En su afán por tratar de reinventar el béisbol desde una computadora, algunos sabermétricos, esos adultos que cuando niños eran los dueños del bate, los guantes y la pelota y ni aun así los pedían para jugar un partido de barrio, aseguran que Mike Trout se encamina a tener la mejor temporada de bateador alguno en la historia.

Para sustentar semejante afirmación apelan al WAR, esa inexacta estadística que arroja una cifra distinta si es calculada por Baseball-Reference.com o por Fangraphs y que compara el supuesto rendimiento de un jugador con lo que pudiera hacer su reemplazo, en caso de ausencia.

Según ello, Trout, jardinero de los Angelinos de Los Angeles, va en camino a terminar la temporada con un WAR de 14.2, una cifra única, pues nadie ha llegado a 12 en medio siglo.

El jugador considerado el más completo de todo el béisbol en la actualidad tiene el WAR más alto en ambas ligas, con 4.0, a pesar de no aparecer entre los líderes de casi ninguna categoría ofensiva.

Permítanme reírme de semejante disparate. ¿Cómo es posible que el aporte de Trout a los Angelinos sea mayor, por ejemplo, que el de Mookie Betts o J.D. Martínez a los Medias Rojas de Boston?

Trout es vigesimocuarto en hits en la Liga Americana (48), va en el lugar 47 en dobletes, séptimo en triples (3), vigésimo en carreras impulsadas y decimoséptimo en average (.294).

Solamente figura entre los tres primeros del joven circuito en jonrones (segundo con 14), carreras anotadas (segundo también con 38), bases por bolas recibidas (primero con 41) y promedio de embasamiento (primero con .440).

Además, en 163 turnos al bate se ha tomado 40 ponches, que representa casi el 25 por ciento de sus apariciones en el plato por la vía de los strikes.

Entonces, con esos números y sobre todo, con la temporada que están teniendo Betts y Martínez, asegurar que la de Trout es la mejor de la historia es insultar la inteligencia de quienes entienden que el béisbol no es una ciencia exacta que pueda determinarse en el estrecho marco de la pantalla de una computadora.

Betts, el pequeño jardinero derecho de los Medias Rojas, encabeza la Liga Americana en average (.365), dobletes (19), carreras anotadas (48), slugging (.760) y es colíder en jonrones (15).

Además, es segundo en hits (61), OBP (.438), tercero en bases robadas (11) y décimo en impulsadas (32), a pesar de desempeñarse como primer bate en la alineación de Boston.

Que venga alguien con sentido común y me explique cómo es posible que su WAR de 3.8 sea inferior a los 4.0 de Trout y sobre todo, en qué sentido puede ser mejor la campaña que está teniendo el de los Angelinos, comparada con el de los Medias Rojas.

Vamos ahora a J.D. Martínez. Colíder en cuadrangulares, segundo en average (.343), impulsadas (41) y slugging (.680), y tercero en hits (60).

A palo limpio ha sido factor fundamental en la trayectoria de su equipo en lo que va de campaña y sin embargo, su WAR es de apenas 2.3, como evidencia de cuán inconsistente en esta estadística moderna.

Pregúntenle al manager Alex Cora si cambiaría el aporte de Martínez por un WAR más alto. O a los fanáticos de Boston que celebran con delirio cada bambinazo del cubanoamericano. La respuesta suena obvia.

Pero aún hay más. El dominicano Manny Machado entra en la conversación también, con números extraordinarios, tal vez los mejores de su carrera, que deben garantizarle un obeso contrato cuando llegue en el invierno a la agencia libre.

Machado es puntero en remolcadas (43), en hits (62) y colíder en jonrones (15), segundo en average (.343) y tercero en slugging (.663) y en OBP (.420).

Pero aun así, ellos insisten en Trout, quien ni siquiera tiene una proyección mejor en departamentos reales (entiéndanse cuadrangulares, impulsadas, anotadas, etc) que en otras campañas anteriores cuyas.

No se trata de negar lo positivo que puedan tener las nuevas estadísticas, pero lo que molesta es que actúan como esos revisionistas de la historia que quieren borrar el pasado e incluso el presente para imponer sus criterios de manera forzada, como si fueran los dueños de la verdad absoluta, muchas veces sin haber tomado en su mano jamás una pelota de béisbol.

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BOSTON - Mookie Betts se despertó el 25 de julio en Seattle, en la mañana posterior al partido en el cual los Medias Rojas de Boston fueron limitados a apenas cuatro imparables y quedaron en blanco por novena ocasión en 101 partidos, y subió a Twitter una foto de sí mismo al lado de David Ortiz. La última línea de la leyenda en la foto de Betts, junto a emoticones y una etiqueta, parecía reflejar el ánimo dentro del equipo.

"Te extraño, hermano mayor".

Seis semanas después, los Medias Rojas están en la cima de la División Este de la Liga Americana. Sin embargo, si Boston contiene a los Yankees de Nueva York y obtienen su segundo título divisional de forma consecutiva, lo habrán hecho de una forma muy distinta a cualquier otra en su larga historia. Los días de someter literalmente a palos a los oponentes a punta de jonrones se terminaron con la retirada de Ortiz. Estos Medias Rojas ganan gracias al pitcheo, defensiva y correr las bases como demonios.

Betts personifica ese estilo agresivo y veloz. Se suponía en un principio que Betts llenaría el vacío de poder en la mitad de la alineación tras el retiro de Ortiz al terminar la pasada temporada. Después de todo, Betts había terminado un año en el cual disparó 31 bambinazos y convertirse en primer finalista por detrás de Mike Trout en la carrera por el Más Valioso de la Liga Americana. A los 24 años de edad, el jardinero derecho estrella sigue fortaleciéndose.

Por el contrario, Betts se estancó en 18 jonrones durante 144 apariciones al plato hasta que la despachó lejos en la noche del viernes en el primer episodio de la victoria 9-3 de Boston sobre los Rays de Tampa Bay. Fue apenas su tercer batazo de circuito completo desde el receso del Juego de Estrellas, dejándolo a un ritmo para terminar la temporada con 21. Más aún, su OPS de .780 está en el puesto 88 entre 152 peloteros con suficientes turnos ofensivos a fin de quedar calificados para optar por el título de bateo en ambas Ligas.

Estrictamente desde un punto de vista ofensivo, la caída en el poder de Betts ha despertado interrogantes con respecto al hecho de si la pasada fue en definitiva la temporada de la carrera de Betts.

"Yo no me preocupo por Mookie", afirma un scout de la Liga Nacional quien recientemente evaluó a los Medias Rojas. "Ese hombre puede jugar".

Por el contrario, Betts sigue apilando un WAR de 5.5, de acuerdo a los cálculos hechos por Baseball-Reference.com, quinta mejor cifra entre jugadores de posición en el joven circuito. Ese es un testimonio de la calidad defensiva y el corrido de bases de Betts.

Previo a la noche del viernes, cuando hizo una atrapada estelar a la carrera en el primer inning, Betts lideró a todos los peloteros con 29 carreras salvadas a la defensiva, de acuerdo a Baseball Info Solutions, tres menos que su total de la temporada pasada, líder en las Mayores. Aparte de estafar 23 bases en 26 intentos, Betts marca el ritmo de los Medias Rojas con 20 bases tomadas producto de elevados, wild pitches, passed balls, balks o indiferencias defensivas. Y ha tenido éxito avanzando más de una base con un sencillo o más de dos bases con un doblete en 68 por ciento de sus ocasiones, lo cual también es cifra líder dentro de la franquicia.

Consideren el efecto que Betts tuvo en el encuentro de la noche del martes contra los Azulejos de Toronto. Tras disparar un doblete en el noveno inning, corrió hacia tercera con un roletazo al tercera base Josh Donaldson, lo cual le permitió anotar la carrera del empate un turno después a través de otro rodado. En el décimo noveno inning, Betts leyó astutamente el sencillo de Hanley Ramírez hacia el jardín central y anotó la carrera de la victoria desde segunda. El resultado final fue 3-2.

"Trato de tener algún efecto en el partido de alguna manera cada vez que tengo la oportunidad", dice Betts. "Bien sea robando una base, haciendo una atrapada, rompiendo una doble matanza, lo que pueda ser".

