PORT ST. LUCIE, Fla. - El toletero de los Mets de Nueva York Yoenis Céspedes nunca fue dueño de un auto en Cuba.

"Una bicicleta", dijo Céspedes dijo el viernes. "Una bicicleta... y caminaba".

Ahora, es dueño de un vehículo para cada día de la semana. Bueno, en realidad para seis días de la semana, así que solo tendrá que repetir uno de ellos en un periodo de siete días.

El domingo y el lunes Céspedes llegó al complejo de entrenamientos de los Mets en una camioneta Ford F-250. Llegó el martes en una motocicleta de tres ruedas Polaris Slingshot. El miércoles llegó en un Lamborghini Aventador. Y el jueves en un Alfa Romeo 8C Competizione.

El viernes en la mañana, Céspedes llegó al estacionamiento para jugadores de los Mets en una Jeep Wrangler Unlimited a la que recién ayer se le completaron sus modificaciones.

Dichas mejoras fueron llevadas a cabo por Alex Vega, dueño de The Auto Firm en Miami. El Jeep, con todo y las mejoras, le costó unos $80,000.

Céspedes firmó un contrato de tres temporadas y $75 millones con los Mets a finales de enero. Puede optar por salirse del contrato luego de la primera temporada, en la que se ganará $27.5 millones.

"Estando en Cuba, nunca pensé que iba a estar en Estados Unidos", dijo Céspedes. "Luego que llegué aquí vi las posibilidades de tener lo que quisiera, así que trabajé duro para lograrlo".

Incluso los compañeros de equipos han quedado maravillados con el despliegue de autos de Céspedes, y algunos hasta se han tomado fotos con los mismos, sentándose en el asiento del conductor de algunos de ellos.

"Mañana voy a estar mostrando mi Toyota Highlander a ver si alguien llega temprano a verla", dijo en broma el receptor Kevin Plawecki a principios de la semana.

Céspedes dijo que la Slingshot, que técnicamente es una motocicleta de tres ruedas, es la más divertida de conducir.

"No ha sido todo de repente", dijo Vega sobre la colección en ascenso de Céspedes. "Él comenzó con un auto regular, como todo el mundo. Compró un [Mercedes-Benz] GL. ... Un auto que suelen usar las madres que llevan sus hijos a partidos de fútbol".

Vega añadió: "Poco a poco, año tras año, compra algo diferente. ... Con él, yo le hago todo. Como pasó con el Lamborghini, le quitamos todo lo que tenía de fábrica y lo pintamos por completo. Hicimos toda la parte interior desde cero. Hicimos los escapes que botan fuego, las ruedas modificadas. Yo siempre le diseño las ruedas para él".

Vega también ha trabajado en una camioneta Range Rover que pertenece al derecho de los Mets Bartolo Colón al igual que autos pertenecientes al cerrador Jeurys Familia.

En cuanto al vehículo que utilizará Céspedes para llegar el sábado, el último que va a mostrar, Vega dijo: "Les tenemos una sorpresa a ustedes mañana. Pienso que mañana ustedes se van a volver realmente locos".

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Alex Rodríguez no es Cenicienta

FECHA
26/02
2016
por Wallace Matthews, Escritor de ESPN.com
TAMPA, Fla. - El jueves Alex Rodríguez comparó su sorpresiva temporada 2015 con la historia de Cenicienta, pero la realidad es que la analogía no funciona en varios niveles.

Por un lado, Alex Rodríguez no tuvo que vivir la vida de una camarera o sirvienta, maltratada y abusada por su madrastra y sus malvadas hermanastras, y quien de repente vive una gloriosa noche en la que su vuelta da un giro por completo. Por años, él fue parte de la realeza del béisbol cuyas propias acciones lo forzaron a caer en la humillante posición de tener que esforzarse para volver a ser visto con buenos ojos en el deporte.

Y por el otro, Cenicienta vivió el segundo acto de su vida fuera del escenario. A nosotros nos dijeron que ella y el Príncipe Encantador vivieron felices para siempre, y nunca más hemos vuelto a escuchar otra palabra de ella o de ellos.

Pero Rodríguez no va a tener ese lujo, ya que se espera que siga su "temporada de Cenicienta" con algo mucho menos mágico -una sólida campaña de Grandes Ligas parecida a la producción -- 33 jonrones y 86 impulsadas - que tuvo hace un año.

Por supuesto, eso no va a ser tan fácil.

En muchos aspectos, Rodríguez sí disfrutó una temporada de ensueño el año pasado por primera vez en probablemente seis años, una en la que estuvo libre de lesiones, y más sorprendente aún, controversias.

El mayor escándalo de la temporada 2015 en torno a Rodríguez fue la resistencia de los Yankees de Nueva York a pagarle el bono de $6 millones, establecido en su contrato, al empatar con Willie Mays en la lista de jonroneros de todos los tiempos con 660 jonrones, una controversia pública de silbidos que solo sirvió para que los grandes y malos Yankees lucieran como que estaban abusando de la pobre camarera, er, quiero decir, del pobre toletero.

Aparte de Chase Headley (148) y Didi Gregorius (147), ningún otro jugador de los Yankees abrió más partidos como titular que Rodríguez con 138. Luego de perderse la totalidad de la temporada 2014 y haber promediado 105 partidos por campaña en las anteriores cinco temporadas, no pasó ni un minuto en la lista de lesionados en el 2015.

Y no olvidemos que hasta su mala racha en la parte final de la temporada - bateó apenas .191 con nueve jonrones en agosto y septiembre - el bate de Rodríguez era el segundo más peligroso en la alineación de los Yankees luego del de Mark Teixeira.

¿Cuáles son las posibilidades de que todos esos cuerpos celestiales se puedan alinear para que tenga un segundo año como ese en fila?

Gracias a que él es Alex Rodríguez, siempre existe la posibilidad de que eso ocurra.

Gracias a que además es un ser humano, las probabilidades de que eso no ocurra son aún mayores.

Y como sea que le vaya el 2016 a Rodríguez y a los Yankees, la temporada no va a ocurrir de la misma forma que le ocurrió a Cenicienta, en privado, y luego de la última página del libro de cuentos.

