<
>

Stéfano Lucchetti quiere continuar la tradición familiar en esgrima

La única medalla olímpica que tiene Argentina en esgrima lleva el apellido Lucchetti por partida doble.

Dos hermanos, Luis y Héctor, hijos de otro esgrimista, formaron parte del equipo de florete que ganó la medalla de bronce en los lejanos Juegos de Ámsterdam, en 1928.

Stefano Iván Lucchetti, bisnieto de Héctor, es una de las cartas de la delegación argentina para subir al podio en los Juegos Panamericanos de Lima, como ya hizo en Toronto 2015. Ahora quiere mejorar el bronce en sable por equipos que ganó entonces y, además, colgarse una medalla individual.

"Tenemos esperanza. Yo estoy trabajando mucho para ganar una medalla en individual, pero también el torneo es muy importante para los equipos y queremos hacer lo mismo o mejorar el resultado de Toronto 2015", aseguró a Efe este tirador de 22 años, número 48 ---- de la clasificación mundial y último eslabón de la saga Lucchetti.

"Yo soy la quinta generación de esgrimistas Lucchetti. En mi familia tenemos la única medalla olímpica, en los Juegos de 1928, y yo quiero repetir lo mismo, o mejorar. Ganar otra medalla olímpica es mi sueño, para mi familia, para mi país y para mi vida", aseguró en Madrid, donde disputó una Copa del Mundo previa a los Juegos de Lima.

Stefano nació en San Francisco y llegó a competir de niño para Estados Unidos. A los 13 años cambió de selección y retomó la herencia familiar.

"Cuando era muy chico mi papá no me quería iniciar en la esgrima", dijo sobre Marcos, su padre, que también fue internacional y ahora es entrenador. "Pero crecí en la sala desde bebé y siempre quería empezar. Fui una vez un torneo sin avisar a mi papá y gané una medalla. Entonces él vio que tenía las ganas y el potencial y ahora es historia, llevo 14 años haciendo esgrima".

Estudia la carrera universitaria de Relaciones Internacionales y Política en Londres y se entrena con el equipo británico, después de haberlo hecho antes en su país natal.

Para el joven Lucchetti, la esgrima es "un poco como se ve en las películas: El Zorro, Piratas del Caribe, todo eso".

"Es un deporte muy físico, pero también muy mental", destacó. "Tienes que tener mucha cabeza, pensar mucho y siempre tratar de ser mejor que tu oponente, que el tirador que esta enfrente. Por eso me encanta este deporte, porque no es solo físico, es mucha táctica y mental".

Él no trabaja con un psicólogo, aunque le gustaría porque considera que, sobre todo en el alto rendimiento, puede ser muy útil. Pero tiene a alguien que hace esa función: su madre.

"Ella siempre me ayuda. Cuando pierdo, cuando gano, siempre me da buenos consejos, ella es mi psicóloga", aseguró.

Lucchetti nunca ha viajado a Lima, aunque su padre trabajó allí como entrenador y "siempre dice buenas cosas".

"Tengo muchas ganas de ir, no solamente para el torneo, también para una experiencia cultural", admitió.

Los países clasificados para Lima en la competición de sable por equipos son EEUU, Canadá, Argentina, Venezuela, Colombia, Cuba, Brasil y Perú.

"Estados Unidos, Venezuela y Canadá son los mejores países de América en esgrima, pero nosotros en sable también somos buenos. Tenemos ya resultados importantes durante los últimos años y creo que vamos a hacerlo todo mejor esta vez", aventuró el digno representante de la herencia de los Lucchetti.