El capitán de la selección de la República Checa sufrió una lesión en el encuentro del viernes frente a Croacia que ha puesto fin a su participación en el torneo.
Según informó este sábado la Asociación de Futbol de la República Checa (FACR), el mediocampista de 35 años sufre un “desgarro parcial” en uno de sus muslos, como ya se temía desde que pidió su cambio en la recta final del encuentro disputado en Saint-Etienne.
Apenas tocó base en Tours, el jugador fue sometido a una resonancia magnética que según declaraciones del médico del conjunto checo, Petr Zeman, “desafortunadamente confirmaron las sospechas sobre la lesión. Se trata de un desgarre fibrilar parcial en el muslo”.
“Tomas no podrá participar en ningún partido en los próximos días; naturalmente está completamente descartado contra Turquía y pasarán varias semanas antes de que pueda tener actividad”, agregó Zeman en declaraciones publicadas por el departamento de comunicación de la FACR
Asimismo, Zeman afirmó que el cuerpo médico de la selección checa intentará “acortar los plazos de recuperación” , pero especificó que es prácticamente imposible que pueda reducirse “más allá de tres semanas”, debido al tipo de lesión.
Rosicky había llegado tocado a la Eurocopa luego de pasar la mayor parte de la temporada 2015-2016 fuera por lesión. De hecho, las dudas en torno a su estado de forma previo al arranque del torneo acapararon la atención en el campamento checo durante varias semanas, pues el mediocampista apenas había sumado 20 minutos en el campo durante todo el año y había apurado en su última recuperación para estar presente en el torneo.
De momento, Rosicky permanecerá concentrado con su equipo en Francia, donde estará supervisado por los fisioterapeutas de la escuadra nacional durante el proceso de recuperación.