía de lograr un valioso empate en la ida y pretendía ganar de local, contra un rival de cuidado, conducido por Fernando Diniz, y que fue verdugo de Boca Juniors en los octavos de final.
Ya a los tres minutos de juego avisó en serio Lanús, tras un largo pelotazo de Nahuel Losada desde el arco, la recibió Marcelino Moreno (de gran partido) solo y definió impecablemente por encima de Cassio, pero el árbitro se lo anuló por estar en posición adelantada. Lo gritaron los hinchas del Granate, pero enseguida se dieron cuenta que el duelo seguía igualado contra un adversario que buscó tener la pelota el mayor tiempo posible y distribuirla bien.
A la media hora exacta, Ramiro Carrera ganó en la disputa con los centrales brasileños y habilitó con un pase perfecto entre líneas a Luciano Boggio, pero el volante no definió bien, solo frente a Cassio, al patearla al cuerpo. Fue una oportunidad de oro para abrir la cuenta en casa. A los 37, casi festeja Moreno, que clavó un bombazo desde 30 metros que dio en el travesaño. Y cinco minutos después probó Kaio Jorge y casi rompió el travesaño, en otra llamada de atención para el local.
Y el gol llegó para la visita en tiempo extra del primer período, tras una pérdida de Carlos Izquierdoz, ya amonestado, en una salida frente a Matheus Pereira, éste pateó y se la sacó Losada, pero en el segundo rebote apareció Kaio Jorge para convertir el 1-0 de Cruzeiro. Así es el fútbol, porque los goles que se pierden en el arco rival se suelen sufrir luego en el propio. Y vaya si eso lo padeció Lanús.
En la segunda mitad, Cruzeiro siguió mejor, agrandado por el gol, y atacó mucho al anfitrión. A los 19 minutos, Losada evitó otra caída de su arco en un clima caliente, por el aliento del público local, que padecía la desventaja y veía un panorama complicado. Acto seguido, en esa atmósfera, Lanús reclamó mucho pidiendo penal en un ataque, cuando cayó Boggio en la lucha con Lucas Romero. Pero no se lo dieron. Y ya en el cierre casi iguala Walter Bou, pero el balón se desvió y salió por encima del arco.
Buscó incesamente el Granate por todos lados, no siempre con claridad y precisión, aunque no le alcanzó. Con lesionados importantes, afrontó las semifinales con dificultades evidentes y no pudo sortearlas. Estuvo cerca, sí, bien pudo convertir y sacar diferencia en casa, pero fue Cruzeiro el más consistente, el que logró el boleto a la gran final a jugarse en Paraguay. Espera por Racing o Corinthians, con la ilusión intacta.