Lo mejor que puede hacer Raúl Jiménez es cambiar de aires. La Liga Inglesa le ha venido muy bien, pero el equipo le ha quedado chico.
Después de una temporada de 17 goles y 6 asistencias, se quedó con las manos vacías en el séptimo lugar de la isla, porque le falta talento alrededor. Injusto final colectivo para un rendimiento personal tan positivo.
El Wolverhampton es un equipo práctico, ordenado y limitado, que depende excesivamente de lo que puedan hacer Adama Traoré y Raúl Jiménez. El español desborda y el mexicano remata, no hay mucho más futbol que eso.
Raúl Jiménez ya lo hizo todo con los Wolves.
Es un histórico de la organización y no tiene nada más que hacer ni qué probar ahí. Aunque haya fallado el penal más importante en la historia del club, nadie lo va a recordar así, porque en sólo dos campañas, se convirtió en el máximo goleador del equipo en Premier League, lo cual dice mucho de él y de la institución.
En cambio, Jiménez tiene mucho que demostrar en la élite europea. No estuvo listo para el Atlético de Madrid y en 822 minutos con el equipo, sólo pudo marcar un gol.
Debería tener sed de revancha y ganas de demostrar en el máximo nivel, porque en mayo cumplirá 30 años y naturalmente se le irá cerrando la ventana. Así que tiene que aprovechar que viene de la mejor temporada de su carrera.
Además, Adama Traoré suena para el Liverpool, Jürgen Klopp lo desea. Y sin él, Raúl no podría tener tan buenas estadísticas otra vez.
Que se vaya del Wolverhampton ya.
