Steven King/Icon SportswireIna Kinsler, de 34 años, está teniendo una gran temporada. El intermedista batea .298 con 14 jonrones en los primeros 74 juegos.
DETROIT - ¿Cómo lanzarle a Ian Kinsler?

Esa es una pregunta difícil. El receptor Jarrod Saltalamacchia jugó por varios años contra Kinsler, intentando en vano de responder esa pregunta. Incluso ahora que son compañeros, no tiene una respuesta concreta para eso.

"Si le golpeas en las costillas, no te puede conectar un doble", respondió el broma el veterano receptor.

Kinsler, como dijo recientemente un cazatalentos a ESPN.com, es un "dolor en el trasero" al uno intentar prepararse para enfrentarlo porque te puede lastimar de varias maneras. El veterano intermedista de los Tigres de Detroit es veloz y ágil, pero puede batear con poder; ya tiene 14 jonrones y no hemos llegado a la mitad de la temporada.

Suele arropar el plato, pero no puedes dominarlo pegado debido a su swing corto y rápido. Y es tan buen bateador, especialmente con su cobertura del plato de este a oeste, que un lanzamiento bajo y lejos de la zona tampoco es la respuesta.

"Como receptor, uno tiene que dejarle saber a su lanzador, 'Oye, está arropando el plato, así que si tiras un lanzamiento quebrado, tiene que ser más corto que corto'. No puede quedarse encima del plato porque básicamente se convierte en un lanzamiento a la altura de la rodilla para él", dijo Saltalamacchia. "Nuestros reportes de cazatalentos en el pasado decían que era mejor lanzarle despegado, pero despegado y bajo; los cambios han sido buenos en el pasado, y con elevación tardía, pero uno tiene que poder lograr el primer strike ante él. Si caes atrás en el conteo, quedas a su merced".

Su tenacidad en el plato suele agotar a los lanzadores contrarios. Su versatilidad mantiene despiertos en las noches a los cazatalentos. Y ambas han sido de gran ayuda para los Tigres en esta temporada. Y eso es solo a la ofensiva. Pareen eso con sus asombrosas capacidades defensivas, y definitivamente él está en la conversación para ser considerado como JMV de los Tigres luego de 74 juegos en esta temporada.

"Realmente es como un catalítico", dijo el manager Brad Ausmus. "Él es la parte superior de nuestra alineación. Nos da cierta ventaja. Tiene fuego de ganar. Ha estado aquí por mucho tiempo y ha dejado en claro que no se preocupa por sus propios números, solo quiere ganar. No deja pasar un buen pitcheo, así que es un buen ejemplo para nosotros".

Con seis pies de estatura y 200 libras de peso, el físico de Kinsler no grita exactamente "toletero", pero lleva ritmo para lograr más de 30 jonrones esta temporada.

Ya ha logrado dos campañas con más de 30 bambinazos, en 2009 (31) y 2011 (32). De acuerdo, eso fue durante su tiempo con los Vigilantes de Texas, cuando jugó en el Globe Life Park en Arlington, un estadio amigable para los bateadores, pero de la forma en que ha estado bateando esta temporada, no es de ilusos imaginarse otro año monstruoso.

"Ha sido más un bateador de rachas en términos de jonrones en las temporadas, pero tiene poder. Es solo que, por la razón que sea, no es del tipo de poder que tiene un Miguel Cabrera", dijo Ausmus. "Miggy puede batear mal una pelota y aun así la puede sacar; Kins tiene que pegarle realmente bien para sacarla, especialmente en nuestro estadio".

El jugar en los confines menos amigables del Comerica Park requirió que Kinsler hiciera algunos ajustes en los inicios de su estancia con los Tigres. Tuvo que recalibrar su swing cuando fue cambiado a Detroit, y eso no se tradujo en un éxito inmediato.

"Cuando yo llegué aquí yo sabía que era un estadio grande, y yo sabía que habían chicos aquí detrás de mí que me podían remolcar y se supone que yo fuera un preparador de mesa", le dijo Kinsler a ESPN.com. "Yo realmente quería aplanar mi swing y batear más líneas, y eso me alejó de mi poder".

