Joan García fue un coloso bajo la portería y Carlos Romero cumplió con creces hasta marcar el gol con que Espanyol derrotó al Real Madrid
BARCELONA -- Joan García lo paró todo. Todo y más ante los ataques repetidos, continuados y cada vez más desesperados, de un Real Madrid que debió imaginarse sumando los tres puntos como de costumbre ante un Espanyol que, en puestos de descenso era, debía ser, víctima propiciatoria.
Pero Joan García, "es un porterazo y será de los mejores de toda Europa”, dijo de él Carlos Romero a la conclusión, se multiplicó para aburrir y desesperar a un Real Madrid que a medida que pasaban los minutos entendía que ese triunfo iba a ser caro de conseguir. Tanto que al final no existió y lo que hubo fue una derrota ante el Espanyol.
Joan García, el meta periquito que hasta el último día del mercado de verano estuvo a un paso de fichar por el Arsenal, demostró que la confianza que le dio Manolo González la pasada temporada, en Segunda División, no era un regalo. Joven pero preparado, el caterano de 23 años lo paró todo, demostró una rapidez de reflejos monumental y frenó a todos los atacantes merengues.
Recibió un gol, de Vinícius Júnior, en la primera mitad que se anuló por una falta clara de Kylian Mbappé, pero antes y después salvó ocasiones claras al propio delantero francés, a Vinícius y Rodrygo, incapaces de superar la tela de araña periquita y, en último término, al bravo portero.
DE LA ROJA AL GOL
Se quejó Ancelotti, y el madridismo en general, de que Carlos Romero no fuera expulsado por una falta, ya en la segunda mitad, a Mbappé. No llegaba el lateral periquito a la escapada del francés y se lanzó al suelo, haciéndole una falta que para el entrenador italiano era "roja clara" calificando de "inexplicable" la decisión arbitral de solo mostrarle la amarilla.
Fue, al final, Carlos Romero, con un fantástico remate a centro de Omar, el que desniveló la balanza en favor del Espanyol, redondeando una actuación magnífica en un partido de máxima presión y exigencia, puesto que entró en la titularidad por la lesión de Brian Oliván, titular habitual en el lateral zurdo.
"Había que morir por intentarlo y con el apoyo de nuestra gente lo hemos sacado adelante”, explicó, sin ocultar su satisfacción Romero, quien reconoció que su entrada sobre Mbappé "ha sido fea. Intenté pararle de la mejor manera y me he ido a disculpar con él".
DESAPARECIDO BELLINGHAM, LESIONADO RÜDIGER
No fue una noche nada agradable para el Real Madrid, que señaló de manera indisimulada al árbitro para argumentar su derrota. Quejas de Ancelotti ante los medios, en la sala de prensa, y de sus jugadores al abandonar el césped. Ya fuera por la roja no mostrada a Carlos Romero, por el gol anulado a Vinícius o por una mano de Jofre.
Desde el 21 de mayo de 2023, cuando cayó en Mestalla, no se quedaba sin marcar el Real Madrid en un partido de Liga. Casi dos años. Y teniendo en cuenta que en aquella ocasión el título ya estaba sentenciado en favor del Barcelona.
El Real Madrid podría, y debería, mirarse al espejo y contemplar la noche, terrible, de Jude Bellingham, quien pasó de puntillas por el partido, sin encontrar nunca su sitio en el campo, sin poder ordenarse y sin combinar ni asociarse con sus compañeros.
Bellingham fue una nulidad.. Y Antonio Rüdiger fue una víctima. De quien no se sabe aún el alcance de su lesión muscular que le obligó a abandonar el campo cuando apenas se había cumplido el primer cuarto de hora de partido. Y todo el madridismo, pensando en la eliminatoria de Champions ante el Manchester City, cruza los dedos esperando a que su lesión sea menor.