La habilidad de Betts de hacer la diferencia, incluso mientras tiene dificultades encima del plato, lo ha mantenido en la alineación.

En varias oportunidades durante la presente campaña, el manager de los Medias Rojas, John Farrell, ha intentado romper la mala racha de algunos de sus hombres dándoles un receso mental de dos o tres días. Así le pasó al jardinero central Jackie Bradley Jr. En mayo, al left fielder Andrew Benintendi a fines de julio y más recientemente al campocorto Xander Bogaerts y al tercera base novato Rafael Devers. No ha sido el caso de Betts, quien ha sido titular en 50 de 52 partidos desde el receso del Juego de Estrellas a pesar de batear apenas para .244 con 16 extrabases y un OPS de .663.

"Él causa impacto en el juego de muchas formas distintas", afirma Farrell. "El aspecto defensivo de su juego es un componente clave, y cuando se embasa, es toda una amenaza, obviamente. Ha sido un jugador importante para nosotros".

Sin embargo, si los Medias Rojas piensan tener una candidatura legítima para alzarse con la Serie Mundial, necesitarán que el madero de Betts se encienda, lo cual nos trae de vuelta a mencionar a Ortiz.

La ausencia de "Big Papi" se ha hecho sentir de múltiples formas.

Los Medias Rojas extrañan su inmenso carisma y personalidad, incluyendo su sonora risa y su sentido del humor frecuentemente lleno de doble sentido. Ortiz cargaba consigo un magnetismo, llevándose la atención, lo cual protegía indirectamente a sus compañeros más jóvenes de tener que cargar con todas las expectativas en un mercado obsesionado con los deportes, el cual espera que sus equipos ganen en toda ocasión.

Ortiz, de forma similar, tenía una influencia similar en la alineación, siendo el dueño de la mitad del orden ofensivo. Hasta su último encuentro, Ortiz era uno de los bateadores más temidos de todo el béisbol, una fuerza a la que había que tratar de acallar cada vez que se paraba al plato. La mera idea de tener que enfrentar a Ortiz con corredores en base en un encuentro cerrado cambiaba la forma en la cual los equipos asumían su pitcheo al resto de los miembros de la alineación de los Medias Rojas.

Sin Ortiz presente, los oponentes han desplazado su atención hacia Betts.

"Hay un hombre, que vestía el número 34, ya no está en esa alineación. Como lanzador, uno trabaja de forma diferente sin el gran hombre allí", dice el scout de la Liga Nacional. "La Liga se ha ajustado a (Betts), y él volverá a ajustarse en respuesta".

Específicamente, Betts ha visto más sliders (una en cada cinco pitcheos, de acuerdo a FanGraphs, comparado con el 17.8 por ciento de las ocasiones en la pasada temporada. Betts es conocido por sus manos sumamente veloces, y los equipos rivales parecen estar más conscientes de su habilidad para batear pitcheos adentro. Como resultado, los pitchers están atacándolo afuera, incluso lejos del plato.

En mayor medida, Betts simplemente no está viendo muchos pitcheos que pueda batear. Hasta el jueves, apenas el 43.4 por ciento de los lanzamientos que vio se encontraban dentro de la zona de strike, una caída con respecto al 47.6 por ciento del año pasado y el 49.1 por ciento de 2015. Y aunque su total de ponches ha permanecido bajo y continúa haciendo contacto consistente, tampoco ha hecho contacto con igual autoridad. El hecho es que Betts ha sido más propenso a batear elevados cortos que el toletero promedio de Grandes Ligas.

"Si le lanzan en la zona, lo va a batear", dice el coach de bateo de los Medias Rojas Chili Davis. "El problema es que, cuando comienzan a retarte fuera de tu zona, ¿qué tan lejos de tu zona estás dispuesto a ir? Cuando no se siente bien al plato, tiende a irse lejos de la zona en exceso".

Betts tiene una manera más simple de explicarlo.

"No estoy siendo consistente, no le hago swing a buenos pitcheos", afirmó recientemente. "Estoy básicamente tratando de hacer un montón de cosas que no se supone que debo hacer. Tengo que trabajar en enderezar esto".

He aquí las buenas noticias para los Medias Rojas: Betts y Davis dicen que creen haber encontrado la respuesta.

Durante semanas, Davis creyó que la longitud de la forma de pararse de Betts era el problema. Sin embargo, durante una reciente sesión de video, ambos concordaron que el equilibrio de Betts era el problema. Al intentar alcanzar los pitcheos en la mitad lejana del plato, estaba haciendo una estocada muy lejana y se movía lejos de la pelota.

"Pitcheos que él conectaba fácilmente (pitcheos por dentro, al medio e incluso lejos) ya no los captaba", dice Davis. "Su swing se hizo muy largo, y no podía chocar pelotas por dentro. Incluso, si sacaba un hit, pues la pelota ya no estaba saltando de su bate. Al corregir esto, ya podía alcanzar envíos adentro. Y pudo estar más tiempo en contacto con sliders que ya tenía controladas, las podía batear en cualquier momento".

Hace cinco días, Davis dice que Betts salió de la práctica de bateo diciendo: "Hombre, esta fue la mejor práctica de bateo que he tenido en mucho tiempo". Pues bien, Betts ya tiene seis imparables, incluyendo tres dobletes y un cuadrangular, en sus últimos cuatro partidos.

"Creo que estoy volviendo a tomar ritmo", afirma Betts. "Mejorando día tras día".

Durante el entrenamiento primaveral, Betts le comentó a todos quienes le preguntaban, que éste no utilizaría a la temporada anterior como medidor de sus objetivos para el año que comenzaba. Esto se entendió como si el propio Betts sospechaba que tendría problemas para repetir su actuación de 30 vuelacercas.

Farrell indica que no considera que la temporada pasada fue algo fugaz. Davis tampoco. Betts no tiene el perfil de un slugger arquetípico. Sin embargo, Los Medias Rojas están confiados en que Betts nuevamente mostrará poder digno de un toletero en el corazón ofensivo, incluso a pesar del hecho que Ortiz ya no está allí para darle protección.

"Es difícil igualar los números (del año pasado), pero la sensación y consistencia siempre pueden mejorar", indica Davis. "Mookie es un perfeccionista. Creo que ese detalle es lo que lo hace tan buen pelotero. Otros lo pueden ver y decirle: 'Hombre, tienes un buen año. No es la temporada pasada, pero estás bateando bien'. Y él les responderá: 'Sí, pero no me siento bien'".

"Para mí, lo que me decepciona es haber necesitado tanto tiempo para poder llegar a un punto que lo haga sentir cómodo. Pero, bueno, es una experiencia de aprendizaje para todos. Oye, yo también he tenido noches sin dormir".

Mientras los Medias Rojas esperan que el bate de Betts despierte por completo, están satisfechos con su defensiva y corrido de bases, capaces de cambiar el destino de un encuentro.

"La gente tiene que recordar que este es un deporte difícil y que ellos no tendrán temporadas descollantes todos los años", dice el scout de la Liga Nacional. "Lo pueden negociar a mi equipo cuando quieran".

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TORONTO - De todas las cosas que Mookie Betts hizo para llamar la atención del cazatalentos de los Medias Rojas de Boston Danny Watkins, fue algo que no hizo lo que más sobresalió.

"Yo no recuerdo haberlo visto abanicar y fallar", dijo Watkins.

Y no fue como que Watkins hubiese observado a Betts una o dos veces. Él pasó semanas alrededor del equipo de béisbol de la escuela secundaria John Overton en los suburbios de Nashville, Tennessee, en 2010 y 2011 y vio docenas de partidos. Watkins tiene muchas historias sobre la facilidad con la que Betts bateaba líneas para cada parte del terreno, cómo aterrorizaba a los contrarios en las bases y atrapaba líneas silbantes en el campocorto.

Pero ¿abanicar y fallar? No, eso nunca fue algo que Betts hiciera.