Ese ajuste llevó a un aumento significativo en su porcentaje de líneas, que saltó de 16.8 por ciento en sus cuatro años en Texas a 21.6 por ciento en sus tres años con Detroit, de acuerdo con ESPN Datos.

Una vez Kinsler se sintió más cómodo con sus ajustes en su mecánica, su poder comenzó a regresar. Eso no ocurrió de la noche a la mañana, pero gradualmente llegó a un lugar la pasada temporada dónde se sintió que podía proveer ambos elementos de la ofensiva: la habilidad de embasarse, y la habilidad de batear con poder.

¿Cómo lo logró? No hubo una fórmula mágica, según insiste el coach de bateo Wally Joyner, solo una gran ética de trabajo.

"Con un deseo de ser un jugador de Grandes Ligas, con un deseo de estar en la jaula de bateo por varias horas y de estar en el terreno por varias horas para perfeccionar su juego y su habilidad de producir cada día", dijo Joyner.

Kinsler admite que no puede batear regularmente con poder para todas las bandas. Es un bateador que suele halar la pelota y cuyos cuadrangulares usualmente son hacia el jardín izquierdo. De acuerdo con ESPN Datos, solo 14 de los 146 cuadrangulares de Kinsler en su carrera han sido hacia el central (10) o hacia el derecho (4).

Eso no es algo atípico, pero hay un elemento de su swing que lo hace único como bateador de poder.

"No tiene una carga, como tal, como la mayoría de los bateadores", dijo Saltalamacchia. "La mayoría de los bateadores tienen una patada y una especie de paso hacia la pelota. Él simplemente la conecta desde su posición quieta. Es algo diferente, pero obviamente tiene un bate rápido. Puede arropar la pelota. Es un muy buen bateador".

Debido a su swing es corto y rápido, puede quedarse encima de las rectas, pero también tiene el balance suficiente para hacer daño ante lanzamientos quebrados.

Kinsler no siempre ha tenido un swing tan corto. Un cazatalentos de MLB, quien evaluó a Kinsler cuando estaba en la Universidad en Missouri, dijo que él solía batear la pelota para todos lados y empujar la pelota hacia las bandas con "un golpe de línea".

Una vez llegó a las mayores, se adaptó. En vez de tratar de emplear el mismo swing que usaba en la universidad, lo acortó, añadiendo más rapidez y poder en la parte final del mismo, y aprendió a halar más la pelota.

"Hizo un gran trabajo con sus ajustes", dijo el escucha.

Obviamente eso le ha rendido dividendos al seleccionado en la ronda 17 del sorteo.

Kinsler admite que sería bueno tener otra temporada sobresaliente a la ofensiva como en esos dos años en Texas, pero no está embriagado con la idea de los cuadrangulares.

"Todo el mundo vive enamorado del cuadrangular, pero ¿es valioso un tipo que batea .210 y que saca 35 pelotas por temporada?", se preguntó Kinsler. "La industria parece pensar que eso es valioso. Pero yo no creo que sea valioso. 35 turnos, 35 turnos de un total de 600, vas a batear un cuadrangular. ¿A qué equivale eso en victorias? ¿Cuándo se conectaron esos jonrones?

"Digamos que un chico batea 35 jonrones y 10 de esos no valieron la pena porque su equipo estaba ganando con gran ventaja o perdiendo por mucho. Ahora solo logró 25 jonrones por temporada que realmente significaron algo. ¿Cuántos de esos juegos en los que bateó un jonrón se lograron ganar?"

Los sentimientos de Kinsler van a la par con sus propios números. De acuerdo con ESPN Datos, en realidad él bateó un alto porcentaje de cuadrangulares para tomar ventaja en los partidos en sus temporadas en las que logró menos de 30 jonrones. De los cuadrangulares que logró en sus temporadas con más de 30 vuelacercas, solo 30 por ciento de ellos fueron para tomar ventaja, en comparación con el 37 por ciento en otras temporadas.

