El marchista debió detener su paso en diferentes ocasiones para acudir a los sanitarios ubicados a lo largo del recorrido en Tokio
El francés Yohann Diniz se convirtió en el centro de atención durante la marcha de 50 kilómetros, debido a sus múltiples gestos y pausas obligadas que acapararon los reflectores durante los primeros 25 kilómetros de la prueba.
Diniz, quien era uno de los favoritos a ganar la competencia después de conquistar el Mundial en Londres 2017, no fue capaz de completar la distancia debido a las molestias que vivió durante el recorrido.
En los primeros kilómetros, el francés tuvo que ingresar al baño, por lo que se rezagó casi hasta los últimos lugares. A su regreso al recorrido remontó varios lugares.
Yohann Diniz volvió a acudir al sanitario y a su regreso se metió junto al pelotón de manera imprudente, lo que provocó algunos gestos de desaprobación por parte de los demás competidores.
Diniz se mantuvo en el recorrido, pero kilómetros más adelante volvió a padecer molestias y debió ingresar de nueva cuenta al baño.
Pese a sus esfuerzos por seguir en la competencia, el marchista de 43 años hizo una seña con las manos, indicando que no podía seguir el trayecto y optó por sentarse en la banqueta, reflejando en su rostro evidente molestia.