Así que Watkins se sintió impresionado, aunque no sorprendido, al conocer que Betts no se ha ponchado en 128 apariciones en el plato consecutivas en temporada regular hasta el partido del martes en la noche, que resultó en victoria para los Medias Rojas 8-7 sobre los Azulejos de Toronto. Es la racha más larga en las mayores desde Juan Pierre tuvo 147 apariciones consecutivas sin poncharse para los Marlins de Florida en 2004, de acuerdo con el Elias Sports Bureau. Desde Denny Doyle en 1975 (159 apariciones en el plato) no ha habido un jugador de los Medias Rojas con tanto tiempo entre ponches.

La corrida de Betts es aún más impresionante cuando consideramos que los ponches han ido en aumento desmedido en todo el béisbol. La pasada temporada, 102 jugadores abanicaron al menos 100 veces, un aumento en comparación con los 63 que lo hicieron en el 2006. Desde que el relevista de los Orioles de Baltimore Oliver Drake hizo fallar a Betts con una recta de dedos separados en la sexta entrada del juego del 12 de septiembre de 2016 en el Fenway Park, cuatro jugadores -- Byron Buxton, Randal Grichuk, Danny Espinosa y Chris Davis -- se han ponchado cada uno más de 40 veces.

Salvo por el ponche que tuvo en su primera aparición en el plato en la postemporada del año pasado, la única "K" asociada últimamente con Betts es la que necesita para escribir su nombre Mookie.

"Cuando estaba evaluando a Mookie, eso era claramente una de las cosas que más me gustaba de él", dijo Watkins. "Tenía comando total de la zona de strike en ese punto, y no solía abanicar y fallar mucho. En general, su contacto salía sólido del bate. No veía que cayera mucho fuera de balance, lo que indicaba que podía identificar bien los giros de la pelota. Por eso es que me quedaba claro que el chico tendría oportunidad de batear".

Betts se ponchó 13 veces en sus cuatro años en Overton, de acuerdo con los records guardados por el veterano coach de béisbol de la escuela, Mike Morrison. Se ponchó una sola vez en su penúltimo año y cuatro veces como senior.

En cada parada en las menores, desde el Lowell de liga corta hasta el Doble-A Portland, Betts tuvo menos ponches que boletos. Desde el inicio de la temporada 2015, ha hecho contacto en el 87.1 por ciento de sus swings al entrar a la serie en Toronto, la sexta mayor tasa en la Liga Americana, de acuerdo a Fangraphs.

No es como que Betts siempre haga swings temprano en los conteos. Sesenta de sus apariciones en el plato durante la racha han llegado a dos strikes, y 21 de ellos han resultado en llegar a base (15 hits, seis boletos). En la séptima entrada del lunes, Betts llegó a conteo de 2-2 ante el relevista de los Rays Chase Whitley antes de calmadamente conectar un doble al hueco en el jardín izquierdo central.

¿Qué es lo que explica la capacidad extrema de Betts para lograr que su bate conecte casi cualquier lanzamiento?

Comencemos con su coordinación mano-ojo, que es fuera de serie, incluso para los estándares de los bateadores de Grandes Ligas. Pero es más que eso. De acuerdo al asistente del coach de bateo de los Medias Rojas Víctor Rodríguez, quien trabajó con Betts en las menores, Betts posee una habilidad asombrosa para reconocer la localización de los pitcheos mucho antes de que lleguen a la zona de strike.

"Él es agresivo y está listo para hacer swing con el bate, pero siempre lo hace a pitcheos buenos. En raras ocasiones lo vemos abanicando lanzamientos malos, y cuando haces eso, las oportunidades es que vas a poner siempre la pelota en juego", dijo Rodríguez. "Estábamos en la liga instruccional [en 2011], y yo vi eso de inmediato, una habilidad para controlar la zona de strike, la habilidad para batear la pelota hacia todas las bandas, una habilidad de conectar la cabeza de la pelota con el bate. Eso es algo que no se puede enseñar. Es algo que viene innato, y lo ha tenido desde el día uno".

De hecho, las habilidades cognitivas quedaron en evidencia tras salir bien en una serie de pruebas neurocientíficas administradas por los Medias Rojas antes del sorteo. A Betts, quien resolvió un Rubik's Cube en menos de dos minutos en un segmento prejuego en 2015, se le pidió que apretara la barra espaciadora en una computadora tan pronto como comenzara a ver el giro de una pelota en una dirección en particular.

"Mookie era el chico más observador que yo jamás haya dirigido", dijo Morrison. "Solía entender las cosas en un juego mejor que los chicos a su edad suelen hacerlo. Observaba como los lanzadores trabajaban con sus compañeros. Observaba las secuencias que utilizaban los lanzadores - lo que tiraban en conteos de bateadores, lo que tiraban cuando estaban atrás en los conteos y lo que lanzaban en conteos de dos strikes. Y utilizaba esa información para mejorar y convertirse en un bateador extremadamente bueno".

Curiosamente, Betts solo tiene dos jonrones desde que comenzó su racha de turnos sin ponches, incluyendo su primer cuadrangular de la temporada el martes en la noche ante el relevista de los Azulejos Joe Smith. No ha tenido un gran inicio de temporada, con solo cuatro extrabases en 45 turnos, aunque una ausencia de tres días por la influenza afectó su ritmo en el plato al salir de los entrenamientos primaverales.

Pero Rodríguez dijo que la habilidad de Betts de hacer contacto le permite tener turnos productivos en el plato aun cuando no produzca carreras. De hecho, Betts sigue ayudando a los ramilletes de anotaciones al tener promedio de embasamiento de .420 y moviendo los corredores cuando no logra embasarse.

Betts es tan adepto a poner su bate en la pelota que el derecho de los Rays de Tampa Bay Chris Archer dijo que es mejor si un lanzador no piensa en intentar poncharlo, incluso con dos strikes en la cuenta.

"Pienso que lo que hace bueno a Mookie es que él nunca se sale de su modo de batear", dijo Archer. "Con dos strikes, sigue siendo un bateador muy balanceado. No se desespera. Es un bateador bien balanceado con habilidades supremas con el madero. Yo no sé si es algo de su coordinación mano-ojo. Tipos como él que no se ponchan, uno no debe intentar poncharlos. Uno tiene que ejecutar su pitcheo y dejar que todo transcurra".

Que nadie se sorprenda si la racha de Betts sigue vigente. Todavía tiene un largo camino por recorrer para igualar al ex intermedista de los Filis de Filadelfia Dave Cash, quien tiene el record en la era de la expansión (desde 1961) con 223 apariciones consecutivas en el plato sin un ponche, de acuerdo a Elíaas.

"Pienso que él aprendió mucho en las menores a través de los instructores de bateo que tuvo sobre la importancia de un buen turno al bate", dijo Rodríguez. "No necesariamente tiene que ser siempre un cuadrangular o un doble. Es poder ver pitcheos, trabajar los conteos, poner la pelota en juego con dos strikes. Si sigues haciendo eso, los jonrones y los dobles van a llegar".

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Ya empezaron los sabermétricos a hacer campaña por Mike Trout para el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

Y lo hacen con la misma insistencia con la que Hillary Clinton y Donald Trump buscan convencer a los electores para que voten por ellos el 8 de noviembre.

Son los mismos que en el 2012 absurdamente abogaban por premiar a Trout por encima de Miguel Cabrera, a pesar de la hazaña de la Triple Corona del venezolano.

Y para ello se basan principal y casi exclusivamente en el WAR (Victorias sobre Reemplazo, por sus siglas en inglés), esa estadística inexacta con que estos sesudos, que ven el béisbol como un videojuego, intentan descubrirle la quinta pata al gato.

Nadie pone en dudas la calidad del jardinero central de los Angelinos de Los Angeles, un pelotero completísimo que lo hace casi todo a la perfección en el terreno y que además es el chico bueno del béisbol, siempre correcto, siempre impecable.

Pero pongámonos serios. Sus números globales no se comparan con los del dominicano David Ortiz o los de Mookie Betts, ambos de los Medias Rojas de Boston, quienes deben ser los verdaderos candidatos al JMV.

En primer lugar, definamos qué es ser un Jugador Más Valioso. Si los Medias Rojas están hoy con un pie en la postemporada, se debe en gran medida al aporte de Ortiz y Betts, independientemente del trabajo del resto del equipo.