Para Rodríguez, su más reciente segundo acto -- de todos modos, ¿cuántos de estos ha tenido ya? - se llevará a cabo ante multitudes de más de 40,000 personas en un estadio cerca de usted y en las pantallas de televisión de todo el país.

Incluso con la historia en progreso de Aroldis Chapman y su equipaje fuera del terreno colgando sobre los Yankees en esta primavera, hay muchos ojos atentos a Rodríguez, como siempre ha ocurrido. Su primera práctica de bateo el jueves tuvo una muy buena asistencia y una cantidad ridícula de reporteros y equipos de televisión.

Esa fue solo la primera de muchas prácticas de bateo entre ahora y el Día Inaugural, pero en honor a la verdad, lució un poco fuera de ritmo, especialmente luego de Teixeira, quien lució como si estuviera en forma de juego de mediados de temporada; envió varias pelotas en la práctica por encima de la cerca con la fuerte brisa de Florida en su contra.

Los Yankees ya han dejado en claro en esta primavera que ni siquiera van a considerar la posibilidad de que Rodríguez pueda jugar uno o dos partidos en la primera base, o siquiera en la tercera, donde en cambio estarán probando a Rob Refsnyder. De hecho, ni siquiera le permiten a Rodríguez ponerse un guante en la mano.

"La organización siente que para sacarle el mayor provecho, lo mejor es no ponerlo en el terreno", dijo el manager Joe Girardi. "Para mantenerlo físicamente saludable, lo mejor es utilizarlo solo como designado".

Rodríguez también mostró algunas dudas persistentes sobre la condición de su cuerpo. Cuando se le preguntó si esperaba poner este año el mismo tipo de números que puso la temporada anterior, dijo: "Siento que puedo ser productivo. Pero a mi edad, como a cualquier edad, la salud es lo principal".

Y cuando se le preguntó sí esperaba jugar más allá de la expiración de su contrato al final de la temporada 2017 -- Teixeira, cuatro años más joven que él, dijo el miércoles que esperaba jugar cinco años más -- Rodríguez se cubrió las espaldas de nuevo contra las apuestas.

"Yo no voy a estar jugando por cinco años más", dijo. "A los 40 años, y con dos cirugías de cadera, yo estoy de día a día. Mi actitud es jugar duro y jugar tanto como mi cuerpo me lo permita"".

Esa podría ser una manera sutil de bajar las expectativas para la venidera temporada, o podría ser un atisbo a la psiquis de un jugador que sabe que viene de un año excepcional y que se pregunta a sí mismo, como lo hacemos todos nosotros, si es capaz de hacerlo nuevamente.

La Cenicienta real nunca tuvo esas preocupaciones. La suya fue un encuentro romántico que se convirtió en una vida de (presunta) felicidad privada.

Alex Rodríguez, cuya vida completa, según parece, se ha llevado a cabo en escenarios públicos, tiene que repetir la noche mágica de Cenicienta en el baile de nuevo este año, y de nuevo el año que viene.

Y no tendremos que esperar a que nos cuenten si él pudo vivir feliz para siempre. Eso lo podrá ver todo el mundo.

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FORT MYERS, Fla. -- Big Papi lució reflexive, introspective, de buen humor, agradecido, elocuente, expansivo.

E inflexible.

En una entrevista de tema libre el martes, David Ortiz se reafirmó en que esta será su última temporada, justo como prometió cuando anunció su retiro en noviembre. Nada va a cambiar eso - ni siquiera una temporada más monstruosa que la que haya tenido en su ilustre carrera, incluyendo los pasados 14 años con los Medias Rojas de Boston.

"Yo no sé cómo me voy a sentir luego de haber terminado", dijo Ortiz, de 40 años, en los primeros comentarios públicos hechos desde que anunció su retiro, más allá de haber hablado con algunos reporteros de Boston en su natal República Dominicana en diciembre. "No he experimentado esto. Pero, ¿sabes? Estoy listo para pasar el batón. Pienso que ahora mismo todo está caminando en la dirección correcta desde que dejé saber mi decisión.

"Por alguna razón, muchos de nosotros solemos sentir que nos queda mucha gasolina en el tanque y deseamos volver. Pero espero que ese no sea mi caso. Tengo algunas ideas basado en lo que quiero hacer y lo que ya he hecho. Miro a mi alrededor y todos tienen 20 años. Así que pienso que estoy listo. Por eso es que hice mi anuncio".

¿No hay dudas en lo absoluto?

"Agradezco a Dios todos los días por darme la oportunidad de haber tenido la carrera que he tenido", dijo. "Pienso que todo el mundo tiene su momento. Uno siente que es momento de irse. Al menos tuve la oportunidad de hacerlo. Muchos de nosotros no reciben esa oportunidad. Muchos de nosotros, jugamos el juego hasta que nos dan la patada de salida. En mi caso, yo sé que puedo batear. Pero no sé por cuánto tiempo pueda seguir haciendo lo que sé hacer.

"Pero durante la temporada, yo sé cómo se sienten las cosas. Y eso es importante. Para mí, creo que a veces vas a través de la temporada y ves las cosas a tu alrededor. Uno ver cómo te comienzas a sentir mientras te haces más viejo. Uno se enfoca en todas las cosas. Recuerden, no soy el tipo de jugador que se queda con una mala temporada. ¿Sabes lo que te digo? La gente siempre espera que venga y haga lo que estoy acostumbrado a hacer. ... Y yo no me estoy poniendo más joven".

Ortiz se sentó en una banca afuera del camerino en el JetBlue Park, buscando sentirse cómodo con su vestimenta de manga corta, y con su gorra volteada al revés. Nunca lució emocional en lo que fue una animada sesión de preguntas con los medios.

Fue aparente que está más enfocado en ganar una cuarta Serie Mundial en disfrutar la experiencia en su última temporada.

