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Barcelona necesita una vez más de la magia de Hansi Flick tras la lesión de Ter Stegen

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Barcelona con un fútbol que ilusiona y la lesión de ter Stegen que preocupa (1:46)

Moisés Llorens con su reporte sobre las sensaciones encontradas que dejó la contundente goleada por 5 a 1 sobre el Villarreal y la lesión del portero alemán. (1:46)

Hansi Flick nos regaló más magia futbolística en la goleada por 5-1 de Barcelona ante Villarreal el domingo. Sin embargo, como todo buen mago, llegó el momento de que se arremoline la capa, se retuerza el bigote, mire al público directamente a los ojos y anuncie: "¡Y ahora mi siguiente truco!".

La magia del domingo del técnico alemán fue una actuación demoledora en la que su equipo podría haber marcado fácilmente cinco o seis goles más, contra un rival difícil, utilizando a tres jóvenes más en la alineación de Barça que, entre todos, apenas habían disputado cinco partidos de LaLiga con el club: Gerard Martín (2), Sergi Domínguez (1) y Pablo Torre (2). Barcelona se sobrepuso a su crisis de lesiones, a su cansancio por haber jugado -- y haber sido derrotado -- con diez hombres ante AS Mónaco en la UEFA Champions League el jueves, y a la naturaleza juvenil de su XI (sin tener en cuenta el hecho de que Villarreal los atacó con veneno y podría haber marcado cinco o seis goles), y aun así ganó de forma asombrosa.

En el poco tiempo transcurrido desde su llegada, Flick ha depositado una enorme confianza en un montón de jugadores jóvenes y completamente inexpertos de su sistema juvenil y ha producido un fútbol ganador, con muchos goles y de primera división, lo que lo convierte, si se me permiten la comparación, en la versión barcelonista de David Blaine o David Copperfield.

La razón por la que necesita urgentemente superar esas hazañas y lograr algo aún más especial es la horrible lesión de su arquero titular, Marc-André ter Stegen.

El internacional alemán había hecho tres atajadas fantásticas para mantener a raya a un Villarreal desbocado antes de desplomarse en agonía cuando agarraba un centro justo antes del descanso. Barça anunció que el arquero de 32 años había sufrido una “rotura completa” del tendón rotuliano de la rodilla derecha, y fuentes del club declararon a ESPN que estará fuera durante meses y que es poco probable que vuelva a jugar esta temporada.

El quid de la cuestión es que el sustituto de Ter Stegen, Iñaki Peña, simplemente no es lo suficientemente bueno para ayudar a los líderes de la Liga española a mantener su extraordinario avance, y definitivamente no es lo suficientemente bueno para ayudar a Barcelona a alcanzar el estatus entre los ocho primeros, necesario para pasar automáticamente a los octavos de final de la Champions League. No es necesario profundizar en los problemas con el Fair Play Financiero (FFP) de Barcelona, ni en su deuda global de 1.000 millones de euros, la cruda verdad es que es esencial que Barcelona progrese en la Champions League y obtenga los ingresos que puedan empezar a liberarlos de sus perjudiciales restricciones financieras... o de lo contrario el círculo vicioso continuará.

Si parezco mezquino al hablar de un joven de 25 años que logró la victoria contra el Submarino Amarillo el domingo, permítanme recordarles los horrores que sufrió Barcelona cuando Peña sustituyó a Ter Stegen la temporada pasada. Las estadísticas no lo dicen todo, pero son un buen indicio.

Peña jugó 17 partidos en cuatro torneos con el equipo de Xavi Hernández y concedió 32 goles. ¿Es un arquero responsable de todas las pelotas que lo sobrepasan? No, pero cuando recibes tantos goles, y luego hay una dura comparación cuando Ter Stegen vuelve al equipo, la evidencia se acumula. (El alemán sólo concedió 27 goles en 28 partidos de LaLiga la temporada pasada).

Peña también participó en algunas de las humillaciones históricas que contribuyeron a la eventual destitución de Xavi: 3-2 contra Royal Antwerp, 4-2 en casa contra Girona, 4-1 contra Real Madrid en la final de la Supercopa de España, una eliminación por 4-2 en la Copa del Rey contra Athletic Club, 5-3 en casa contra Villarreal. ¿Pueden ver el patrón?

Esto no es, en absoluto, un ataque al arquero. Es el mismo análisis frío que Flick y su equipo habrán hecho desde que comenzaron su viaje de 162 millas hacia casa el domingo por la noche.

¿Es Peña la respuesta a la ausencia de Ter Stegen? Ahí es donde el próximo truco de magia de Flick tiene que ser el más impresionante hasta la fecha.

Cuando Ter Stegen regresó tras sus problemas de espalda la temporada pasada, fue evidente que su suplente español se sintió aliviado de no estar más en la línea de fuego.

