En los últimos años, el béisbol ha venido apostándole a la juventud y la agencia libre se ha vuelto una pesadilla para aquellos jugadores entrados en años, a pesar de que muchos de ellos mantienen sus condiciones y aptitudes intactas.

Los 30 años parecen marcar una línea divisoria entre la posibilidad de obtener o no un pacto a largo plazo, posiblemente condicionada por fallidos contratos que recibieron algunos peloteros que al final han terminado costándole mucho dinero a sus equipos.

Difícilmente veamos a un nuevo Albert Pujols, que en el 2012 firmó por diez campañas y 240 millones de dólares con Los Angeles Angels, cuando ya había cumplido 32.

O a un Robinson Canó, contratado a los 31 por la misma cantidad de temporadas y dinero por los Seattle Mariners.

Es que a la luz de los acontecimientos, ya es riesgoso hasta un acuerdo como el de Yoenis Céspedes con los New York Mets, que fue de cuatro contiendas y 110 millones, pues el cubano, que tenía 31 años en su momento, apenas ha jugado 119 de 486 partidos posibles entre el 2017 y 2019 y no se sabe si podrá hacerlo en el 2020, la última de las campañas pactadas.

Año a año, si acaso contratos de dos temporadas, tres a lo sumo, es lo que se avecina para los más veteranos. He aquí una relación de los principales agentes libres treinteañeros que hay ahora mismo en el mercado y sus perspectivas para continuar sus carreras.

Año a año

Edwin Encarnación (37)

Olvídense de la pésima postemporada que el dominicano tuvo con los New York Yankees.

Encarnación todavía es capaz de producir a un nivel altísimo en lo que a jonrones y carreras impulsadas se refiere.

No faltarán equipos de la Liga Americana, como los Tampa Bay Rays, por ejemplo, que le den una oportunidad en el 2020 para usarlo principalmente como bateador designado y eventualmente en primera base.

Josh Donaldson (34)

Donaldson probó en el 2019 con los Atlanta Braves que todavía le queda gasolina en el tanque cuando la salud lo acompaña, al despachar 37 vuelacercas y remolcar 94 carreras.

Podría ser una buena opción para los Washington Nationals, si no pueden conseguir de vuelta a Anthony Rendon, para defender la esquina caliente.

Brett Gardner (36)

Ha hecho toda su carrera con los Yankees y lo más probable es que el equipo le dé un año más, sobre todo porque Aaron Hicks estará ausente gran parte del 2020.

Gardner aprovechó las pelotas voladoras del 2019 para acumular 28 bambinazos y 74 empujadas, topes en su trayectoria.

Contratos de dos temporadas

Cole Hamels (36)

El zurdo Hamels tuvo récord de 7-7 y efectividad de 3.81 en 27 aperturas en el 2019, con 141.2 entradas de labor.

Ya no es un as para una rotación, pero un lanzador de su experiencia siempre es bienvenido en un staff joven como el de los Bravos.

Robinson Chirinos (35)

De la misma manera que un lanzador como Hamels siempre hace falta, un receptor con la experiencia del venezolano es una bendición para cualquier staff de pitcheo.

Los Houston Astros deberían valorar la posibilidad de traerlo de vuelta y en ello podría influir mucho Justin Verlander, ganador del premio Cy Young del 2019, quien prefería tener a Chirinos detrás del plato los días que él lanzaba.

Dellin Betances (32)

El derecho dominicano tuvo una efímera aparición en el 2019, al ponchar a los dos bateadores que enfrentó antes de lesionarse un pie.

Pero su brazo está listo y ya es hora de que tenga la oportunidad de ser el cerrador titular en un equipo, tras pasar toda su carrera a la sombra de Mariano Rivera, David Robertson y Aroldis Chapman.

Los Rays podrían ser una buena opción, pues Betances conoce la división Este de la Liga Americana mejor que cualquier otra.

Tres temporadas

Dallas Keuchel (32)

El zurdo Keuchel pasó el Niágara en bicicleta para encontrar trabajo en el 2019, su primer choque con la agencia libre, al punto que firmó con los Bravos a mitad de temporada.

Tuvo buenos números, aunque no excepcionales, atribuibles a la inactividad por medio año. Dejó balance de 8-8 y efectividad de 3.75 en 19 aperturas, con 112.2 episodios de trabajo.

Ya no es un número uno para una rotación, como lo fue con los Astros cuando ganó el Cy Young en el 2015, pero lleva dos campañas totalmente saludable y es un hombre que mantiene la pelota en la zona baja, que obliga a los bateadores a conectar por el suelo.

Los Texas Rangers, que inaugurarán estadio en el 2020, podría ser el destino ideal para Keuchel.

