Augusta, Georgia -Enviado especial- La tercera vuelta de la edición 87 del Masters acaba de ser suspendida por el día de hoy. La lluvia no da respiro este fin de semana en Augusta y esto obligará a jugar mañana otra vez en grupos de tres jugadores y, cuando se complete la tercera ronda, salir simultáneamente por el hoyos 1 y por el hoyo 10. Brooks Koepka, una especie de hijo pródigo en los Majors, vuelve estar al frente, por primera vez en un Masters, con un juego extraordinario. Con vueltas iniciales de 65 y 67, y al cabo de los primeros 6 hoyos de la tercera, está en -13 liderando por 4 golpes sobre el español Jon Rahm (-9). Sam Bennett, el aficionado que es la sorpresa en este Masters, marcha tercero con -6.
Sin duda lo de Bennett es una historia increíble. Nada más apropiado en Augusta que un aficionado en los primeros puestos del Masters. Bobby Jones estaría orgulloso. Bennett fue invitado a jugar este Masters por ser el campeón del US Amateur Championship. Con absoluta soltura y sólido juego, comenzó el Masters con dos notables vueltas de 68 golpes que lo ubicaron en el tercer puesto con un total de 136 golpes (-8). Este sábado, este joven de 23 años, oriundo de Texas, tuvo el alto honor de jugar en la última salida junto a los líderes del torneo. Los nervios le jugaron una mala pasada al comienzo haciendo bogeys en los dos primeros hoyos. Pero con -6 mantiene el tercer lugar.
Miembro de una familia de atletas, siempre se destacó en básquet, baseball, tenis y golf, eligiendo a este último como su gran deporte. Su padre enfermó cuando entró a la universidad y finalmente murió en 2021. La de Bennett es una historia de esfuerzo y sacrificio y, sea cual fuere el resultado que obtenga en este Masters, ya es sin dudas un ganador.
En 1956 el aficionado Ken Venturi hizo 66 en la primera vuelta, liderando por un golpe sobre Cary Middlecoff. En la segunda vuelta hizo 69 y con -7 estaba primero por cuatro golpes. Ventaja que mantuvo hasta el comienzo de la cuarta vuelta. Terminó perdiendo por un golpe frente a Jack Burke.
Hablando de aficionados, el argentino Mateo Fernández de Oliveira terminó hoy su histórica participación en el Masters. “Esto ha sido extraordinario, no puedo explicar la cantidad de enseñanzas que me deja esta semana en Augusta National”, decía Mateo al terminar su segunda vuelta, que fue suspendida este viernes cuando le faltaban completar los últimos seis hoyos del recorrido. Terminó con un total de 151 golpes (+7). Este será un año de gran importancia para este joven oriundo de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires. Gracias a su triunfo en Latin American Amateur Championship (LAAC), Mateo recibió invitaciones para jugar el US Open, a disputarse en el Los Angeles Country Club, a mediados de junio, y el Open Championship que se jugará en Royal Liverpool en julio. Este escenario tiene un enorme significado para la Argentina porque fue la sede donde en 1967, el maestro Roberto De Vicenzo ganó el Open Championship. Ojalá el recuerdo de ese enorme caballero y gran golfista sirva de inspiración para Mateo cuando juegue el Open.
Brooks Koepka, talentoso y joven, subió alto en el golf mundial después de conquistar cuatro campeonatos mayores en solo dos años. Seducía a todos. “No es difícil ganar Majors”, decía, y concluía: “La mitad de tus rivales ya perdieron antes de pararse en el tee del hoyo 1”.
Sus cuatro victorias en Majors, dos seguidas en el US Open en 2017 y 2018, y dos seguidas en el PGA Championship en 2018 y 2019, las obtuvo entre junio de 2017 y mayo de 2019. “Mister Major” lo apodaron los medios. Pero de repente su cuerpo se rebeló. Rodillas, cuello, tobillo, muñecas y cadera. Eso afectó mucho su juego y le quitó la confianza. Para alguien con una autoestima tan alta eso fue un gran problema.
Hace exactamente un año, Koepka estaba sentado en la casa que había alquilado acá en Augusta. Acababa de terminar su primera vuelta en el Masters. Estaba bastante desmoralizado, había anotado un 75 (+3). Su novia Jena Sims y su amigo Dan Gambill estaban ahí. También estaban las cámaras de Netflix para filmar un episodio de la serie Full Swing. A Koepka no le importó quién fuera a escucharlo y dijo: “No puedo seguir compitiendo con estos tipos semana tras semana”. En la segunda vuelta volvió a jugar mal, anotó otro 75 y no pasó el corte. ”Me sentí tan avergonzado, nunca, en 32 años, me sentí avergonzado saliendo de una cancha de golf”. Estaba perdido en la oscuridad más grande. “Cuando dominas el golf te parece que nunca lo vas a perder. Y ahora que lo perdí tengo la sensación de que nunca lo voy a recuperar”. Y hablaba sobre lo importante que había sido para él saborear las victorias y no podía imaginarse una vida sin eso. “Es todo lo que quiero, así de simple, ganar o irme a mi casa”
En el medio de su declive se casó con Sims y se unió al LIV, con un contrato de 100 millones de dólares por un plazo de 4 años.
A finales de 2022 se empezó a sentir mejor. La semana pasada ganó en el LIV Golf Orlando. Esa fue su segunda victoria en el LIV en seis torneos jugados.
En este Masters Koepka ha estado extraordinario. Jugando bien es uno de esos jugadores que hacen fácil lo difícil. Con un juego largo majestuoso destruyó los par 5 de Augusta en las dos primeras vueltas, recorriéndolos en -8. En el segundo día no hizo un solo bogey.
Koepka está otra vez en forma y es muy posible que esté pensando que pasarse al LIV pudo no haber sido una buena idea. Al menos así ha trascendido extraoficialmente.
El año pasado, después de dos vueltas, Koepka estaba +6 y afuera del torneo. Ahora, después de la suspensión de la tercera ronda, lleva 6 hoyos jugados de la tercera ronda y con -13 es líder por 4 golpes, convirtiéndose en el más firme candidato para ganar este Masters.
Este domingo por la mañana, bien temprano y con un pronóstico un poco más alentador, se completará la tercera vuelta y se dará inicio a la final. A esperar entonces.