Entonces, ¿de qué ha valido el famoso WAR de Trout para los Angelinos?

Vamos a las estadísticas. Trout batea, hasta los juegos del martes, .318 de promedio, con 164 hits en 515 turnos, 27 jonrones, 31 dobles y cinco triples, 113 carreras anotadas y 92 impulsadas, 104 bases por bolas y 127 ponches, además de 26 bases robadas en 31 intentos.

Si comparamos esas cifras con las de Betts, vemos que el jugador de Boston lo supera en casi todas y en las que no, se le acerca mucho.

El jardinero de los Medias Rojas promedia .317, con 201 imparables en 635 veces, 31 bambinazos, 40 dobles y cinco triples, 115 anotadas y 108 remolcadas, 43 pasaportes y 80 abanicados, además de 24 estafas en 28 intentos.

O sea, que Betts batea un punto menos en promedio, pero ha bateado 37 hits más, ha anotado y empujado más carreras, tiene más dobletes y jonrones, la misma cifra de triples y dos robos menos.

Trout ha recibido 61 boletos más, pero también se ha ponchado en 47 oportunidades más que Betts.

A la defensiva, el de Boston ha cometido un solo error, con 13 asistencias desde los jardines y completado tres dobles matanzas.

El de los Angelinos tiene cuatro errores, siete asistencias y ha participado en un solo doble play.

Y me enfoco en Betts por encima del Big Papi para no entrar en el debate de que si un bateador designado debe o no merecer el galardón.

Y porque Trout y Betts son jugadores de características similares, a pesar de que el primero es físicamente más grande y fuerte, algo que también hablaría a favor del segundo, pues tratándose de un hombre de 5 pies 9 pulgadas de estatura y 180 libras de peso es capaz de poner mejores números que el primero, dotado con 6'2" de altura y 235 libras.

Volviendo al Papi, es cierto que su aporte al equipo es solamente ofensivo. Pero ¡qué aporte!

Tiene el mismo promedio de Trout (.318), 16 dobletes más (47 en total, líder del circuito), nueve bambinazos más (36) y 121 carreras impulsadas.

A pesar de ser un toletero natural, se ha ponchado apenas 75 veces. O lo que es igual, 52 menos que Trout.

A eso súmenle el liderazgo indiscutible que ostenta el dominicano en Boston, algo que no se mide en las estadísticas, ni tradicionales, ni sabermétricas, y que hace a un jugador capaz de cargar sobre sus hombros al equipo cuando más lo necesita.

Eso es ser verdaderamente valioso y no el WAR, ese dato inexacto cuyo resultado está en dependencia de quien lo calcule, sea Baseball Reference o Fangraphs, cuando dos más dos son cuatro desde los orígenes del mundo y los gatos son cuadrúpedos, por más que los sabermétricos intenten hallarle una quinta pata.

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En mi mente, existen dos formas de bateadores que saltan al estrellato. Está el bateador que emerge del anonimato relativo y que tiene una temporada de calibre Todos Estrellas, la versión más común del salto al estrellato. Pero yo digo que existe otro: el chico que era un buen o incluso un gran jugador pero que da otro gran paso adelante y luce mucho mejor que lo esperado. Ese fue Dee Gordon para los Marlins el año pasado, pasando de ser un bateador de .289/.326/.378 a liderar la liga en bateo y ganando el Guante de Oro y el Bate de Plata. O está lo que consiguió Bryce Harper, luciendo finalmente a la altura de lo que se esperaba de él - o tal vez excediéndolo - desde que fue seleccionado en el primer turno del sorteo del 2010. A.J. Pollock de los Diamondbacks es otro buen ejemplo.

Así que ¿cuáles son mis selecciones para "dar el salto al estrellato" para el 2016? Aquí les presento algunos candidatos en ambas versiones:

Christian Yelich, LF Marlins de Miami Edad: 24 | 2015 WAR: 3.5

Yelich tiene uno de los mejores swings a la zurda en todo el béisbol, pero su producción ofensiva a la fecha no ha igualado ese swing especial. He aquí tres razones por las que creo que lo va a poder lograr en el 2016:

1. Los Marlins están acercando y reduciendo las cercas en el Marlins Park.

2. Barry Bonds es el nuevo coach de bateo de los Marlins, y si alguien puede ayudar a desarrollar al máximo ese swing dulce de Yelich, ese es Bonds. Él va a trabajar para enseñarle a Yelich a reconocer y golpear bien esa recta pegada y empujar un pitcheo bajo y alejado hacia el jardín izquierdo con poder.

3. A los 24 años, Yelich se está acercando a los mejores años de su carrera luego de utilizar sus primeras dos temporadas y media para madurar, crecer como jugador y ganar fortaleza física.

Yelich ya tiene un Guante de Oro en su poder (2014), pero cuando llegue su poder, lo veremos en el Juego de Estrellas, y va a ser un candidato legítimo para el Bate de Plata.

Yasiel Puig, RF
Dodgers de Los Angeles
Edad: 25 | 2015 WAR: 1.1

Puig ha lucido una decepción recientemente, tanto dentro como fuera del terreno; sus repetidos incidents por exceso de velocidad son una cosa, pero además él está siendo investigado por las Grandes Ligas por un alegado incidente de violencia doméstica. En el terreno, ha sido sacado de partidos o enviado a la banca por varias razones, incluyendo el llegar tarde a las prácticas de bateo, fallar en lanzarle la pelota al hombre del corte o ser demasiado agresivo en el corrido de bases.

Pero pienso que este será el año en el que va a poder aprovechar todo su talento y que esta va a ser su temporada de salto al estrellato. Va a llegar a los entrenamientos primaverales con menos peso corporal, y la semana pasada le dijo a ESPN Deportes que "estaba trabajando para fortalecer mis piernas y evitar lesiones como las del año pasado", añadiendo que estaba "enfocado en seguir ajustándome a mi nueva vida en las mayores, para poder llevarme bien con mis compañeros y poder ayudar al equipo".

Claramente ha escuchado como no le cae bien a algunos de sus compañeros, al igual que las críticas constants que ha recibido de los fanáticos y los medios. Además ha tenido que lidiar con varias lesiones.

Sin embargo, el talento de Puig es innegable. Tiene todas las herramientas para ser una superestrella, y cuando demuestra disciplina en el plato, tiene pocos huecos en su swing. ¿Evitará esa pasión y esa agresividad que se convierta en una estrella? ¿Podrá limitar su preferencia por divertirse fuera del terreno para que eso no evite que se pueda convertir en una estrella? La mayoría de los analistas no apuestan por él, pero yo sí. Pienso que él es más inteligente que lo que la gente cree, y cuando se enciende esa luz, hay que observarlo. Puig tuvo una crianza difícil y un cambio cultural dramático cuando se mudó a los EEUU; teníamos que esperar que le tomara varios años el entender todos esos cambios. Ahora que esos "pocos años" han pasado, es hora de que él comience a producir para los Dodgers, o lo veremos en otro uniforme el año que viene.

Starling Marte, LF
Piratas de Pittsburgh
Edad: 27 | 2015 WAR: 5.3

Marte ya es un gran jugador; ha logrado más de 5.0 en WAR en cada una de las pasadas tres temporadas, y creo que sigue siendo el mejor jardinero izquierdo en la Liga Nacional. Pero tengo la impresión que tiene el potencial de alcanzar un nivel más alto de juego al entrar a sus mejores años con 27 primaveras. Él es el sueño de todo escucha, un atleta de cinco herramientas que lo puede hacer todo en el terreno. Defensivamente, tiene alcance por encima del promedio en todas direcciones y un brazo fuerte que le ayudó a conseguir 16 asistencias la pasada temporada cuando consiguió su primer Guante de Oro. Ofensivamente, puede batear tanto con promedio como con poder, y corre bien también (101 robos en las pasadas tres temporadas). Su total de jonrones ha aumentado en las pasadas dos temporadas y probablemente continúe su ascenso para alcanzar el nivel de los 23-25 bambinazos en el range in 2016.

Marte está realmente comenzando a entender el juego y como hacer ajustes. No se sorprendan si lo vemos en su primera aparición en el Todos Estrellas en julio en el Petco Park de San Diego.

