Brown y Dreifort, las bases de la esperanza

Los Dodgers de Los Angeles tienen en Darren Dreifort y Kevin Brown a dos de los lanzadores mejores pagados del béisbol. En ellos y sobre todo en su salud, basan sus oportunidades para este año

Kevin Brown (izquierda) ha arrastrado lesiones desde el 2000. Para esta temporada, se supone recuperado totalmente de las mismas. (AP)
Tras ganar 86 y 92 juegos en las últimas dos temporadas, quedando fuera de los playoffs por muy poco, los Dodgers de Los Angeles se consideran capaces de dar en el 2003 el paso decisivo que los catapulte a la pretemporada.

Las pretensiones de los Dodgers descansan fundamentalmente en que Kevin Brown y Darren Dreifort, dos de los lanzadores mejores pagados en las mayores, estén repuestos de las dolencias físicas que los han aquejado recientemente.

Sin embargo, se trata de apuesta arriesgada para un equipo que ha invertido cantidades enormes de dinero en su cuerpo de lanzadores.

Kevin Brown (3-4 y 4.81 de efectividad) arrastra lesiones de todo tipo desde el 2000 y el año pasado apenas trabajo algo más de 63 innings.

A Brown hay que pagarle 45 millones de dólares en los próximos tres años y obviamente los Dodgers quieren tener dividendos.

Algo similar pasa con Dreifort, otro derecho, quien ni siquiera vio acción el año pasado, luego de haber firmado por cinco años y 55 millones de dólares.

Ambos han lucido en buena forma durante la pretemporada, pero queda la interrogante de que si tendrán la estamina suficiente para soportar los rigores de un año entero.

El resto de la rotación no pinta nada mal. El japonés Hideo Nomo (16-6, 3.39) estuvo magistral en su regreso a Los Angeles, mientras que el zurdo dominicano Odalis Pérez (15-10, 3.00, 155 ponches) lanzó bien, salvo un lapso en agosto cuando fue evidente que la fatiga hizo mella en su efectividad.

El también japonés Kazuhisa Ishii (14-10, 4.27) se mostró muy seguro en su debut en las mayores, con marca de 8-1 al terminar mayo, pero perdió nueve de sus últimas 15 decisiones. Su temporada terminó en forma abrupta por un pelotazo en la frente a comienzos de septiembre.

Los Dodgers se ganaron la lotería al asignarle a Eric Gagne la responsabilidad de ser el taponero. Tras no dar la talla como abridor, Gagne estuvo intratable en el último inning, obteniendo 52 salvamentos.

Con Brown y Dreifort a todo vapor, más la garantía de Gagne, los Dodgers se ven sacando pasajes para jugar en octubre, una experiencia que no disfrutan desde 1996.

Tampoco han ganado un partido de postemporada desde su victoria sobre los Atléticos en la Serie Mundial de 1988, con todo y tener una de las nóminas más caras del béisbol.

Los Dodgers terminaron el año pasado con 92 victorias y terceros en la división oeste, peleando hasta la última semana por una plaza en los playoffs.

Todo esto a pesar de que fueron penúltimos en la liga con su promedio de 320 con hombres en circulación.

Los Dodgers trataron de hacer correctivos en ese aspecto cediendo a otros equipos al inicialista Eric Karros y al intermedista Mark Grudzielanek, quienes entre sí apenaron batearon para 271 y pocas veces tramitaron bases por bolas.

El peso de los salarios impidió a los Dodgers fichar a toleteros como Cliff Floyd que exigían cifras muy elevadas. La consolación fue el primera base Fred McGriff, quien viene procedente de los Cachorros, y cuyos 63 boletos gratis superaron la cifra combinada de Karros-Grudzielanek.

Con 39 años a cuestas, McGriff necesita disparar 22 jonrones más para alcanzar los 500 y así consolidar sus credenciales para el Salón de la Fama.

Joe Thurston, quien tuvo una magnífica campaña en las menores, hará su debut en la intermedia y su nombre ha sonado entre los candidatos al Novato del Año.

El venezolano César Izturis (232, 1, 31) ha tenido sus tropiezos para hacerse en forma definitiva de las paradas cortas.

Bateador ambidiestro, Izturis no es muy bueno del lado izquierdo. Lo que conspira a su favor es que tiene un guante muy seguro y eso lo mantiene por encima del boricua Alex Cora y el colombiano Jolbert Cabrera.

Los Dodgers siguen esperando más del antesalista dominicano Adrián Beltré (257, 21, 75), a pesar de quedaron frustrados por el paso atrás que dio en el 2002 en cuanto a producción ofensiva. Beltré sólo tiene 23 años y es cuestión de tiempo para que se destape.

Tras pasar ocho años en las menores, Paul Lo Duca (281, 10, 64,) no desaprovechó el ascenso al equipo grande y en cosa de dos campañas se ha establecido como uno de los mejores receptores del momento.

El hombre fuerte de la alineación es el jardinero derecho Shawn Green (285, 42, 114), cuyo encendido madera desde el lado derecho mantuvo a los Dodgers en carrera durante el 2002.

Con Dave Roberts (277, 3, 34) en el jardín central y Brian Jordan (285, 18, 80) en el izquierdo, Los Angeles exhiben un trío de guardabosques de buena defensa.

Tras ensayar con Marquis Grissom y Tom Goodwin, los Dodgers se encontraron sin querer queriendo un explosivo primer base en Roberts, como lo indican sus 45 bases robadas.

-AP

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