"Tampoco tengo planificado ponerme demasiada presión", dijo. "Más allá de saber que será mi última temporada, también sé que este es un trabajo que tengo que seguir haciendo. Y déjenme decirles algo: Este trabajo no es algo fácil de hacer, así que pienso tomar las cosas día a día y ojalá que esto no sea una distracción para mis compañeros o para el equipo, o incluso para mí. Soy el tipo de jugador que necesita enfocarse para hacer lo que me gusta hacer. Esa es la única manera en que sé jugar el juego. Yo no soy el tipo de jugador que puede darse el lujo de no enfocarse en su tarea. Me tengo que enfocar. Tengo que estar encima de las cosas. ... Yo sé que van a haber muchos equipos intentando felicitarme y hacerme reconocimientos. Y eso es algo que realmente aprecio. Pero como dije, yo no quiero que eso se convierta en una distracción, así que esperemos que todo salga bien".

Ortiz dijo que no ha hablado con Derek Jeter o Mariano Rivera -- o algunas otras superestrellas que se hayan retirado recientemente - sobre cómo mantenerse enfocado durante la gira de despedida para evitar que la misma se salga de control.

"Pienso que es normal que lo que hagan sea seleccionar un día para decirle adiós a uno y seguir adelante", dijo. "Eso no es algo loco. No es como que vamos a ir a una ciudad por cuatro días y vamos a ver un desfile cada día. Eso es algo de un solo día. Ellos dejarán saber cuando. Uno le da las gracias a los fanáticos. Yo me encargaré de agradecerle a los fanáticos.

"No importa donde uno vaya a jugar. No importa para quien uno juega. Pienso que como jugador, uno tiene que ser agradecido de los fanáticos por su apoyo durante todos estos años. Uno se gana la vida gracias a los fanáticos. Soy un jugador que no se olvida de eso".

El nueve veces Todos Estrellas y JMV de la Serie Mundial 2013 entra a la temporada 2016 con 503 jonrones en su carrera - en el puesto 27 de todos los tiempos, a 18 vuelacercas de Ted Williams, quen está empatado en el puesto 19 con Willie McCovey y Frank Thomas.

Al serle preguntado si le gustaría irse como Williams, quien conectó un cuadrangular en el último turno de su carrera en 1960, Ortiz dijo, "Eso no es tan fácil".

De acuerdo al manager John Farrell, el legado de Ortiz está asegurado.

"Yo lo miro como un jugador del Salón de la Fama", dijo Farrell, "y yo lo miraría como un tipo que tiene la habilidad de levantar su juego en ciertos momentos. O quizás la mejor manera de decirlo es que no permite que el momento le saque de su propio juego. Cuando uno piensa en grandes jugadores, ellos son capaces de mantener la calma. Su pulso no se acelera. Ellos pueden seguir rindiendo en esos momentos tan críticos.

"Yo no conozco a nadie en la historia de los Medias Rojas - y tendríamos que escarbar bastante para encontrar otro jugador en el béisbol - que haya tenido momentos como los que ha tenido David en conyunturas tan críticas en el deporte. Somos afortunados de haber estado en el lado positivo de esos momentos, y que haya podido crear memorias tan duraderas para todos nosotros".

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NUEVA YORK -- Los Mets de Nueva York ganaron 90 partidos durante la temporada regular en el 2015, rompiendo una racha de seis temporadas perdedoras al hilo. Entonces dispusieron de los Dodgers de Los Angeles y los Cachorros de Chicago en la postemporada para ganar su primer banderín de la Liga Nacional en 15 años.

¿Una consecuencia de ese éxito? Los Mets ya no van a tomar por sorpresa a otros equipos. De hecho, ellos se van a convertir en la presa para una gran cantidad de equipos contendientes en la Liga Nacional, una lista que incluye a los Cachorros, los Diamondbacks de Arizona, los Gigantes de San Francisco, los Dodgers, los Nacionales de Washington, los Piratas de Pittsburgh y los Cardenales de San Luis.

"Nosotros esperamos tener el mejor juego de todo el mundo", dijo el capitán David Wright. "Vamos a tener un blanco de tiro en nuestras espaldas, y los jugadores y los fanáticos de los equipos van a querer desbancar a los campeones de la Liga Nacional".

De los últimos 25 equipos que han llegado y perdido la Serie Mundial, solo los Reales de Kansas City han vuelto al Clásico de Otoño al año siguiente y ganaron el campeonato. Por supuesto, ese es un tema caliente para los Mets. Kansas City se quedó corto ante los Gigantes en el 2014. Y luego los Reales celebraron en Queens el 1 de noviembre luego de vencer a los Mets en cinco juegos.

Además en la década pasada, los Vigilantes de Texas llegaron a Series Mundiales consecutivas -- en 2010 y 2011 - y perdieron ambas, mientras que los Filis de Filadelfia fueron campeones en el 2008 y en el 2009 perdieron la Serie Mundial.

"Cuando mi equipo volvió [a los entrenamientos primaverales] el año pasado, tuve que bajarles un poco el tono, porque estaban muy unidos y decididos como grupo luego de la experiencia y el éxito que habían tenido el año anterior", dijo el manager de los Reales Ned Yost. "Hicimos nuestros ejercicios. Y digamos que estábamos haciendo ejercicios de atrapar corredores en las bases, y luego se ponían a hacer corridos entre las bases. Yo les dije, 'Muchachos, nosotros no hacemos corridos'. Y ellos se detuvieron y me miraron. Y me dijeron, 'Jefe, no vamos a volver a la Serie Mundial haciendo las cosas a la mitad. Lo que vamos a hacer lo hacemos con todo el impulso'. Y lo hicieron".

Los lanzadores y receptores de los Mets se reportaron oficialmente el miércoles a los entrenamientos en Port St. Lucie, Florida, y los fanáticos de los Mets tienen muchas razones para sentirse optimistas. Con la excepción del veterano zurdo Jonathon Niese, quien fue cambiado a los Piratas por el intermedista Neil Walker, todo el cuerpo de lanzadores vuelve al equipo. Los jóvenes lanzallamas Matt Harvey, Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matz se combinaron para ponchar 593 bateadores en 566 entradas la temporada pasada. Mientras tanto, el ganador de 14 juegos Bartolo Colón (quien cumplirá 43 años el 24 de mayo) firmó de vuelta con el equipo por una temporada y $7.25 millones. Y Zack Wheeler está pautado para volver de su cirugía Tommy John cerca del 1 de julio-convirtiendo a los Mets en un equipo mucho más profundo en cuanto a abridores legítimos.