Mookie Betts, RF
Medias Rojas de Boston
Edad: 23 | 2015 WAR: 6.0

Él ya cambió una vez de posición (de la segunda base al jardín central), y se espera que lo tenga que hacer de nuevo este año, deslizándose hacia el jardín derecho para que Jackie Bradley Jr. pueda comenzar en el central.

Betts tiene potencial de superestrella como un futuro jugador de 30 jonrones y 30 robos. No creo que llegue a ese nivel este año, pero en el 2016 podría llegar al 25/25. Este es un chico especial; es inteligente y atlético, y ha tenido gran velocidad en su bate (y en los senderos), tremendos instintos y una habilidad ya demostrada para hacer ajustes. Establecerse en una posición - y una que no es tan físicamente demandante como el jardín central - podría ser lo mejor que le ocurra a Betts, y el cielo es el límite para este chico.

Miguel Sanó, RF
Mellizos de Minnesota
Edad: 22 | 2015 WAR: 2.1

Sanó será la versión de la Liga Americana de Kris Bryant, el mejor bateador derecho de poder de la liga. Demostró su poder en su temporada de novato - 18 cuadrangulares en apenas 80 juegos - y yo espero que él llegue a los 30 cuadrangulares en su segunda temporada. Además podría llegar a las 100 remolcadas si encuentra la suficiente cantidad de tráfico en los senderos. Una vez se establezca en una de las esquinas de los jardines, solo tendrá que preocuparsee por masacrar la pelota y dañar asientos en los pisos superiores de los jardines en los estadios de las mayores.

¿Sufrirá dolores de crecimiento? Sí, y los mismos vendrán con una tonelada de ponches, porque todavía tiene huecos en su swing. Pero él va a recibir suficiente cantidad de pitcheos para hacer daño serio a los contrarios de forma regular.

Nick Castellanos, 3B
Tigres de Detroit
Edad: 23 | 2015 WAR: 0.5

Castellanos fue apresurado a las mayores en el 2013 antes de que estuviese listo, y eso ha causado que haya tenido un inicio lento en su carrera. Pero al llegar a su tercera temporada completa, él comenzará a cumplir con las expectativas. Él se va a beneficiar de batear en una de las mejores alineaciones en la liga, con Miguel Cabrera, Víctor Martínez, J.D. Martínez y Justin Upton todos bateando al frente de él. Por consecuencia, él no va a tener mucha presión para que produzca, algo que solo puede ayudarle.

Castellanos es muy bueno golpeando el lanzamiento hacia el otro lado, y su poder está comenzando a aparecer. Yo esperaría entre 18-20 jonrones este año, con suficientes corredores en base para que pueda lograr un total respetable de remolcadadas. Su ajuste al pitcheo de Grandes Ligas ha sido lento, algo esperado dada su edad, pero este es el año en el que pueda dar un gran paso adelante.

Wil Myers, 1B
Padres de San Diego
Edad: 25 | 2015 WAR: 1.1

Myers ya ha estado involucrado en dos mega cambios, el que envió a James Shields y Wade Davis a los Reales y él a los Rays, y el ocurrido el año pasado que involucró a 10 jugadores entre los Rays, Padres y Nacionales. A lo largo del camino, no ha podido demostrar con consistencia que puede batear en el medio de la alineación. Pero además ha tenido que lidiar con cambios de posición; sus equipos loc han movido a otras posiciones en el terreno. En esta primavera va a ser movido de nuevo, esta vez a la primera base, puesto que se espera que sea el definitivo.

No hay razones para creer que Myers no se desarrolle como un inicialista por encima del promedio, ya que tiene manos sólidas, alcance y el trabajo de pies para la labor en dicha posición. Si se puede mantener saludable y se queda en una posición (menos extenuante), podría desarrollarse como el bate productivo que necesitan desesperadamente los Padres.

Stephen Piscotty, RF
Cardenales de San Luis
Edad: 25 | 2015 WAR: 0.9

Hay momentos en los que uno tiene que apostar por la condición humana, y Piscotty es protagonista de uno de esos. Tiene un grado de ingeniería de energía y atmósfera de Stanford, y es experto en utilizar su inteligencia en ventaja suya, si se trata de su swing, los ajustes que necesita hacer o los saltos y los ángulos de los jardines.

Es posible que no tenga el talento natural de otros jardineros de Grandes Ligas, pero tiene sus méritos. ¿Podrá batear 18-22 jonrones o se conformará con 12-15? El tiempo dirá, pero de cualquier modo, pienso que va a superar sus proyecciones para esta temporada y logrará dar el salto al estrellato para los Cardenales.
Como hemos visto de nuevo en esta temporada baja, la agencia libre sigue siendo una ruta muy viable para que un jugador consiga un buen contrato, ya sea un acuerdo como el de $70 millones que logró Ian Kennedy con los Reales o el que consiguió Chris Davis por $161 millones con los Orioles. Las tasas de acuerdos antes de llegar a arbitraje también están en su cifra máxima de todos los tiempos, y muchos equipos parecen tener mucho dinero para gastar. Con el largo historial de tendencias salariales yendo en una dirección, la única forma en que los equipos se pueden mantener al frente de la curva y conseguir una "firma en ganga" (hablando en términos relativos) es firmar a sus mejores jugadores jóvenes con contratos multianuales antes de que lleguen al arbitraje, y mucho menos a la agencia libre. Mientras más lejos estén, mayor es el riesgo que asume el equipo, pero al mismo tiempo es cuando más baratos los pueden conseguir.

En términos generales, los gerentes prefieren observar a sus jugadores jóvenes en nivel de Grandes Ligas port res años antes de darle un contrato a largo plazo, pero para ese entonces en ocasiones es demasiado tarde para conseguir al jugador con un buen salario anual. Por tanto, en años recientes, los equipos han comenzado a firmar jugadores jóvenes luego de apenas uno o dos años, principalmente a los mejores jugadores de posición.

Estoy a favor de la estrategia de firmarlos temprano, pero no con los lanzadores. Yo no querría firmarlos con un contrato a largo plazo hasta que estén a un año de la agencia libre. ¿Por qué? Porque ellos estarán corriendo un riesgo mayor que los jugadores de posición de quebrarse y perderse temporadas completas, y el equipo se queda pillado pagando el salario elevado. Por supuesto, existen excepciones, tales como Clayton Kershaw y Madison Bumgarner, pero me gustaría limitarlo a los lanzadores zurdos quienes claramente se convierten en ases de sus equipos a temprana edad.

Mientras tanto, existen varios jugadores que merecen una extensión, como Josh Donaldson y Todd Frazier, pero el asunto en estos casos es que ellos ya han probado su valía y consistencia, así que buena suerte intentando ficharlos con un acuerdo de ganga. Pero vale la pena el esfuerzo de intentarlo; en algunos casos, por lo menos puedes mover su agencia libre por algunos años.

Pero existe un cierto grupo de jugadores que se merecen contratos a largo plazo, y los 10 jugadores mencionados abajo encajan firmemente en el mismo. Sus equipos deberían - y quizás lo hagan - intentar extenderlos entre ahora y el Día Inaugural este año. Van a notar que todos encajan en mi criterio: un as zurdo o un jugador de posición con tres años o menos de servicio en Grandes Ligas y por lo menos a tres años de la agencia libre.

Examiné 22 contratos recientes (todos desde el 2013), desde el de Miguel Cabrera al de Mike Trout a los que se firmaron en esta temporada baja, que mejor representan el mercado actual y que pueden usarse como base para proyectar el valor de los jugadores mencionados abajo si fuesen a firmar contratos a largo plazo ahora mismo. Tengan en mente que la inflación, los años de servicio, la elegibilidad de arbitraje, los años de agencia libre, estadísticas, tendencias, futuras proyecciones, compostura y carácter, al igual que la agencia que representa a los jugadores, todo eso pesa a la hora de decidir el valor de esos jugadores.

