El piloto argentino cerró su temporada debut mundialista con el décimo puesto en Moto3, se subió dos veces al podio y rozó el triunfo. Para el año que viene, sube la apuesta y va por más. En una charla mano a mano, habló de su año, su rivalidad con Máximo Quiles, su caída de Indonesia…
Valentín Perrone tiene un objetivo claro: terminar en el podio del campeonato 2026 de Moto3 para pegar el salto a Motro2 en 2027. Motivos para ilusionarse tiene de sobra tras su gran temporada debut de 2025. Rozó el triunfo en Hungría (perdió por 18 milésimas con Máximo Quiles), sumó puntos en 16 de las 21 carreras que disputó (faltó en Indonesia tras la durísima caída de la práctica), se subió dos veces al podio y firmó dos pole positions. En ese camino a la cúspide llamado MotoGP, el chiquilín nacido en Barcelona, que corre bajo bandera argentina en honor a su papá Marcelo, no deja nada librado al azar.
A punto de cumplir 18 años (el próximo 27), el piloto del equipo Tech3 apenas se tomará diez días de vacaciones. Terminado el Mundial, su trabajo continuó. Tras pasar un puñado de días por la Argentina, viajó a Estados Unidos para instalarse en California y realizar un winter camp que tiene colaboración con su base de entrenamientos de Tarragona. La afable temperatura californiana (una media de 25 grados) es ideal para la preparación de 2026, lejos del frío español.
A las diez de la mañana del oeste estadounidense, Perrone se conecta para charlar con ESPN.com. Su día comenzó mucho antes. “Me levanto a las 7.30, a las 8 hago entrenamiento físico en videollamada con mi entrenador que es de Madrid y después salgo a correr para mover el cuerpo. A las 11 voy al circuito y de 12 a 15 giro con la 600 cc, una moto grande. Y de 15 a 18 pruebo con MiniGP”, cuenta Valentín. Esa rutina continuará hasta este viernes, cuando arrancarán unos días de descanso. Después de pasar cuatro días en Nueva York, volverá a España para pasar las fiestas de fin de año con la familia y el 1º de enero retomará la actividad. El 4 de enero viajará a Malasia para intensificar la pretemporada durante tres semanas.
Diciembre es hora de balances en todos los aspectos y Perrone realizó el suyo para ESPN.com de su primera temporada mundialista. Fue bastante positiva. Cumplimos el objetivo de ser top 10 del campeonato. Al principio tuvo mala suerte en las tres primeras carreras, con caídas por golpes de otros pilotos. Después estuve siempre en los puntos. En Qatar pude terminar mi primera carrera, en Jerez fue mejor y finalicé top 10. Estaba siempre ahí, entre los diez o 15. Después del parón de verano di un salto en velocidad, en Austria fue increíble, iba bailando con la moto. Ahí logré mi primera pole, en Hungría casi gano; perdí por apenas 18 milésimas. Y llegó la caída de Indonesia. Después de eso me faltó confianza, especialmente en Australia. Daba dos vueltas y me dolía el cuello de la tensión, no del miedo, pero el cuerpo sabía que había tenido la caída más grande de mi vida una semana antes. Sufrí bastante esa carrera. Malasia fue mejor y las últimas dos ya estaba de vuelta, me sentía bien, pero no pude terminar como me hubiera gustado: en Portimao me caí y en Valencia no pude hacer una buena carrera como quería. Pero terminé top 10 y aprendí muchas cosas que era el objetivo”, cuenta.
El argentino habló sobre el duelo que vivió y el que se vendrá a futuro con el pupilo de los hermanos Márquez.
El duelo con Máximo Quiles
El pupilo de los hermanos Marc y Álex Márquez no pudo correr las dos primeras fechas del año porque no cumplía el requisito de edad mínima (17 años) para correr en el Mundial. El murciano hizo ruido en su estreno en Austin al finalizar quinto, pero debió ausentarse de las dos siguientes por una lesión en un pulgar. Con cuatro carreras menos, logró ser tercero en el torneo y festejó tres triunfos. Entre ellos, el de Hungría, que se definió sobre la raya de sentencia con Perrone, con un toque incluido a metros de la bandera de cuadros. El duelo se repitió en Misano y en Japón. ¿Se viene un clásico que llegará a MotoGP?
“Máximo es un piloto muy rápido, con mucho talento que seguramente tendré como rival número uno en todas las categorías. Creo que haremos todos los pasos juntos y pelearé siempre con él. Pero es buen rival y se puede aprender de él. Ya pelear en Moto3 y en Moto2 en el camino a MotoGP servirá para aprender”.
Punto más alto del año
El piloto argentino contó en qué parte de la temporada de Moto3 llegó a su mejor rendimiento. Y, además, habló del accidente de Indonesia.
“Fue después del parón de verano. En Austria me subí a la moto y era como si estuviera con la moto con la que me entreno diariamente. Podía hacer lo que quería, algo que nunca me había pasado. En las carrearas anteriores tenía que pensar cómo hacer todo, pero ahí fue como que bailaba. No tenía que pensar, miraba la curva y para donde quería ir, la moto ya estaba yendo. Austria, Hungría, Misano y Japón estuve muy fuerte y fue lo mejor, donde más rápido estuve”.
El accidente de Indonesia
Perrone sufrió una aparatosa caída durante la práctica de Mandalika y sufrió una fugaz pérdida de conocimiento. Al día siguiente, después de que se le realizaran todos los estudios, el médico de MotoGP le dio el ok para subirse a la moto nuevamente. No habían pasado ni 24 horas. El piloto del equipo Tech3 dio apenas un par de giros con su KTM y se fue a boxes porque no se sentía bien. Esta vez, le dijeron que no podía volver a subirse. ¿Se apuraron al darle el alta?
“Capaz que sí, no sé. Los resultados dieron que no tenía nada, son decisiones del médico, pero lo que no me ayudó fue estar tanto tiempo fuera de casa. Después de la caída no volví a mi casa a descansar, me fui a Malasia a entrenar una semana y de ahí, a la carrera de Australia. El no descansar no me ayudó. Fue un momento duro, pero ya está”.
De vacaciones, por con la mente en su KTM
“Normalmente me cuesta mucho desconectar al 100%. El único momento es cuando paso tiempo con mi novia. Pero de vacaciones tengo la mente… Como algo que no debo y ya pienso en que voy a subir 400 gramos y deberé entrenar un poco más. Es complicado desconectar al 100, pero lo intentaré, disfrutar con la familia. Y si toca algo de comer que no es lo mejor, lo haré y el 1 de enero retomaré los entrenamientos”.
El piloto argentino de Moto3 habló con ESPN.com sobre cómo trabaja su mente durante el descanso.
Objetivo para 2026
“Pelear por el campeonato, estar adelante en todas las carreras, seguir sumando experiencia y en 2027 dar el salto a Moto2. Este año me quedó la espina de no haber logrado mi primera victoria, porque yo quiero ganar, no quedar segundo”.