Ningún equipo ha logrado tener cuatro lanzadores con 200 ponches en una temporada. Solo tres equipos en la historia de Grandes Ligas han tenido tres lanzadores que lograron esa hazaña - los Tigres de Detroit del 2013 (Aníbal Sánchez, Max Scherzer y Justin Verlander), los Astros de Houston de 1969 (Larry Dierker, Tom Griffin y Don Wilson) y los Mellizos de Minnesota de 1967 (Dave Boswell, Dean Chance y Jim Kaat). Ciertamente los Mets tienen la capacidad de unirse a ese club.

Mientras tanto, lo que convirtió una temporada baja bastante sosa para los Mets en una alabada por los fanáticos y los medios fue la no esperada firma de vuelta de Yoenis Céspedes con un contrato de tres años y $75 millones. El acuerdo incluye la habilidad de que el toletero pueda salirse del acuerdo luego de la primera temporada. Céspedes se ganará $27.5 millones en el 2016.

Los Mets se convirtieron en la pasada temporada en el primer equipo en la historia en llegar a la Serie Mundial luego de estar últimos en MLB en carreras anotadas para el 31 de julio. Su explosión ofensiva en los dos meses finales de la campaña fue en gran parte producto de la contribución de Céspedes.

La alineación profunda de los Mets ahora incluye un año completo del chico de 22 años Michael Conforto en los jardines. Además incluye mayores contribuciones potenciales del antesalista Wright y el receptor Travis d'Arnaud, los que se perdieron bastante tiempo de juego por lesiones el año pasado.

"Con el tipo de pitcheo que tienen los Mets, ese es un equipo que infunde miedo en los contrarios", dijo Yost, cuyos Reales levantarán su banderín de campeones del béisbol en el partido inaugural el 3 de abril en el Domingo de Grandes Ligas de ESPN teniendo a los Mets en el camerino visitante en el Kauffman Stadium como sus rivales.

Respondiendo a la pregunta de cuán difícil es llegar a una segunda Serie Mundial consecutiva, el manager de los Reales añadió, hablando de los Mets: "Por supuesto, pero ellos tienen el talento para hacerlo".

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NUEVA YORK - Para esta misma época el año pasado, existía el pensamiento generalizado de que el toletero dominicano de los Yankees de Nueva York Alex Rodríguez de que quizás no volvería a jugar en Grandes Ligas, y nadie se imaginaba que conectaría 33 jonrones o que sería analista invitado en TV durante la Serie Mundial.

En el 2015, él no causó problemas fuera del terreno, ni falló ninguna prueba por uso de sustancias para mejorar el rendimiento. En cambio, ayudó a los Yankees a volver a los playoffs luego de una ausencia de dos años. A-Rod, quién tuvo como una de sus prioridades rehabilitar su relación con los fanáticos, lució como un hombre cambiado.

Pero, ¿lo es? A un mes de los entrenamientos primaverales, ¿qué podemos esperar de A-Rod en el 2016? Nuestros escritores de los Yankees, Wallace Matthews y Andrew Marchand, discuten el tema.

Marchand: Sigue siendo bastante incomprensible que A-Rod entre a los entrenamientos de este año como el amado líder de los Yankees. Él era un paria hace apenas 365 días. Los Yankees no lo querían, pero le debían sobre $60 millones, así que tuvieron que quedarse con él. Para mí parecía que seria una situación de 24 mas 1. En cambio, A-Rod dijo las cosas correctas, y más importante aún para sus buenos oficios con el equipo y muchos de sus fanáticos, él bateó.

A-Rod además actuó diferente. Lució mucho más acogedor y amable que en el pasado. ¿Acaso fue un acto? Ya vimos esto antes, durante su "Gira de Redención de PED No. 1" en el 2009, que fue en la víspera de su participación en el escándalo de Biogenesis con Tony Bosch y sus amigos.

Matthews: Él sí actuó diferente, pero tenemos que recordar que él lució su mejor comportamiento por un sinnúmero de razones. Él estaba intentando cortejar a la oficina central de los Yankees, sus compañeros, los fanáticos, la prensa, y probablemente, más que nada, al nuevo comisionado Rob Manfred, quien había llevado el caso de MLB ante él en el asunto de Biogenesis. Así que, a pesar que él fue diferente, yo me reservaré mi juicio en torno a si A-Rod es verdaderamente un hombre cambiado hasta que vea su comportamiento en esta temporada.

Marchand: De acuerdo. Lo otro que no se puede descartar es, ¿cómo rayos él pudo hacer lo que hizo el año pasado? Quiero decir, dos cirugías de cadera, llegó a los 40 años y básicamente dos años de inactividad, y A-Rod lució excelente por tres cuartas partes de la temporada. Mi madre me enseñó hace mucho tiempo que, si algo es demasiado bueno para ser verdad, usualmente lo es. Dicho esto, quizás A-Rod estuvo haciendo las cosas de la forma correcta - pero en este punto, sería ingenuo por lo menos no preguntarse si él tuvo algo de ayuda extra.

Matthews: Desafortunadamente, el béisbol y todos los deportes profesionales han hecho esta cama sucio por sí mismos, y no es solo ingenuo, sino irresponsable para nosotros como periodistas no sospechar algo cuando un atleta de una edad avanzada hace algo que parece poco probable que pueda hacerlo. Yo le daré a Alex el beneficio de la duda sobre el 2015, pero me sorprendería mucho si puede mantenerse saludable toda la temporada y produce de igual forma en el 2016.

Marchand: Yo dudo que vaya a tener la misma suerte con su salud como la tuvo el año pasado. A los 41 años, incluso como bateador designado a tiempo completo, uno tiene que pensar que le tocará pronto una lesión, o por lo menos, una producción menor. Aunque sí creo que los fanáticos van a emprenderla en su contra si no luce bien, pienso que tiene algo de espacio para respirar. No lo van a odiar, como le ocurrió una vez, si no luce bien o si se lastima. Sin embargo, si es atrapado de nuevo utilizando sustancias, ya eso sería otra historia. En cuanto a empatar con Babe Ruth con su cuadrangular No. 714 este año - llega a la temporada 2016 con 687 bambinazos de por vida - yo no veo otra temporada de más de 27 jonrones en su carrera.