Bryce Harper, OF, Nacionales de Washington
WAR 2015: 9.9 | Tiempo de servicio: 3.159 (tres años, 159 días)
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Harper, de 23 años, fue el mejor jugador en el béisbol el año pasado, y ahora está a tres años de la agencia libre. Es representado por el poderoso agente Scott Boras, y cuando se trata de jugadores estelares, la Corporación Boras es la agencia más difícil para conseguirle una extensión de contrato a un jugador antes de llegar a la agencia libre. Para empeorar las cosas, las Reuniones Invernales de MLB del 2018 se llevarán a cabo en Las Vegas, donde se crió Harper (como fanático de los Yankees de Nueva York). Da la casualidad que los Yankees eliminarán varios grandes contratos de su nómina antes de esa fecha: Alex Rodríguez, CC Sabathia, Mark Teixeira, Carlos Beltrán, Brian McCann, Brett Gardner, Chase Headley y realmente cualquier otro jugador que no se llame Masahiro Tanaka o Jacoby Ellsbury.

Si los Nacionales tienen alguna esperanza de firmar de vuelta a Harper con un contrato a largo plazo y mantenerlo en uniforme de Washington de por vida, probablemente debería ocurrir en esta primavera. Ellos tienen además la voluntad de convertirlo en el jugador mejor pagado en la historia del béisbol, con la mayor cantidad de años y de dinero que hayamos visto; si ellos no están dispuestos a ello, es mejor que ni siquiera llamen a Boras. ¿Qué se necesitaría para firmarlo? Bueno, si piensan en un acuerdo parecido al de Giancarlo Stanton de $325 millones, ni siquiera están cerca - el número tendría que comenzar con un 4.

¿Estarán dispuestos los Nacionales a pagarlo? Bueno, vale la pena nota que ellos tienen historial de gastar gran cantidad de dinero en los jugadores que ellos quieren, incluyendo a Max Scherzer ($210 millones) y Jayson Werth ($126 millones).

Contrato proyectado: 14 años por $407 millones (valor promedio anual: más de $29 millones). Boras usualmente se lleva sus chicos a la agencia libre, pero quizás un contrato record pueda despertar su interés. Harper podría convertirse en el primer jugador de $400 millones, y déjenme decirles esto (mientras levantan su quijada del suelo): Esa cifra podría ser conservadora. Si llegase a la agencia libre, pienso que no solo va a superar esa proyección, sino que la va a destrozar. Rayos.

Carlos Correa, SS, Astros de Houston
WAR 2015: 4.1 | Tiempo de servicio: 0.119
Elegible para arbitraje: 2019 | Llega a la agencia libre: 2021

Correa ya es el mejor torpedero en todo el béisbol, y yo podría argumentar que él es el tercer jugador más talentoso en proyectarse en los próximos 15 años (detrás de Mike Trout y Harper). Correa es representado por Greg Genske, quien tiene una fuerte relación con el gerente de los Astros Jeff Luhnow y está abierto a un posible acuerdo a largo plazo con Correa ahora mismo, aunque su precio solo va a seguir aumentando en los futuros años.

Es riesgoso firmar jugadores que tienen menos de un año de tiempo de servicio con contratos masivos, pero Correa es una excepción a la regla debido a sus talentos fuera de servicio y su futuro brillante. Él no solo es el paquete completo en el terreno, sino también fuera del terreno. Ha abrazado la oportunidad de ser la cara de los Astros (se ha involucrado en la comunidad de Houston) y además aspira a ser una de las caras del béisbol. Es un jugador especial y también una persona especial, y se le debe pagar como tal.

Contrato proyectado: 8 años por $144 millones (valor promedio anual: $18M). La cifra total en dólares y el valor promedio anual podrían parecer bajos en comparación con otros contratos que hemos visto en años recientes, pero eso es debido a que él está bien lejos del arbitraje salarial (2019). La paga menor en los primeros tres años hace que el valor promedio anual parezca mucho menor y la duración es de ocho años, por lo que el equipo tiene el beneficio de comprar dos años de agencia libre. Este acuerdo sería una ganga si cumple con las expectativas de potencial, pero con Genske y Legacy Sports representándolo, no va a ser una negociación fácil.

Manny Machado, 3B, Orioles de Baltimore
WAR 2015: 7.1 | Tiempo de servicio: 3.056
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Los Orioles y Machado casi llegaron a un acuerdo a largo plazo hace algunos años antes de que Machado se lastimara la rodilla, y ahora que ha probado que está saludable nuevamente, es tiempo de que los Orioles y el agente de Machado, Dan Lozano, se sienten nuevamente a negociar. Machado es el mejor antesalista defensivo en la Liga Americana - algunos argumentan que es uno de los mejores de la historia - y su poder llegó el año pasado (30 dobles, 35 jonrones). Ha ganado dos Guantes de Oro, es un dos veces Todos Estrellas y terminó cuatro en la votación del JMV de la LA en el 2015. Conclusión: Vale mucho más ahora que hace algunos años, y valdrá mucho más en algunos años que ahora.

Lozano es uno de los mejores en el negocio y no es de los más fáciles cuando se trata de negociar contratos a largo plazo. Un ejemplo de su trabajo: el contrato de Joey Votto por 10 años y $225 millones, firmado hace algunos años, que le dejará dinero a Votto hasta los 40 años. Imaginen lo que buscará para Machado, que tiene 23 años. Su acuerdo podría hacer parecer el contrato reciente de Chris Davis como un aperitivo.

Contrato proyectado: 8 años por $183 millones (valor promedio anual: $22.875M). Machado tiene tres años más de tiempo de servicio que Correa, así que recibiría más dinero en los primeros tres años de contrato; por eso es que el valor promedio anual es mucho mayor. De cualquier modo, Lozano y MVP Sports estarán buscando dinero en grande.

Dallas Keuchel, SP, Astros de Houston
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 3.089
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Keuchel pertenece a la clase de Kershaw-Bumgarner y merece que se le pague de igual forma. El ganador del Cy Young del año pasado probó que su temporada 2014 en la que saltó a la fama no fue casualidad, y a los 27 años, es un poco menos riesgoso que muchos lanzadores jóvenes. El costo de los lanzadores abridores se ha disparado en años recientes, y solo va a seguir subiendo, así que el tiempo para firmarlo y comprarle sus años de agencia libre es ahora.

Contrato proyectado: 6 años por $171 millones (valor promedio anual: $28.5M). No tiene el historial de éxito consistente para superar los contratos recientes de David Price, Zack Greinke y Max Scherzer, pero debería estar por encima del acuerdo de Jon Lester. Con Keuchel viniendo de una temporada de Cy Young, podría ser mejor para los Astros esperar hasta la siguiente temporada baja a ver si puede repetir su éxito del 2015.

Francisco Lindor, SS, Indios de Cleveland
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 0.113
Elegible para arbitraje: 2019 | Llega a la agencia libre: 2021

Los Indios han hecho tan buen trabajo como cualquier otra organización en el béisbol en los pasados 30 años firmando jugadores jóvenes con contratos sensibles a largo plazo, incluyendo el contrato del jardinero Michael Brantley por cuatro años y $25 millones desde el 2014 al 2017 y el del abridor derecho Corey Kluber por cinco temporadas y $38.5 millones del 2015 al 2019 (con opciones de equipo para el 2020 y 2021). El presidente de la Tribu Chris Antonetti no debería detenerse ahí; Lindor debería ser una prioridad en esta primavera.

Lindor, de 22 años, tiene buen alcance y un gran brazo, puede batear con poder sorpresivo y debería poder alcanzar las 30 bases robadas, y su actitud y carácter igualan su talento. Su valor solo va a subir de ahora en adelante.

Contrato proyectado: 8 años por $128 millones (valor promedio anual: $16M). Al igual que Correa, el valor promedio anual luce bajo porque no es elegible para arbitraje por tres años. La única manera en que los Indios se puedan quedar con Lindor a largo plazo es firmándolo temprano, como hicieron con Brantley. Ellos no van a recibir mucho descuento, considrando que el mundo del béisbol ya lo considera como el segundo mejor torpedero en el deporte (detrás de Correa), pero mientras más esperen, mayor será su precio.

