Jian Yang obtuvo 112.75 en su sexto salto de la final individual masculina en plataforma de 10m, sin embargo, resultó molesto porque no alcanzó el oro
El clavadista chino Jian Yang logró la calificación más alta en la historia de los saltos en los Juegos Olímpicos, luego de obtener 112.75 puntos en su sexta ejecución desde la plataforma de 10 metros en la final individual masculina de Tokio 2020, sin embargo, resultó molesto previo a la premiación, debido a que su nota general sólo le alcanzó para la medalla de plata.
El saltador de 27 años, nacido en la provincia de Sichuan, registró una valoración total de 580.40 puntos y se quedó a 1.95 de la presea aúrea, que se colgó su compatriota Yuan Cao.
Luego de su histórica ejecución final en la fosa de clavados del Centro Acuático de Tokio, Yang esperó sobre el filo de la piscina a que la calificación de Cao apareciera en las pantallas del recinto y posteriormente se retiró con una ligera molestia hacia la zona en la que se encontraba su entrenador, con el que intercambió palabras durante unos instantes.
A pesar de lo anterior, el atleta asiático dio un giro de 180 grados a su actitud en cuestión de minutos, pues una sonrisa dibujada sobre su rostro apareció mientras posaba con su presea argenta para la televisión internacional sobre el podio.
Con esta valoración del jurado, el clavadista asiático desbancó al australiano Matthew Mitcham, quien ejecutó un salto de 112.10 durante la final de la misma prueba en Beijng 2008, para hacerse con la medalla de oro e impedir que su nación barriera con todas las preseas aúreas durante aquellos Juegos Olímpicos.