Sin embargo, esa no es la única reflexión del valor de Kinsler. Lejos de ello.

El hecho de que no esté mostrando señales de retroceso a pesar de su edad - acaba de cumplir 34 años el pasado miércoles - solo le añade lustre a su atractivo. Se ha mantenido como alguien duradero - jugando en 154 partidos o más en cuatro de las últimas cinco temporadas - y parece tener un modo de jugar parecido al de Benjamin Button a medida que envejece.

En raras ocasiones se le ve cansado, incluso luego de una larga racha de partidos. En cambio, suele inyectar vida y ambiente al camerino. Se encuentra entre los regulares que suelen llevar a cabo partidos de baloncesto frente al aro improvisado frente a su casillero. Tiene una elaborada rutina de estrechón de manos con el hijo de su compañero de equipo Víctor Martínez, Víctor José. La energía de Kinsler se asemeja mucho a la de un chiquillo.

"Yo soy un chico grande", dijo Kinsler. "100 por ciento".

No suele ponerle demasiado pensamiento a la posible duración de su carrera, pero él siempre ha admirado la longevidad de su ex compañero Torii Hunter. La mayor prioridad de Kinsler es jugar lo suficiente como para que su hijo de cinco años, Jack, pueda tener una verdadera probada de lo que es la vida en las Grandes Ligas.

"Me gustaría que mi hijo se lleve en su recuerdo las memorias de los camerinos y las jaulas de bateo y de atrapar elevados en los jardines", dijo Kinsler. "Así que hasta la edad que eso sea, me gustaría jugar hasta esa edad".

Y añade: "Yo quiero ser como Ken Griffey Sr. y Ken Griffey Jr".

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Robinson Cano
Jennifer Buchanan/USA TODAY SportsRobinson Canó lleva ritmo para tener otra temporada monstruosa en Seattle.
Hace un par de semanas atrás, mi colega Jayson Stark escribió sobre la era dorada de los antesalistas que existe ahora. El otro día en mi charla con los fanáticos, un lector me preguntó algo parecido: ¿Ha ocurrido una temporada con tantos buenos intermedistas? ¡Buena pregunta!

Échenle un ojo a esta gráfica:

Vía el WAR de Baseball-Reference, que es el que utilizamos aquí en ESPN, hay seis intermedistas entre los 25 mejores jugadores de posición. Una mirada rápida a esos seis:

José Altuve: Ha añadido poder (aunque solo tiene un cuadrangular en sus últimos 38 juegos, así que quizás haya sido simplemente un arranque temprano en la temporada) y ya ha recibido tantos boletos como en toda la temporada 2015, lo que ha elevado su porcentaje de embasamiento de .353 a .421. Entren en la ecuación 18 robos en 20 intentos y una reducción de outs en los senderos (lideró las mayores en esa categoría la pasada temporada) y ahora no tiene debilidades en su juego.

Ian Kinsler: Cumplirá 34 años dentro de pocos días, pero no ha mostrado señales de bajar el paso ya que lleva ritmo para terminar con 34 cuadrangulares, 110 impulsadas y 140 anotadas. Solo Mookie Betts ha logrado anotar más carreras. Podría terminar con su sexta temporada con más de 5 en WAR.

Robinson Canó: Luego de un terrible inicio de temporada en 2015, Canó tuvo una fuerte segunda mitad, y luego de sufrir una cirugía de hernia en la temporada baja, ha seguido tronando duro el bate en el 2016. Ahora que está firmemente entre los 10 mejores intermedistas de todos los tiempos, Canó lleva ritmo para terminar con 44 jonrones, 125 impulsadas y 123 anotadas mientras juega en un estadio favorable para lanzadores. ¿Se acerca su primer premio de JMV?

Dustin Pedroia: El año pasado solo jugó 93 partidos, pero en el 2016 apenas se ha perdido dos. Sigue teniendo una gran coordinación mano-ojo y sigue siendo tan rápido como cualquier otro al intentar una doble matanza. Al igual que Kinsler, está entrando en esa área donde podría convertirse en un candidato interesante para el Salón de la Fama si puede envejecer bien en sus medianos y tardíos 30 años.