Matthews: Para volver a la pregunta original, yo no estoy seguro de que Alex sea verdaderamente un hombre cambiado, pero yo espero que se conduzca en el 2016 de una forma parecida a la del 2015. Pienso que él tuvo la oportunidad de probar lo que se siente ser un favorito de los fanáticos, y además pienso que tuvo la oportunidad de atisbar lo que podría ser su futuro en el deporte luego de su retiro - un bonito y cómodo trabajo en TV. Quizás luzca como un loco en ocasiones, pero Alex Rodríguez no es estúpido.

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NUEVA YORK - Entre el final de su temporada 2015 - un festival de dominio por parte de Dallas Keuchel y los Astros de Houston en el juego entre comodines de la Liga Americana - y hoy, los Yankees de Nueva York han firmado 14 agentes libres, conseguido en cambio 7 jugadores, han comprado uno y han reclamado uno de waivers.

Mientras tanto, los Mets de Nueva York, que se quedaron a tres victorias de su primer campeonato de Serie Mundial en 30 años, firmaron a Yoenis Céspedes.

Deslicen todas las cuentas hasta Flushing y acumúlenlas.

En el despiadado mundo del béisbol en Nueva York, los Mets, quienes ganaron la temporada regular y la postemporada en el 2016, han ganado también la temporada baja en el 2016.

Será interesante ver como los fanáticos del béisbol en Nueva York responder a esos eventos, y el cambio sísmico evidente en el equilibrio de poder entre los otrora todopoderosos Yankees ante sus hermanos menores los Mets.

Es obvio al ver sus respectivas temporadas bajas que las dos organizaciones han cambiado de puesto. Los Yankees, cuyas firmas de agentes libres fueron todas de jugadores crudos con acuerdos de liga menor, están claramente intentando ponerse más jóvenes y más baratos - su enfoque principal de cara al futuro.

Los Mets - quienes además firmaron a los jugadores de Grandes Ligas Asdrúbal Cabrera, Alejandro De Aza y Antonio Bastardo mientras conseguían en cambio a Neil Walker y firmaban de vuelta a Bartolo Colón para juntarlos con Céspedes - no están mirando más allá de la próxima temporada.

Son ellos, y no los Yankees, los que están echando a rodar los dados en el 2016 en búsqueda de ganar ahora.

Y aunque los Yankees esperan que su espectacular bullpen - una seguidilla de ponchadores como Dellin Betances, Andrew Miller y el recién adquirido Aroldis Chapman -- les ayude a recortar sus partidos y le quite algo de carga de trabajo a su sospechoso cuerpo de abridores, ellos definitivamente esperan tener un futuro más económico.

Un cambio de fortuna como ese habría provocado en George M. Steinbrenner III un ataque de rabia, compras al por mayor y despidos. Y eso no necesariamente habría sido algo bueno.

Su heredero, Hal Steinbrenner, ha optado por un modo de operación más paciente y cauteloso para construir su equipo, aunque hace apenas dos años gastó casi $250 millones en cuatro jugadores.

Queda por ver si alguno de los 14 agentes libres de los Yankees -- Pete Kozma, Vinnie Pestano, Donovan Solano, Anthony Swarzak, Francisco Díaz, César Puello, Juan Silva, Sebastián Valle, José Rosario, Jhony Brito, Spencer Mahoney, Daniel Marten, Tyler Jones o Kyle Higashioka (un firmado de vuelta) - tendrán la oportunidad de ver el interior del Yankee Stadium sin comprar un boleto de entrada.

Y de los tres principales jugadores adquiridos en cambio, uno de ellos, Chapman, todavía no está seguro de poder comenzar la temporada con el equipo. Las Grandes Ligas siguen investigando el episodio de violencia doméstica entre Chapman y su novia, y podrían imponerle un castigo bajo la nueva política de violencia doméstica.

A Starlin Castro, adquirido también vía cambio, se le está pidiendo que juegue una posición (segunda base) que apenas comenzó a aprender la temporada pasada, mientras que Aaron Hicks está pautado para ser el cuarto jardinero.

El lanzador Kirby Yates (traído de los Indios de Cleveland), el jardinero central Lane Adams (reclamado en waivers) y el lanzador derecho Chad Green (adquirido en cambio por Justin Wilson) podría convertirse en jugadores útiles, pero no se espera que ninguno de ellos convierta a los Yankees en contendientes a la Serie Mundial.

De hecho, de acuerdo con algunos analistas, los Yankees son el único equipo entre los 30 de las Grandes Ligas que no ha firmado un agente libre de importancia en esta temporada baja, y aunque ciertamente la frase "de importancia" es subjetiva, el punto no lo es. Luego de apenas mojarse los pies en la postemporada del 2015, los Yankees básicamente se han sentado a ver a los otros equipos moverse en la temporada baja del 2016.

Los Mets, quienes jugaron en la temporada hasta noviembre, hicieron el tipo de movida que nadie pensaba que tenían las agallas, o la chequera, para hacer. El tipo de movida que los Yankees solían hacer todo el tiempo.

En su corto tiempo en las Grandes Ligas, Céspedes ha rebotado en varios lugares - los Mets fueron su cuarto equipo en dos años - y ha alcanzado una reputación que puede o no ser válida.

Pero no hay duda que cuando llegó a los Mets en la fecha límite de cambios directos la pasada temporada, los ayudó a transformarse de un pequeño buen equipo a una verdadera potencia ofensiva. Y no es una exageración decir que sin él - junto con su gran y dinámico cuerpo de abridores - probablemente los Mets no estarían ni cerca de los playoffs, y mucho menos la Serie Mundial.

Los Yankees pasaron con Céspedes en la primera oportunidad, cuando salió de Cuba en un bote de motor en el 2011 solo con una cinta de video y un apodo ("La Potencia"). En su segunda oportunidad, en este invierno, volvieron a pasar, lo que es indicativo de su nuevo modo de operar su negocio y del hecho de que ahora mismo no tienen espacio para él en el terreno o en su plantilla.