Peña, para los estándares modernos, es un portero relativamente pequeño cuyo punto fuerte se basa en la agilidad y en las atajadas de la vieja escuela. Donde no es excelente es en la distribución del balón con los pies o cuando se le pide que sea el “hombre libre” atrás, cuando Barcelona sale jugando tras superar la presión del rival. Mientras Peña estuvo en el equipo, los rivales de Barcelona comprendieron rápidamente que, si lo acosaban, apuraban y presionaban, lo más probable era que les iba a terminar devolviendo la posesión o que terminara cometiendo un error.

¿Peña pudo asimilar esta experiencia y se pudo beneficiar de la misma? ¿Volvió a mirar las grabaciones, aprendió de sus errores y se pudo convertir en un recurso más fuerte y mejorado para su club?

Recuerda que, en el fútbol español, el arquero suplente no juega en el equipo B. Su único trabajo se da en los entrenamientos; hay muy pocas oportunidades de aplicar las lecciones aprendidas de ese período tan accidentado y lleno de moretones de cuando ocupó la pole position.

Flick y su numeroso staff son todavía muy nuevos en el club -- no lo olvidemos. Han podido ver a Peña en los entrenamientos desde finales de julio, es cierto, pero ninguno de ellos ha sido testigo de primera mano de cómo reacciona ocupando el centro de la escena ni de cómo soporta la inmensa presión que supone para cualquier arquero un equipo de Barcelona que utiliza una línea defensiva muy alta.

Volvemos a la necesidad de que Flick haga magia.

¿Serán capaces él y sus colaboradores de guiar a Peña y asegurarse de que, al menos hasta el próximo mercado de pases, sea competente? Voy a decir lo que pienso: no creo que la decisión de seguir con el número 2 y seguir aspirando a sumar trofeos sean ideas compatibles.

Si no fuera por las molestas normas de la FFP que, recordemos, impidieron inscribir a Dani Olmo durante la primera parte de la temporada tras su fichaje del RB Leipzig, el club habría fichado a un arquero para evitar que se produjera este tipo de situaciones. Sin embargo, las restricciones económicas no se lo permitieron.

Se embarcaron en la nueva era Flick con los dedos, y todo lo demás, cruzados para que su capitán alemán no se lesionara. Y ahora, he aquí el desastre.

Flick tiene opciones.

Ha sido muy atrevido (y ha tenido éxito) a la hora de confiar en un grupo de jugadores jóvenes sin ningún impacto previo en el primer equipo. Por lo tanto, ¿Podría recurrir al sistema juvenil y seleccionar a alguien que supere a Peña y, al mismo tiempo, ayude a mantener esta racha de partidos en los que Barcelona ganó seis de seis y marcó 22 goles en el proceso?

La primera opción es Ander Astralaga, de 20 años, que, aunque a menudo se sienta en el banco del primer equipo, es, sin embargo, el arquero del Barcelona B. El vasco es un arquero con talento, seguro de sí mismo y con experiencia en las categorías inferiores, pero un poco impetuoso y aun con demasiados errores en su juego.

Áron Yaakobishvili, nacido en Budapest, está clasificado por detrás de Astralaga, por lo que, en teoría, no debería estar listo para reemplazar a Peña. El guante de oro del sistema juvenil nacido en Miami, Diego Kochen, de 18 años, que es el mejor de todos, tiene un problema en los isquiotibiales que lo dejará afuera por alrededor de un mes.

La normativa para que Barcelona adquiera un nuevo arquero, fuera del mercado de pases, es muy clara... y sólo moderadamente útil. Si se certifica médicamente que Ter Stegen estará de baja más de cuatro meses, entonces Barcelona podrá buscar un reemplazo, pero hay parámetros estrictos.

Cualquier arquero que elijan no sólo tendría que estar fuera de contrato, sino no estar inscrito en ningún club al finalizar el mercado de pases de verano, lo que significa que, si un arquero que no estuviera contento en su club actual queda repentinamente libre de su contrato, no podría jugar inmediatamente en Barcelona. Así son las reglas.

Sin embargo, hay candidatos: Keylor Navas, Edgar Badia, Jordi Masip, Tomás Vaclík. Esta lista nos lleva de nuevo a la necesidad de que Flick y sus ayudantes no sólo produzcan una solución mágica, sino que hagan las cosas bien, bajo presión, antes de que su notable impulso en LaLiga se vea alterado.

Los partidos se vienen con todo: el miércoles contra Getafe, este fin de semana en Osasuna y luego el martes un partido decisivo de la Champions League contra el Young Boys suizo. Necesitan tiempo para pensar y respirar, pero no hay tiempo, excepto para un poco de magia de Flick.