Nolan Arenado, 3B, Rockies de Colorado
WAR 2015: 5.7 | Tiempo de servicio: 2.155
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2019

Una vez Troy Tulowitzki fue cambiado a los Azulejos de Toronto, Arenado se convirtió en la cara de los Rockies, y tiene los mismos intangibles. Ganó su tercer Guante de Oro el año pasado y fue electo a su primer Juego de Estrellas. Además lideró las mayores en total de bases (354) y remolcadas (130) y quedó empatado en el liderato de la LN en jonrones con 42. Seguro, tiene la ventaja del Coors Field, pero en realidad conectó más jonrones en la carretera (22). El tiempo para firmar a Arenado a largo plazo es ahora, igual que como hicieron con Tulo en el 2010.

Contrato proyectado: 6 años por $102 millones (valor promedio anual: $17M). Arenado es elegible para arbitraje el año que viene, y el poder suele pagarse bien en arbitraje. El acuerdo sugerido además compraría dos años de su agencia libre.

A.J. Pollock, CF, Diamondbacks de Arizona
WAR 2015: 7.4 | Tiempo de servicio: 3.159
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Pollock es un jugador completo en ambos lados de la pelota, y con 28 años, todavía le quedan varios buenos años. Vale la pena notar que los Diamondbacks tuvieron interés en negociar un contrato a largo plazo con Pollock pero cancelaron las negociaciones luego de escuchar el precio que pedían sus representantes.

Contrato proyectado: 6 años por $98 millones (valor promedio anual: $16.3M). Él es el tercer mejor jardinero central en el béisbol, detrás de Trout y Andrew McCutchen, y merece que se le pague su dinero.

Kris Bryant, 3B, Cachorros de Chicago
WAR 2015: 6.0 | Tiempo de servicio: 0.171
Elegible para arbitraje: 2018 | Llega a la agencia libre: 2021

Bryant, de 24 años, es el mejor bateador derecho joven en el béisbol. Dos factores entran en juego aquí: 1) Los Cachorros lo enviaron a las menores al comenzar la pasada temporada para ganar un año adicional de agencia libre, y 2) es representado por Scott Boras. La única manera en que los Cachorros pueden lograr que Bryant firme un contrato a largo plazo ahora mismo es si rompen algún tipo de record salarial. Quizás esperar uno o dos años les daría una mejor oportunidad de firmarlo, pero bien podrían comenzar el proceso ahora.

Contrato proyectado: 8 años por $183 millones (valor promedio anual: $22.8M). Firmarlo ahora sería un poco riesgoso dados los años y los dólares, pero probablemente les ahorraría dinero a los Cachorros en los tres años finales del acuerdo y le comprarían dos años de agencia libre. Dicho esto, dudo que él vaya a firmar pronto. Si firma una extensión, probablemente cubra solo los años de arbitraje.

Xander Bogaerts, SS, Medias Rojas de Boston
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 2.042
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2019

Bogaerts, de 22 años, se ha convertido rápidamente en uno de los mejores torpederos ofensivos en el béisbol, ganando su primer Bate de Plata, y no hemos visto lo mejor de él. Este es un caso donde su potencial excede los resultados, lo que lo convierte en un buen momento para firmarlo.

Contrato proyectado: 7 años por $72 millones (valor promedio anual: $10.2M). Andrelton Simmons firmó una extensión de siete años y $58 millones (con cerca del mismo tiempo de servicio) con los Bravos antes de ser cambiado a los Angelinos con el mismo tiempo de servicio. Simmons es considerado el mejor torpedero defensivo en el deporte, pero Bogaerts es un mejor jugador ofensivo. Mientras tanto, Starlin Castro firmó un contrato de ocho años y $60.57 millones al entrar a la temporada 2012. El firmar a Boegarts tan temprano con esos números sería un robo para los Medias Rojas.

Mookie Betts, OF, Medias Rojas de Boston
WAR 2015: 6.0 | Tiempo de servicio: 1.070
Elegible para arbitraje: 2018 | Llega a la agencia libre: 2020

Betts, de 23 años, es tan atlético como astuto. Juega con mucha energía, y no hay nada que no pueda hacer en un campo de béisbol. Tiene el potencial de unirse al club de 30 jonrones y 30 bases robadas y ya es uno de los favoritos de los fanáticos. Este es un deporte en el que apuestas tanto en la gente como en su talento, y Betts es una buena persona (y jugador) como para apostar en él.

Contrato proyectado: 7 años por $67.9 millones (valor promedio anual: $9.7M). Christian Yelich logró siete años y $49.75 millones de los Marlins luego de apenas año y medio de tiempo de servicio, y Betts tiene más poder que Yelich. Si los Medias Rojas esperan un año, Betts podría sobrepasar el acuerdo proyectado arriba para Bogaerts como un jugador Súper 2 el año que viene, así que este sería el mejor momento para firmar a Betts.

Aquí están mis más intrigantes jugadores a tener en cuenta en el Este de la Americana para 2016. Ni siquiera pude colocar a Chris Davis en el top 10.

1. Mookie Betts, jardinero, Medias Rojas de Boston

Los jugadores de los Medias Rojas no suelen estar bajo el radar, pero ese pareció ser el caso en 2015 de Betts, que en silencio terminó con una línea de bateo de .291/.341/ .479, 18 jonrones, 42 dobles y 21 bases robadas. También jugó una sólida defensa en el jardín central. Y todo lo hizo después de un comienzo lento en el que había bateado .221 a mitad de mayo. Betts ya es un jugador completo, pero creo que puede llegar a ser un hombre importante y dentro del Top 5 en la carrera para Jugador Más Valioso en 2016 por tres razones: (1) solo tiene 23 años entrando en su segunda temporada completa en las Mayores; (2) me encanta su capacidad de contacto, se ubicó en el puesto 26 en las mayores en promedio de ponches en el 2015 y su proporción de ponches y bases por bolas debería ser mejor; (3) tiene un swing "golfeador" hecho para Fenway, para impulsar la bola por encima del Monstruo Verde.

Todo el mundo parece asumir que Betts se moverá hacia el jardín derecho este año, mientras Jackie Bradley Jr. se hace cargo del central, pero eso no está garantizado. Betts promedió 2.68 outs realizados por cada nueve entradas en el centro el año pasado en comparación con el 2,45 de Bradley.

2. Troy Tulowitzki, SS, Azulejos de Toronto

La producción mediocre de Tulo en sus 41 partidos con los Azulejos pasó desapercibida porque el equipo despegó justo después de que lo adquirieron. Pero él golpeó apenas .239 con cinco jonrones en Toronto. Por supuesto, él se lesionó en septiembre, sufriendo una pequeña grieta en su omóplato izquierdo después de una colisión menor y perdió un par de semanas. Antes de eso, sin embargo, bateó apenas .214 en agosto, por lo que permanece la cuestión de cómo bateará lejos del Coors Field a los 31 años y después de atravesar por varias lesiones a lo largo de su carrera. También será interesante ver dónde Tulowitzki batea en la alineación. Estaba bateando primer bate durante gran parte del mes de agosto hasta que Ben Revere se hizo cargo de ese lugar, pero Revere fue traspasado en la temporada baja y los Azulejos carecen de un primer bate tradicional.

3. Jacoby Ellsbury, jardinero central, Yankees de Nueva York

A los Yankees les gustaría rehacer este contrato, teniendo en cuenta que Ellsbury estará ganando $ 21 millones en las próximas cinco temporadas y bateó apenas .257/.318/.345 en 111 juegos. ¿Todo eso fue el resultado de una lesión de rodilla que sufrió en mayo? Él estaba bateando .324 cuando se lesionó y bateó apenas .224 el resto del camino, junto con 63 ponches y sólo 16 bases por bolas. El primer bate de los Yankees ocupó el tercer lugar en las Grandes Ligas en OPS en 2014, pero cayó al 19 el año pasado. Si Ellsbury tropieza, los Yankees tienen otras opciones para el jardín central en Aaron Hicks y Brett Gardner.