En el pasado, nada de esto hubiese importado. Los Yankees habrían encontrado espacio para Céspedes, incluso si eso significaba inflar demasiado su nómina y causar que tuviesen que salir de un jugador - en este caso, probablemente Brett Gardner -- que es a la vez bien considerado en el camerino y relativamente asequible.

Pero esa ya no es la forma en que los Yankees hacen sus negocios.

Ellos dejan los contratos caros a largo plazo a otras organizaciones, equipos tales como los Medias Rojas de Boston, los Dodgers de Los Angeles, y sí, los Mets de Nueva York.

Es el tipo de curso de acción prudente que hubiese parecido impensable para ellos hace apenas unos años, y al igual que todos los planes a largo plazo, pasará un tiempo antes de poder emitir un veredicto de si realmente era la mejor forma de actuar o no.

Pero por ahora, los dos equipos de béisbol de Nueva York han intercambiado identidades, y para al menos una de esas bases de fanáticos, les tomará algo de tiempo acostumbrarse a ella.

¿Se quieren aventurar a adivinar cuál?

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Los Nacionales de Washington quizás hayan establecido un record de Grandes Ligas para la mayor cantidad de ponches por un equipo - en una temporada baja.

¿Cuál ha sido su más reciente ponche? Ese fue Yoenis Céspedes, el jardinero toletero agente libre quien en este pasado fin de semana rechazó una alegada oferta de cinco años y alrededor de $100 millones de parte de los Nacionales, optando en cambio por firmar con los Mets de Nueva York. Si ustedes son fanáticos de los Nacionales, el que Céspedes regrese con los Mets, su rival divisional, es algo doloroso. El hecho de que él estuviese dispuesto a aceptar un acuerdo de menos tiempo (tres años) y menos dinero ($75 millones) en el proceso es alarmante, especialmente cuando consideramos lo que ya ha ocurrido en D.C. en este invierno. O por decirlo de forma más certera, lo que no ha ocurrido.

Durante este último par de meses, los Nacionales han sido rechazados tantas veces que ya el gerente Mike Rizzo ha comenzado a sufrir pesadillas en su sueño. Darren O'Day, el mejor relevista disponible en el mercado, parecía casi asegurado en el roster de Washington pero terminó quedándose en Baltimore. Rizzo buscó de forma agresiva a Ben Zobrist y Jason Heyward, dos de los mejores jugadores de posición en el mercado, solo para ver como ambos se fueron con los Cachorros. El lanzador abridor Mike Leake y el cerrador Aroldis Chapman también estuvieron en el radar de Rizzo, pero terminaron yéndose con los Cardenales y los Yankees, respectivamente. Incluso los Planes B no han ocurrido de acuerdo al plan.

Cuando Zobrist dejó de ser una solución para el recurrente problema de los Nacionales en la segunda base, el equipo intentó conseguir mediante cambio a Brandon Phillips. El veterano de 34 años ha estado tanto tiempo con los Rojos que cualquier intento de ser cambiado tiene que contar con su aprobación. A pesar de que Phillips tiene profundos lazos con Cincinnati luego de pasar la última década allí, la lógica prevaleciente era que la oportunidad de A) jugar para un equipo contendiente y B) reunirse con su viejo manager (Dusty Baker) habría sido más que suficiente para que Phillips aceptara el cambio. Aparentemente, Phillips pensó lo contrario, y el cambio nunca ocurrió.

Mientras estamos hablando de Baker, no nos olvidemos de que él tampoco fue la primera alternativa de Washington. Sí, él es un manager probado en Grandes Ligas. Sí, él es un renombrado técnico con gran química en sus camerinos y que se especializa en proyectos de renovación. Sí, lució bien en su conferencia de prensa de presentación en noviembre y para todos los efectos es tan bueno como cualquiera para ese puesto. Pero en caso de que se olviden de esto, el principal candidato para el puesto de manager de los Nacionales era Bud Black, y la única razón por la que Baker fue quien terminó ocupando el puesto es porque Black se retiró tras sentirse insultado por la baja oferta que alegadamente le hizo Washington.

Todo esto no es para decir que los Nacionales no han hecho ninguna movida en esta temporada baja. Sí lash an hecho. Pero no es como que los equipos se estén peleando por brazos jornaleros como los de Óliver Pérez y Yusmeiro Petit. Su compañero relevista Shawn Kelley probablemente tenía opciones, pero es difícil pensar en él como algo más que un reemplazo para O'Day, al igual que es difícil pensar en el intermedista Daniel Murphy en otra cosa que no sea un reemplazo para Phillips, que era un reemplazo para Zobrist. El joven derecho Trevor Gott, quien fue adquirido de los Angelinos en el cambio por Yunel Escobar, no tuvo mucho que decir en el asunto. Como tampoco lo tuvo Ben Revere, quien pasó a Washington en el acuerdo que envió al descontento serpentinero Drew Storen a Toronto, dándole finalmente el cambio de escenario que tanto había deseado.

Para resumir: Un grupo de muy buenos jugadores (y un manager sólido) han elegido irse a otra parte en vez de jugar en Washington. Mientras tanto, uno de los jugadores más productivos de los Nacionales en los pasados seis años (Storen) se fue porque no podía aguantar estar más allí.

Como poco, es un fenómeno muy extraño. Después de todo, no es como que los Nacionales no tengan mucho que ofrecer. Ellos tienen a Bryce Harper, el actual Jugador Más Valioso que solo tiene 23 años y quien está bajo contrato hasta el 2018. Ellos tienen un as legítimo en Max Scherzer, quien lidera una de las mejores rotaciones de abridores en las Grandes Ligas. Ellos tienen bolsillos profundos, como quedó evidenciado con su nómina de $174 millones el año pasado, la tercer mayor en todo el béisbol.

No es por nada, pero también tienen a Washington, D.C. Quizás hayan escuchado de esa ciudad. ¿Saben, la capital de la nación? Una de las mejores ciudades del mundo, el Distrito Federal es una atracción turística obligatoria que atrae personas de todas partes. Excepto, aparentemente, a aquellos que trabajan en el béisbol profesional.

Así que ¿cuál es el problema? ¿Qué es lo que impide que los buenos jugadores de béisbol decidan evitar establecerse en el Distrito de Columbia?

