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Comisión de Arbitraje estará bajo control total de Armando Archundia; Iñigo Riestra deja de tener injerencia

La comisión tendrá cambios en la operación y el presidente de los árbitros será el encargo de las designaciones y las evaluaciones de los silbantes

La llegada de Armando Archundia como presidente de la Comisión de Arbitraje trajo consigo una serie de cambios en la estructura y en el funcionamiento del organismo, pues el jefe de los árbitros tendrá control total de lo que suceda dentro de la comisión y solo rendirá cuentas a Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol.

En la etapa de Arturo Brizio al frente de los colegiados, el presidente de la Comisión de Arbitraje y su equipo hacían las designaciones arbitrales de los partidos y al final de cada jornada debían rendir un informe al secretario general de la Federación, Iñigo Riestra, para calificar la actuación de cada silbante. Esta situación cambiará a partir del próximo torneo y Riestra ya no tendrá ninguna injerencia directa en el tema arbitral.

Cabe destacar que la relación directa de Iñigo Riestra con la Comisión de Arbitraje levantó muchas suspicacias debido a que es hermano de José Riestra, quien es el presidente del Atlas, equipo que es bicampeón del futbol mexicano y que durante la obtención de sus títulos de liga se vio envuelto en algunas decisiones arbitrales polémicas, las cuales tuvieron a los zorros en el ojo del huracán.

Con la llegada de Archundia a la Comisión de Arbitraje, el exsilbante tendrá el control total de las designaciones arbitrales y también de la calificación de cada árbitro. Además, Archundia tratará directo con los clubes cuando haya alguna inconformidad o inquietud y solo en caso de un error escandaloso o alguna situación que necesite escalarse a un nivel más alto será turnado al presidente Yon De Luisa.

Luego de estos movimientos la secretaría general que encabeza Iñigo Riestra solo tendrá relación con la comisión de arbitraje para gestionar intercambio de información o desarrollo con otras federaciones, pero ya no recibirán reportes del desempeño de los colegiados cada jornada y mucho menos tendrán la posibilidad de injerir directamente en la operación y gestión de la comisión.