Ben Zobrist: Lidera la Liga Nacional en porcentaje de embasamiento con más boletos que ponches y se encamina a su quinta postemporada. El contrato de cuatro años y $56 millones que firmó con los Cachorros lucía como algo riesgoso dada su edad (cumplió 35 años en mayo), pero se va a ganar gran parte de eso solo en el 2016.

Daniel Murphy: Ha decaído un poco últimamente en el departamento de promedio de bateo, pero sigue teniendo grandes números ofensivos, probando que su explosión en la segunda mitad de la temporada pasada no fue casualidad. Sus métricas defensivas siguen estando por debajo del promedio; de otro modo tendría un WAR mucho más alto.

Esos son seis jugadores Todos Estrellas, aunque cuatro de ellos están en la Liga Americana, así que uno de ellos se quedará con la pajita corta. Esta lista ni siquiera incluye a Matt Carpenter, movido recientemente a la segunda base por los Cardenales; o Logan Forsythe de Tampa Bay, quien podría estar entre los 25 mejores si no se hubiese lesionado. Otros tales como Jean Segura, DJ LeMahieu y Jason Kipnis podrían ser candidatos al Todos Estrellas en algunas temporadas.

OK, vamos a la pregunta. ¿Cuál ha sido el mejor año en la historia para los intermedistas? Ya que algunos de los que están en la gráfica llevan ritmo para terminar con más de 5 en WAR, hagamos una búsqueda para la mayor cantidad de intermedistas con WAR de 5 o más en una temporada. La respuesta... seis, en 2013: Canó (7.8 WAR), Carpenter (6.4), Pedroia (6.3), Kipnis (5.7), Kinsler (5.0), Zobrist (5.0). Esos seis se ubicaron cuarto, 12º, 13º, 19º, 28º y 29º, respectivamente, entre los jugadores de posición en WAR.

Hemos tenido cuatro temporadas con cinco: 2014 (Canó, Altuve, Kinsler, Howie Kendrick, Brian Dozier); 2009 (Zobrist, Chase Utley, Kinsler, Aaron Hill, Pedroia); 1989 (Ryne Sandberg, Robby Thompson, José Oquendo, Julio Franco, Lou Whitaker); y 1975 (Joe Morgan, Rod Carew, Bobby Grich, Davey Lopes, Dave Cash).

Ese grupo de 1989 fue particularmente impresionante, ya que los cinco se ubicaron entre los 18 mejores en WAR entre los jugadores de posición. Un joven Roberto Alomar y Steve Sax también se ubicaron entre los mejores 30, con Harold Reynolds y Willie Randolph entre los mejores 40. El grupo de 1975 incluye a Morgan, el JMV ese año con una temporada monstruosa - WAR de 10.9, sin duda la mejor de todos los tiempos para un intermedista. Carew lideró la LA con WAR de 7.8 y se ubicó segundo entre todos los jugadores de posición, aunque terminó apenas en el noveno lugar en la votación del JMV. El subestimado Grich llegó quinto con WAR de 7.3. Una razón para que esos jugadores acumularan un WAR tan alto es que hubo muchos intermedistas con poco talento para el bateo, lo que permitió que buenos bateadores como Morgan y Carew llegaran en la cima en sus posiciones.

La segunda base ha evolucionado desde entonces a una posición donde se espera un aporte ofensivo importante. Los chicos son más grandes y atléticos ahora que los que la jugaban en los años 70, y este grupo ha envejecido increíblemente bien. De hecho, he aquí una estadística asombrosa: Al llegar a los partidos del jueves, los intermedistas estaban bateando casi tan bien como los inicialistas:

Inicialistas: .252/.330/.439

Intermedistas: .274/.332/.429

Así que quizás también estemos en una era dorada de los intermedistas. Solo tres han logrado ganar un premio de JMV desde que Morgan ganó dos premios consecutivos hace 40 años -- Pedroia en 2008, Jeff Kent en 2000, Sandberg en 1984 - pero les garantizamos que tenemos algunos candidatos fuertes este año. Ahora, en cuanto a esa boleta para el Todos Estrellas...