Quizás es por consecuencia del programa de telerealidad que ocurrió allí el año pasado. Dicen que no existe tal cosa como mala publicidad, pero esos videos de Jonathan Papelbon tratando de ahogar a Harper en el dugout probablemente no hayan ayudado a los esfuerzos de reclutamiento de Rizzo, especialmente por el hecho de que Papelbon sigue en el roster de los Nacionales.

Quizás sea la reputación de Washington como una ciudad de football, que adora a sus Redskins. Seguro, los Nacionales tienen buena base de fanáticos, pero cuando se habla de bases de fanáticos apasionadas y tradición de béisbol, D.C. no es mencionada entre los New York y los Chicago y los San Luis del mundo.

Quizás sea la percepción de que, en años recientes, la oficina central de los Nacionales se haya convertido en algo parecido a la de los Steinbrenner en los viejos tiempos, simplemente adquiriendo piezas aquí y allá sin una preocupación real de cómo esas piezas van a poder encajar para formar una unidad sólida (ver: Papelbon).

Lo que nos trae a Céspedes. Si él hubiese firmado con Washington, habría sido el cuatro jugador clave en el roster de los Nacionales en llegar directamente de un rival divisional. Sin embargo, la adición de él habría sido suficiente para inclinar la balanza de poder en el Este de la LN.

En cambio, Céspedes es un Met. Y los Nacionales siguen buscando que piezas añadir.

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Cardenales refuerzan su rotación con Mike Leake

FECHA
22/12
2015
por Jerry Crasnick, Escritor Senior de ESPN
La firma: Los Cardenales de San Luis han llegado a un acuerdo para un contrato multianual con el lanzador agente libre Mike Leake. Se reporta que el acuerdo es por cinco años y $80 millones e incluye una opción mutua para un sexto año.

Ha sido hasta ahora una temporada baja lenta para el gerente de los Cardenales John Mozeliak. Los Cardenales estuvieron bien metidos en la puja por los servicios del agente libre David Price, solo para quedar arrollados por la oferta de Boston de siete años y $217 millones. Entonces el incumbente jardinero derecho Jason Heyward firmó con los Cachorros de Chicago e hizo algunas observaciones sobre el envejeciente nucleo de jugadores de San Luis que no cayeron nada de bien en el manager de los Cardenales Mike Matheny.

Los Diamondabacks de Arizona, los Gigantes de San Francisco y los Dodgers de Los Angeles habían expresado varios grados de interés en Leake. Pero los Gigantes gastaron $220 millones en Johnny Cueto y Jeff Samardzija, y Arizona logró resolver la parte superior de su rotación con la firma de Zack Greinke por un acuerdo de $206.5 millones y adquirir a Shelby Miller en un cambio con Atlanta.

De acuerdo a una fuente, los Cardenales fueron donde Leake con una fuerte oferta hace una semana y entonces esperaron por su decisión. San Luis se había resistido a ofrecer más de cuatro años, así que la adición de un quinto año en el contrato fue una concesión significativa.

La razón: Luego de perder a Lance Lynn por la cirugía Tommy John y John Lackey a los Cachorros mediante la agencia libre, los Cardenales tenían la necesidad de conseguir a alguien que pudiese absorber entradas en la rotación. Durante las reuniones de gerentes de MLB hace seis semanas, Mozeliak reconoció que quizás era hora que San Luis metiera sus manos de lleno en el mercado de agentes libres. Los Cardenales tuvieron una corrida de lesiones importantes en el pasado año, y la cantera de talento que tienen en sus fincas para llenar los huecos es buena, pero no es eterna.

"Yo no sé si estamos diciendo, 'Ya es suficiente'. Es algo más como que, '¿Cuántos golpes al cuerpo puedes resistir?'", dijo Mozeliak a principios de noviembre. "Por eso es que quizás haga sentido el comenzar a pensar en los mercados externos y entender, 'Quizás sea tiempo de ser más agresivos'".

El impacto: Existen diferencias de opiniones sobre Leake. Un escucha lo caracterizó recientemente como un "un tercer y medio abridor". Con una tasa de por vida de 6.1 ponches por cada nueve entradas, él es el lanzador por excelencia que pichea para lograr contacto. Lynn utilizó su recta en el 85.4 por ciento del tiempo en el 2015, máxima cifra en la Liga Nacional (un pelo por encima de Bartolo Colón de los Mets). En contraste, Leake dependió de un modo de lanzar utilizando cinco picheos y utilizó su recta en un mero 44.3 por ciento del tiempo.

Un atributo que trae Leake es su durabilidad. En las pasadas tres temporadas, se ubicó en el puesto 18 entre los abridores de MLB con 598 2/3 entradas trabajadas. Además es un atleta excepcional y un buen bateador, con promedio de por vida de .212. No es por accidente que el grueso del interés que generó Leake en este invierno haya venido de equipos de la Liga Nacional. v Leake entra a una rotación que ya tiene a Adam Wainwright, Michael Wacha y Carlos Martínez, quien se recupera de una dolecia en el hombro que lo forzó a terminar su temporada en septiembre y se espera que esté listo para los entrenamientos primaverales. Jaime García estará nuevamente en la ecuación, si la salud se lo permite, y los Cardenales tienen profundidad en la organización con Marco Gonzáles, Tyler Lyons y Tim Cooney.

Ahora que Mozeliak ha mejorado su rotación y le da a los Cardenales una razón para sentirse bien antes de las fechas festivas, puede cambiar su atención al próximo gran asunto en su agenda - encontrar un bate que ayude a compensar la pérdida de Heyward. La próxima movida importante de los Cardenales probablemente tendrá que esperar hasta el Año Nuevo.

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Los Mets de Nueva York van a necesitar reemplazar la ofensiva que van a perder cuando Yoenis Céspedes y Daniel Murphy firmen en otro lado.

Existen opciones internas para sustituir a Murphy con Wilmer Flores y Dilson Herrera capaces de reemplazar las 1.7 Victorias sobre Reemplazo que Murphy promedió en las últimas cuatro temporadas.

Reemplazar a Céspedes va a ser una tarea más dura. No hay muchos jugadores que puedan impactar un juego como lo hace él cuando está bien. Su habilidad para "jonronear cuando se necesita" rivaliza la que tenían Darryl Strawberry y Mike Piazza.