4. Marcus Stroman, lanzador derecho, Azulejos de Toronto

John Gibbons envió un mensaje muy fuerte cuando eligió como abridor en el Juego 5 de la Serie Divisional a Stroman por encima de David Price: que tenía más fe en un Stroman que se hace grande que en la renta del as. Stroman permitió dos carreras en seis entradas y se fue con un empate 2-2 antes de que el partido se volviera loco y los Azulejos ganaran. El hecho de que estuviera incluso lanzando era notable teniendo en cuenta que se había desgarrado el ligamento cruzado anterior en el entrenamiento primaveral; ahora él estará aún más fuerte un año completo después de la cirugía. Stroman es un hombre bajito con seis lanzamientos en su repertorio (recta, cambio de velocidad, curva, slider, cutter, sinker) que es muy divertido de ver. Él mantiene todo en la zona, por lo que, mientras que él no va a registrar un gran número de ponches, él no permitirá muchos jonrones, un factor clave para alguien que está lanzando en el Rogers Centre. La gente puede preocuparse por la rotación de Toronto, pero creo que Stroman emergerá como un as.

5. David Price, lanzador zurdo, Medias Rojas de Boston

Nadie pone en duda lo que puede hacer Price en la temporada regular. Él es probablemente mi elección de pretemporada para Cy Young porque es genial, es duradero y ha lanzado bien en Fenway (donde tiene una efectividad de 1.95 en 11 aperturas) en su carrera. Sin embargo, lanzar en Boston con un contrato de $ 217 millones no es lo mismo que lanzar en Tampa o incluso en Detroit o Toronto durante una carrera por el título. Luego está la postemporada y es entonces cuando Price tendrá que ganar su dinero. Ha comenzado ocho partidos de postemporada en su carrera y está con 0-7 y una efectividad de 5.47.

6. Manny Machado, 3B, Orioles de Baltimore

Machado podría haber sido el bateador más mejorado en la liga el año pasado. Después de batear 26 jonrones, combinando las temporadas de 2013 y 2014, pegó 35 la campaña pasada. Pero esto es lo que más me gustó: su tasa de boletos mejoró de 5.7 por ciento a 9.8 por ciento. Sin duda, el aumento de potencia fue en parte resultado de su mejora de disciplina en el plato. La tasa de persecución de Machado a lanzamientos fuera de la zona se redujo de 33 por ciento a 25 por ciento. Sí, hacer swing a pitcheos en zona de strike ayuda. Y después que su lesión en la rodilla limitó su tiempo de juego en 2014, jugó los 162 partidos la temporada pasada. Él ahora tiene cirugías en ambas rodillas, por lo que uno se preocupa por los efectos a largo plazo, pero por ahora él está entrando a la temporada con la edad de 23 años, todavía lo suficientemente joven para conseguir ser mejor y tal vez producir una temporada de .300 y 40 jonrones.

7. Luis Severino, lanzador derecho, Yankees de Nueva York

Severino mostró una gran bola rápida durante su debut como novato en 11 aperturas, con un promedio de 95,3 mph, mientras la mezclaba con un cambio y la slider. Su efectividad de 2.89 fue un poco engañosa, sin embargo, él tuvo un 4,37 FIP. Fanáticos de los Yankees esperan un primer abridor de la rotación, y, aunque Severino tiene esa capacidad, va a necesitar reducir los boletos y cuadrangulares.

8. Aroldis Chapman, lanzador zurdo, Yankees de Nueva York

Aunque los fiscales no presentaron cargos contra Chapman por la disputa doméstica con su novia en la Florida, la especulación es que será suspendido. Pero cuando regrese, el trío del bullpen: Chapman, Andrew Miller y Dellin Betances, obviamente, será formidable. Es el tipo de bullpen que puede llevar a los Yankees todo el camino a la Serie Mundial... si primero pueden llegar a la postemporada.

9. Chris Archer, lanzador derecho, Rays de Tampa Bay

Si no amas a este chico, no amas al béisbol. Archer es un gran artista en el campo y una de las mejores personas fuera de él. Y está a la altura de Price y Dallas Keuchel en mi lista de pretemporada de aspirantes al Cy Young. Viniendo de una temporada 2015 en la que tuvo una efectividad de 3.23 y 252 ponches en 212 innings, lo único que necesita es un poco más de consistencia. Archer tuvo 15 aperturas en las que permitió una o ninguna carrera -pero también tuvo dos salidas de nueve carreras, un juego de ocho carreras y tres juegos de cinco carreras.

10. Hanley Ramírez, 1B, Medias Rojas de Boston

Nuevo año, nueva posición... ¿nuevo Hanley?

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Los Mets de Nueva York van a necesitar reemplazar la ofensiva que van a perder cuando Yoenis Céspedes y Daniel Murphy firmen en otro lado.

Existen opciones internas para sustituir a Murphy con Wilmer Flores y Dilson Herrera capaces de reemplazar las 1.7 Victorias sobre Reemplazo que Murphy promedió en las últimas cuatro temporadas.

Reemplazar a Céspedes va a ser una tarea más dura. No hay muchos jugadores que puedan impactar un juego como lo hace él cuando está bien. Su habilidad para "jonronear cuando se necesita" rivaliza la que tenían Darryl Strawberry y Mike Piazza.

Tratar de firmar un jugador de ese calibre va a costar mucho (así que no es tan fácil como decir "vayan y firmen a Justin Upton"). La oficina central de los Mets va a tener que ponerse creativa en esa búsqueda. Y es posible que se necesite un cambio.

Hay dos buenas posibilidades obvias de cambio para los Mets - los Cachorros de Chicago y los Medias Rojas de Boston. Cada uno de ellos puede utilizar otro lanzador abridor y tienen abundancia de talento joven y bajo contrato controlable. Los Cachorros están mejor equipos para cambiar un torpedero como Addison Russell, Javier Báez o Starlin Castro, pero si los Mets van a ceder un abridor estelar, probablemente van a querer más que eso. No vemos a los Cachorros queriendo cambiar a Kris Bryant o Kyle Schwarber.

Por eso es que un cambio con los Medias Rojas hace más sentido. Ellos tienen sobrepoblación de jardineros (incluyendo dos verdaderos jardineros centrales en Mookie Betts y Jackie Bradley Jr.) y tienen una necesidad clara de un abridor estelar. Sus lanzadores abridores tuvieron la tercera peor efectividad en la Liga Americana la pasada temporada.

Los Medias Rojas podrían obtener ese tipo de lanzador en la agencia libre (David Price, Johnny Cueto), pero la oficina central de los Mets ofrecen algunos lanzadores que son más jóvenes y con menos millaje en sus brazos.

El cambio potencial lógico aquí podría ser algo asi como que Matt Harvey por Betts.

Sí, los Mets podrían arrepentirse de cambiar a Harvey, pero ...

• A él le quedan tres años bajo control del equipo, luego de los cuales con toda seguridad buscará otro rumbo.

• Probablemente se va a poner más caro en esos últimos dos años.

• Su agente, Scott Boras, ya le ha causado mucho estrés a los Mets en los últimos 12 meses.

Betts fue un jugador con WAR de seis en el 2015. Bateó .291 con OPS de .820, 18 jonrones, 42 dobles y 21 bases robadas, mientras se ponchó apenas 82 veces en 597 turnos. Se ubicó séptimo entre los jardineros centrales con nueve carreras salvadas por la defensiva. En comparación, Céspedes totalizó un WAR de 6.3 entre los Tigres y los Mets en el 2015, así que su valor es comparable.

Es posible que surjan algunas dudas con una transacción como esa en ambos lados (Harvey estará bajo control por tres años antes de llegar a la agencia libre, a Betts le quedan cinco), pero esos se pueden trabajar añadiendo jugadores secundarios al acuerdo.

La rotación de los Mets sufriría un golpe, pero todavía tendrían para el Día Inaugural a Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matzen la parte superior, con Jonathon Niese firme en el cuarto puesto. Cuando Zack Wheeler vuelva, puede ocupar el quinto puesto. La mejoría en la ofensiva compensaría por el golpe recibido en el pitcheo.

Betts es un jugador considerablemente mejor que Juan Lagares. Él es basicamente el tipo de jugador que los Mets quisieran que Lagares fuese. Lagares todavía tiene valor para los Mets como jardinero sustituto, y si su codo se sana, él podría (en teoría) jugar en cualquiera de los tres puestos en los jardines.

Uno tiene que ceder algo para recibir algo a cambio. En este caso, lo que los Mets estarían recibiendo sería algo casi perfecto para ellos.

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