Hewitt cayó sorprendentemente por 7-6 (7-4), 6-7 (4-7), 6-7 (5-7) 4-6, en tres horas y 30 minutos de un encarnizado encuentro, ante el favorito número 18, el marroquí Younes El Aynaoui.

"Fue una desilusión estar del otro lado, del de la derrota, pero El Aynaoui jugó un gran partido y mereció la victoria. Fue un encuentro de gran intensidad con un solo quiebre de servicio en cuatro sets, y él tuvo un gran porcentaje de aciertos con su primer saque", dijo el tenista australiano.

"Creo que fue un gran partido, que tuve oportunidades con varios 15-30 a mi favor en su servicio, pero no pude encontrar mi ritmo, mis devoluciones no fueron tan buenas y hoy él fue demasiado bueno", añadió Hewitt.

Al ser consultado si alguna vez había jugado con alguien con un porcentaje de primeros saques tan alto como el del marroquí, el jugador de Adelaida manifestó: "Ninguno que recuerde. Obviamente, Sampras, cuando está en su nivel saca extremadamente bien. Hoy lo de Ayanoui fue extraordinario, con muchas pelotas pegando en las líneas y un juego muy sólido".

"Antes del partido sabía que iba a ser muy duro. Hace dos años jugué contra él en Wimbledon en la tercera vuelta, e hizo lo mismo. Fueron cuatro sets muy complicados y difíciles. Y en los cuartos de final del último US Open también disputamos cuatro mangas muy duras", resaltó el australiano.

"Hoy, Younes jugó mucho mejor que en esos dos partidos anteriores. Normalmente, él comete más errores no forzados, y al perder 0-30 también puede cometer algunas dobles faltas. Pero esta tarde esos errores no se produjeron con un 70 por ciento de acierto en su primer servicio", señaló El Aynaoui.

Respecto a la presión que significa ganar un Grand Slam en su propio país, Hewitt expresó: "Es difícil. Obviamente, la presión y las expectativas son mucho mayores. Siendo uno de los primeros del mundo y jugando en cualquier Grand Slam siempre existe esa presión y expectativa, Quizá si el torneo se disputara en Londres o América, no sentiría tanto dicha presión".