Barcelona venció de visita a Las Palmas con el debut de Vitor Roque, quien fue uno de los protagonistas del triunfo.
Vitor Roque debutó con el Barcelona y le bastaron 17 minutos (contando el alargue determinado por el árbitro) para mostrar que es un futbolista con hambre, con ganas, mordiente e ideas. Rozó el gol en un remate que se marchó muy ajustado, buscó tanto el desmarque como la posición en el área, entendió más de lo que se podría esperar los movimientos de sus compañeros, especialmente de João Félix, y presionó con furia a los defensas.
Avisó Xavi en la previa que no sería adecuado "imponerle demasiada presión" y pidió "paciencia" con él, pero dándole sus primeros minutos en un momento de máxima tensión mostró lo mucho que espera de él. Y, de entrada, el brasileño le respondió.
Deambuló por el campo durante 72 minutos en los que cayó una, otra y otra vez en fuera de juego. No encontró casi nunca la posición, se desmarcó con tanta intención como sin resultado y probablemente su acción más vistosa de la noche fue acompañar a João Cancelo, ayudándole a caminar, cuando fue sustituido en la primera mitad.
A cada partido que pasa su trascendencia disminuye, ya sea en el juego colectivo como en cualquier acción individual, en que su jugada predilecta es ya casi la única que ofrece: perfilarse desde la banda en diagonal y buscar el disparo lejano. Lo hizo en Las Palmas... Marchándose el balón al cielo de Gran Canaria.
El polaco vivió otra noche para olvidar lejos de Barcelona, acumulando ya cinco partidos como visitante sin marcar y sumando solo tres goles en los once últimos choques de Liga. Incapaz de hacerse notar en el área, buscó la combinación fuera de ella sin encontrar a nadie.
No remató ni una vez a puerta y casi se hizo notar más por sus quejas y protestas que por sus acciones con el balón, mostrando una imagen muy desangelada... Hasta el punto que Xavi le señaló directamente sacándole del partido a los 72 minutos con empate en el marcador.