El chaqueño protagonizó una celebración para la historia en el 16 del TPC Scottsdale y se enfrentó a una extraña tradición que arrancó hace tres años…
Emiliano Grillo llega al tee del hoyo 16 del Phoenix Open del PGA Tour, en el TPC Scottsdale. La barrera del corte, prevista en uno bajo par, lo tiene contra las cuerdas, porque justamente ese es su score. Está fuera del fin de semana. Necesita bajar uno de los tres hoyos que le quedan para cerrar la segunda ronda. El argentino habla con su caddie, toma el pitching wedge, realiza el golpe y la pelota levanta vuelo. Recorre las 155 yardas y cae ¡directo adentro del hoyo! Sí, de aire. Hoyo en 1 y Grillo desata un festejo alocado. Salta, se abraza con Rafael Campos y Seamus Power, los compañeros de ronda. Con los caddies, con todos los que pasan. Mientras tanto, el público enloquece y empieza a tirar vasos verdes y alguna que otra latita al campo. Desde la tribuna llueve cerveza. ¡Cómo! En el señorial mundo del golf los espectadores se muestran desacatados. ¿Por qué pasa eso? Es una extraña tradición.
El Phoenix Open es el torneo más ruidoso del mundo y al que asisten la mayor cantidad de beodos en el tour. Para ejemplos sirve un botón. La tercera ronda de la edición 2024 se convirtió en un pandemónium. La lluvia complicó, pero la conducta del público fue el motivo del descontrol. Invasión al campo (un borrachín se tiró de cabeza en el búnker del hoyo 16), gente ebria patinando de panza en las mojadas laderas de pasto de la cancha, la decisión de la organización de suspender la venta de cerveza y hasta cerrar las puertas durante un período de tiempo. Finalmente, la cancelación de la tercera ronda, porque era imposible jugar. El Phoenix Open 2024 se cerró con 54 arrestos, 211 expulsados, una mujer en el hospital (se cayó de una tribuna) y la imagen de Zach Johnson y Billy Horschel discutiendo a los gritos con espectadores.
En el medio de todo eso está el hoyo 16, con su hálito muy especial. De entrada, está en medio de un estadio que puede albergar a 17.000 personas. De esas ubicaciones, 3.750 son de acceso general. Las entradas se pueden comprar por día, a 75 dólares para jueves y domingo y 125 el viernes y sábado, los días más requeridos. Para tener un lugar ahí, la gente comienza a hacer cola a ¡las dos de la mañana! Una de las imágenes comunes del TPC Scottsdale cuando se abren sus puertas cada mañana es ver la corrida de la gente para llegar a esas tribunas. Es, por lejos, el hoyo más ruidoso de todo el PGA Tour. El público es implacable, puede realizar el festejo más grande, al estilo fútbol, ante un hoyo en 1 como hizo Grillo o llegar a abuchear al que golpea mal.
SIXTEEN HERE THEY COME 🗣️
— Golf on CBS ⛳ (@GolfonCBS) February 8, 2025
Fans ran to the loudest hole in golf, No. 16 @WMPhoenixOpen, on Saturday morning at 7am pic.twitter.com/GXSJ3BAAUv
En 2022 llegó Sam Ryder y firmó águila en el hoyo 16, sí, lo hizo en un solo golpe. El festejo del público, con varias horas de empinar encima, fue una locura: la gente inició una lluvia de cerveza y las botellas volaron al campo, poniendo en riesgo a todos los que allí estaban. Un dato: las tribunas tienen tres pisos y, sí, desde allá arriba caían también. Al día siguiente, el mexicano Carlos Ortiz también firmó en 16 en uno golpe y… De nuevo la lluvia. Justin Thomas realizó un chip para birdie y… De nuevo.
Conocido por ser el torneo más bullicioso del PGA Tour, el estadounidense se trenzó con el público en 2024.
Los jugadores mostraron su enfado y preocupación por la extraña tradición que comenzó en el 16. "No quería ver la botella de agua viniendo directo a mi cabeza desde el tercer piso, pero la vi. Espero que se limiten a controlar esas cosas y que se centren estrictamente en el juego ", dijo Jon Rahm. Desde la organización recogieron el guante y, desde 2023, reforzaron el control. Ya no más latas o botellitas. Aquel que comprara una cerveza (sale 10 dólares) se la llevaría en un vaso conmemorativo, de color verde y con el logotipo de Coors (la marca de la cerveza) y la inscripción 16.
Grillo llega al hoyo 16 en 2025, toma su pitching wedge y la pelota cae de aire dentro del hoyo. Explosión total. Ese golpe finalmente lo mete en el fin de semana (superaría el corte por uno tras el bogey del 18). Y, sí, lluvia de cerveza y vasos verdes, con alguna botellita mezclada por ahí. De poco sirvieron los carteles que, desde 2023, reciben a los 17.000 espectadores: “Mantengan sus bebidas en la mano”. Tampoco alcanzó la mayor presencia de seguridad. Mientras el chaqueño realizaba un festejo que seguramente quedará guardado en el anuario como una de las imágenes de 2025, la tradición del 16 del TPC Scottsdale se realizó otra vez.