"Estoy desilusionado tanto por la derrota como por los fallos cometidos, pues no esperaba jugar de esta manera. No pasa nada, no es ningún desastre y hay que seguir adelante. Ahora iré a Hamburgo y seguiré mi preparación para Roland Garros", indicó Moya.

El tenista mallorquín reconoció no haber jugado bien, aunque tenía enfrente "un jugador importante, muy potente y sólido y que sabe jugar".

"Ayer jugué de noche, y hoy me he tenido que levantar pronto y he jugado con un fuerte calor. Pero estamos en mano de las televisiones y ellas mandan, no debería ser así ya que a los jugadores nos afecta mucho", explicó.

Kafelnikov, por su parte, comentó estar "muy satisfecho del triunfo y del partido realizado". "Desde hacía mucho tiempo no jugaba tan bien y estoy muy contento del tenis que he realizado. Es como si me hubiera quitado un peso de encima", agregó.

"No estaba preocupado de poder tener que jugar un tercer set, ya que me encontraba muy bien físicamente. El problema de los últimos meses no era de cansancio o de no querer seguir jugando, sino físico. Ahora que estoy bien físicamente, he encontrado dentro de mí mismo las ganas para seguir adelante", aseguró el tenista ruso.

Para Kafelnikov, "sería muy importante y bello para ganar aquí", donde en el pasado jugó buenos partidos y batió a grandes rivales.

Por otra parte, el suizo Roger Federer, verdugo del español Tommy Robredo, se mostró "algo sorprendido" de la facilidad con la que ha ganado al tenista catalán (6-1 y 6-1).

"No me esperaba hacerlo tan fácilmente y menos sobre la tierra batida. Pero el partido me ha ido muy bien desde el inicio. No sé si jugando de esta forma puedo ganar el torneo de Roma, pues cualquiera de los que nos plantemos en los cuartos de final estamos en grado de hacerlo. Yo, de momento, debo ganar mañana", afirmó