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Dee Gordon, Jose AltuveGetty Images, AP Photo
De pie fuera de las jaulas de bateo en el complejo de entrenamiento de primavera de los Marlins de Miami en la primavera pasada, Dee Gordon habló de lo emocionado que estaba por el cambio a Miami y de tener la oportunidad de jugar con Giancarlo Stanton y Christian Yelich. Pero Gordon es el tipo de persona que encuentra una razón para estar entusiasmado con cualquier lugar en el que juega, sin importar las circunstancias.

Gordon se dirige naturalmente hacia la positividad, lo que parece ser un rasgo que le ayudó a mejorar mucho en los últimos dos años y ascender más allá de las expectativas de los evaluadores. En otra parte de nuestra serie del top 10 aquí presentamos a los 10 mejores segundas bases en el béisbol, con base en las aportaciones de los evaluadores y los jugadores de la MLB.

1. José Altuve, Astros de Houston

Inmediatamente después de que los Astros vencieron a los Yankees en el juego por el comodín de la Liga Americana el mes pasado, Altuve desapareció del clubhouse de Houston por un tiempo, por el bien de su propia conservación. Altuve sabía que si mostraba su rostro entre los compañeros de equipo las posibilidades de ser empapado de champan eran sería como si estuviera debajo de las Cataratas del Niágara.

Él es pequeño en estatura, aparece con 5"6' - generosamente - pero es alto en impacto. En 2015, Altuve llegó de nuevo a 200 hits, incluyendo 59 extrabases, se robó 38 bases y anotó 86 carreras. Altuve también ganó el Guante de Oro por su trabajo defensivo, ubicándose entre los 10 mejores en carreras defensivas salvadas.

2. Dee Gordon, Marlins de Miami

Gordon ha desarrollado su carrera profesional trabajando para hacerse más fuerte, trabajando para ganar peso, a sabiendas de que los lanzadores contrarios le martillan con bolas rápidas adentro y efectivamente golpean el bate y se le escapa. Para Gordon, añadir fuerza y peso ha sido un reto. Redujo la cantidad de básquetbol que jugaba, comió mejor y dio un gran paso hacia adelante como bateador en 2014 - luego tomó un gran salto en 2015, liderando la Liga Nacional en hits a pesar de que se dislocó el pulgar en julio y perdió 17 partidos.

Gordon bateó .333 con 88 carreras anotadas y 58 bases robadas, y mejoró notablemente en defensa. Quería mejorar para hacer jugadas de revés, pero el entrenador del infield Perry Colina mencionó durante la temporada que pensaba que Gordon había mejorado en el posicionamiento y la realización de dobles matanzas.

3. Jason Kipnis, Indios de Cleveland

El infielder de los Indios obtuvo par de votos decorativos en la parte final de la votación al Jugador Más Valioso por su juego la temporada pasada, lo cual merecía; él trabajó muchísimo en su preparación para la temporada de 2015 y tuvo mucho éxito. Kipnis bateó para .303, con un porcentaje de embasamiento de .372, y lideró a todos los segundas base en la versión de Fangraphs del WAR.

4. Ian Kinsler, Tigres de Detroit

Terminó No. 1 entre los segundas base en carreras defensivas salvadas en 2015, y con amplia ventaja; Kinsler acumuló 19, Gordon 13, y Logan Forsythe, de Rays, fue tercero con ocho. Kinsler también encabezó a todos los segundas base en UZR/150. Estas métricas y otros sugieren que Kinsler debería haber ganado fácilmente el premio Guante de Oro en la Liga Americana.

Pero Kinsler también tuvo una de las mejores temporadas ofensivas de su carrera, registrando 185 hits y 94 carreras anotadas, y su ESPN WAR de 6.0 fue el más alto de su carrera. Él ocupó el cuarto lugar entre los principales segundas base en la versión de Fangraphs de WAR (4,2).