Tratar de firmar un jugador de ese calibre va a costar mucho (así que no es tan fácil como decir "vayan y firmen a Justin Upton"). La oficina central de los Mets va a tener que ponerse creativa en esa búsqueda. Y es posible que se necesite un cambio.

Hay dos buenas posibilidades obvias de cambio para los Mets - los Cachorros de Chicago y los Medias Rojas de Boston. Cada uno de ellos puede utilizar otro lanzador abridor y tienen abundancia de talento joven y bajo contrato controlable. Los Cachorros están mejor equipos para cambiar un torpedero como Addison Russell, Javier Báez o Starlin Castro, pero si los Mets van a ceder un abridor estelar, probablemente van a querer más que eso. No vemos a los Cachorros queriendo cambiar a Kris Bryant o Kyle Schwarber.

Por eso es que un cambio con los Medias Rojas hace más sentido. Ellos tienen sobrepoblación de jardineros (incluyendo dos verdaderos jardineros centrales en Mookie Betts y Jackie Bradley Jr.) y tienen una necesidad clara de un abridor estelar. Sus lanzadores abridores tuvieron la tercera peor efectividad en la Liga Americana la pasada temporada.

Los Medias Rojas podrían obtener ese tipo de lanzador en la agencia libre (David Price, Johnny Cueto), pero la oficina central de los Mets ofrecen algunos lanzadores que son más jóvenes y con menos millaje en sus brazos.

El cambio potencial lógico aquí podría ser algo asi como que Matt Harvey por Betts.

Sí, los Mets podrían arrepentirse de cambiar a Harvey, pero ...

• A él le quedan tres años bajo control del equipo, luego de los cuales con toda seguridad buscará otro rumbo.

• Probablemente se va a poner más caro en esos últimos dos años.

• Su agente, Scott Boras, ya le ha causado mucho estrés a los Mets en los últimos 12 meses.

Betts fue un jugador con WAR de seis en el 2015. Bateó .291 con OPS de .820, 18 jonrones, 42 dobles y 21 bases robadas, mientras se ponchó apenas 82 veces en 597 turnos. Se ubicó séptimo entre los jardineros centrales con nueve carreras salvadas por la defensiva. En comparación, Céspedes totalizó un WAR de 6.3 entre los Tigres y los Mets en el 2015, así que su valor es comparable.

Es posible que surjan algunas dudas con una transacción como esa en ambos lados (Harvey estará bajo control por tres años antes de llegar a la agencia libre, a Betts le quedan cinco), pero esos se pueden trabajar añadiendo jugadores secundarios al acuerdo.

La rotación de los Mets sufriría un golpe, pero todavía tendrían para el Día Inaugural a Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matzen la parte superior, con Jonathon Niese firme en el cuarto puesto. Cuando Zack Wheeler vuelva, puede ocupar el quinto puesto. La mejoría en la ofensiva compensaría por el golpe recibido en el pitcheo.

Betts es un jugador considerablemente mejor que Juan Lagares. Él es basicamente el tipo de jugador que los Mets quisieran que Lagares fuese. Lagares todavía tiene valor para los Mets como jardinero sustituto, y si su codo se sana, él podría (en teoría) jugar en cualquiera de los tres puestos en los jardines.

Uno tiene que ceder algo para recibir algo a cambio. En este caso, lo que los Mets estarían recibiendo sería algo casi perfecto para ellos.

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NUEVA YORK - Alex Rodríguez una vez más no fue capaz de escaparse de su propia sombra oscura que se ha mantenido a su lado dentro de la caja de bateo a través de su carrera en los playoffs.

El toletero asediado, que superó las expectativas en su retorno al diamante tras una suspensión de una temporada completa por el consumo de esteroides, se encontró en una encrucijada en la sexta entrada del partido de los comodines de la Liga Americana el martes por la noche en Yankee Stadium.

Con corredores en primera y segunda base, dos outs y un déficit de 2-0 contra los Astros de Houston, a Rodríguez se le presentó la única oportunidad de adueñarse de octubre como lo había hecho en una sola ocasión en las 21 campañas que lleva en el béisbol, en 2009 cuando bateó para un promedio de .365 con seis jonrones y 18 carreras impulsadas en ruta al primer y único anillo de Serie Mundial que posee.

Frente a frente a un tierno Dallas Keuchel, que a los 27 años de edad apenas completaba su segunda campaña completa en las mayores, la figura polarizadora de 40 años con el uniforme de rayas falló y perdió una batalla generacional, sumisamente elevando el primer lanzamiento hacia al jardín central y ocasionar la despedida de los Bombarderos del Bronx en esta edición de los playoffs.

Si una imagen fija hubiese sido captada en ese mismo momento en el cual A-Rod se desesperó y le hizo swing a la recta cortada que Keuchel le tiró, su carrera en la postemporada fue identificada por los rasgos mientras caminaba bajo los abucheos de la multitud de aficionados que llenaron el parque.

A pesar de eso, bien hecho por el año que cumplió porque es el deber de ser reconocido por todo aquel que vive la pasión del béisbol.

Independientemente de su castigo con el escándalo de dopaje por el caso de la clínica Biogenesis, Rodríguez logró sobrepasar al miembro del Salón de la Fama Willie Mays, superando su marca de 660 cuadrangulares y colocándose en la cuarta posición de todos los tiempos en Grandes Ligas. Rodríguez, que fue relegado a un rol de bateador designado, también obtuvo su hit 3,000 de su carrera y luego logró sobrepasar al icono puertorriqueño Roberto Clemente.

Si bien pudo concluir la temporada con 151 partidos en su registro con 33 jonrones, 86 carreras impulsadas, 131 imparables y un promedio de bateo de .252 tras haber pasado 12 meses lejos del deporte que ama, un periodo en el cual comenzó la transformación de una imagen abatida, al final todo se redujo al turno más importante de la temporada.

Y justamente cómo había sucedido en muchos de los turnos anteriores que había obtenido como miembro de los Yankees en la postemporada, Rodríguez y su average de .259 en los playoffs fallaron en producir en el momento de la verdad.

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