5. Ben Zobrist, agente libre (previamente con Reales de Kansas City)

Él no estuvo muy saludable hasta la parte final de la temporada, después de que fue canjeado a los Reales, y en la postemporada, Zobrist demostró lo que podía hacer con toda su fuerza, golpeando .303 (incluyendo ocho dobles) y anotando 15 carreras en 16 juegos . Zobrist jugó un papel importante en la carrera por el campeonato de Kansas City, y por eso y por lo que podía hacer avanzar, se le pagará gran cantidad de dólares en breve.

6. Robinson Canó, Marineros de Seattle

El exentrenador de los Marineros Andy Van Slyke recibió mucha atención por los comentarios acerca de Canó hechos en una entrevista radial en la que Van Slyke hablaba de lo mal que jugó. El rendimiento de la temporada pasada de Canó no fue tan bueno como en años anteriores, pero al final, terminó el año con 56 extrabases y tuvo un .779 de OPS, que fue quinto entre los segundas base. Y al final de la temporada, Canó fue operado, un problema del cual los Marineros estaban conscientes.

La decisión de los Marineros de firmar a Canó por 10 años nunca fue una buena idea, y el jugador de 33 años, tiene ocho años más de contrato; hacia el final de la operación, la situación podría ponerse fea. Pero es más probable que Van Slyke es culpable de exagerar al decir que Canó es un jugador terrible. Él sigue figurando en el escalón superior de los segundas base de las Grandes Ligas, y ningún crítico puede decir que él no puede estar en el campo: en las últimas nueve temporadas, Canó ha perdido un total de 25 partidos.

7. Logan Forsythe, Rays de Tampa Bay

A los 28 años, Forsythe obtuvo su primera oportunidad de jugar todos los días en las Grandes Ligas en 2015 y tuvo una tremenda temporada, golpeando .281 con 52 extrabases y un .803 de OPS; él fue el quinto lugar entre todos los segundas base en WAR, de acuerdo con Fangraphs.

8. Howie Kendrick, agente libre (previamente con Dodgers de Los Ángeles)

Kendrick ha jugado 10 temporadas en las Grandes Ligas y nunca ha golpeado menos de .285, nunca por encima de .322; él es un metrónomo ofensivo, y la temporada pasada para los Dodgers, bateó .295 con un porcentaje de embasamiento de .336. También se perdió 45 partidos, sobre todo debido a un problema en el muslo.

Kendrick es un agente libre, y después de rechazar una oferta de calificación de los Dodgers, es incierto donde aterrizará. Pero su próximo equipo puede esperar lo habitual: un promedio de bateo de aproximadamente .290, con constante (aunque no espectacular) defensa y una gran presencia clubhouse.

9. Brandon Phillips, Rojos de Cincinnati

Algunos de sus números disminuyeron en 2013 y 2014, pero "Dat Dude" tuvo algo así como un año de repunte en 2015, bateando .294 y acumulando la mayor cantidad de hits que ha tenido en una temporada (173) desde 2011. Él también robó 23 bases en 26 intentos, la mayor cantidad de robos desde 2009, y sus métricas defensivas permanecieron sólidas. Phillips ha tenido más que problemas en la mano y lesiones en la muñeca en los últimos años, pero es generalmente bueno para unos 150 juegos (148 la temporada pasada).

10. Brian Dozier, Mellizos de Minnesota

Estaba destinado a tener un muy buen año -y aterrizar en un lugar mucho más alto en esta lista- antes de una brutal caída en la segunda mitad. Dozier en realidad quedó en el puesto 18 entre todos los jugadores en el WAR de Fangraphs hasta el Juego de las Estrellas, pero bateó para .210 tras el descanso, con un porcentaje de embasarse de .280.

A pesar de ello, Dozier terminó el año con 71 extrabases y anotó 101 carreras, y su mejora y devoción en el corrido de las bases se percibió como una de las razones que los Mellizos se pusieron en la pelea en la última semana de la temporada regular.

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