Hyun-Jin Ryu (33)

En las dos últimas temporadas, el coreano ha demostrado de lo que es capaz si la salud lo acompaña. Y he ahí su mayor riesgo.

En 44 juegos entre 2018 y 2019, Ryu ha dejado una efectividad de 2.20 en 265 entradas, con 252 ponches.

Fue segundo en la votación para el premio Cy Young y tuvo la mejor efectividad de todas las Grandes Ligas en la pasada campaña.

Podría quedarse en Los Angeles, pero no con los Dodgers, sino pasar a la Liga Americana con los Angelinos, que estarán buscando reforzar su pitcheo para darle a su nuevo manager, Joe Maddon, las herramientas necesarias para poder competir.

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CC Sabathia estaba en Hawai el 28 de diciembre cuando le llegó un mensaje de texto de cuatro palabras a su teléfono.

Chapman, Dellin y Andrew.

El nombrede Andrew Miller había sido mencionado en rumores de cambios, y la interpretación inicial tergiversada de Sabathia a ese enigmático mensaje fue que Dellin Betances y Miller habían sido cambiados por Chapman.

Inmediatamente un sorprendido Sabathia llamó a Betances y escuchó la verdad que no se le había ocurrido: Que era posible que los únicos tres relevistas de Grandes Ligas que habían ponchado 100 bateadores la temporada pasada formaran parte del mismo bullpen.

A medida que Sabathia procesaba los detalles, la idea de que eso causara algún tipo de problema - una controversia por quién sería el cerrador - nunca le cruzó la mente, porque él conoce desde hace años Betances, y aprendió el año pasado sobre la devoción de Miller a ganar.

¿Una controversia por el puesto de cerrador con Miller y Betances? Eso no va a pasar, y mirando adelante, la disposición de Miller de hacer lo que le pidan los Yankees va a ser crucal mientras navegan por posibles aguas turbulentas en el futuro.

Sin importar el tipo o la extensión del castigo que enfrenta Aroldis Chapman -- sea suspendido o no - los Yankees están posicionados para ajustarse a cualquier situación, debido a la habilidad de Miller, y a su flexibilidad. Si Chapman es castigado por el béisbol, Miller podría volver al rol de cerrador nuevamente, luego de ganar el Premio Mariano Rivera el año pasado por ser el mejor relevista en la Liga Americana.

Si Chapman está disponible, Miller se encargaría de la octava entrada, o incluso la séptima. Él terminará haciendo lo que le pidan los Yankees, sin problemas, y sin quejas.

"Es algo increíble, especialmente viniendo después de la temporada que tuvo el año pasado", dijo Sabathia. "Es un testamento a quién es él y de lo que está hecho. A él no le importa su rol, o cuántos salvamentos logre, o sus números. Él solo quiere ganar un anillo. Eso es algo increíble, siendo su compañero de equipo, que Andrew tome esa posición y que ayude al equipo a ser mucho mejor".

Los Yankees tuvieron una situación similar con su bullpen en 1978, y se convirtió en una distracción seria. En 1977, Sparky Lyle era el apagafuegos de los Yankees, como se le decía a ese rol en aquel momento, y terminó lanzando en 60 partidos, cifra máxima en la liga, con marca de 13-5 y 26 salvamentos - y ganó el Cy Young de la LA.

Pero en ese invierno, los Yankees firmaron al lanzallamas Goose Gossage para mejorar el bullpen y Lyle perdió su dominio allí, y estaba furioso por eso. Su frustración impulsó uno de los libros de béisbol más notorios de la historia, "The Bronx Zoo (El Zoológico del Bronx)".

Miller es un lector voraz. No es un escritor. Y no está interesado en crear titulares, a pesar de que fue sacado del rol de cerrador sin haber hecho un solo lanzamiento.

"Yo luciría bastante tonto si comienzo a hacer expresiones sobre algo, cuando he visto la forma en que Carlos Beltrán o CC o Alex [Rodríguez] han manejado sus problemas", dijo Miller. "Yo no soy nadie en comparación a ellos, y si salgo y hago todo tipo de declaraciones fuertes, me vería ridículo.

"Estamos rodeados de jugadores del Salón de la Fama, jugadores Todos Estrellas. Brian McCann nunca se saldría de sus casillas a decir algo".

Miller reconoció la naturaleza humana de todos los competidores, el deseo de estar en un rol de mayor prominencia. "Todos lo tenemos en diferentes niveles", dijo. "En universidad, uno quiere lanzar un viernes en la noche. O uno quiere lanzar en el partido grande en las eliminatorias regionales. Los cinco abridores quieren ser el que esté en el montículo en el Día Inaugural, porque es un reconocimiento a lo que has hecho y donde estás parado, lo bien que te preparas.

"Pero al final del día, en los equipos buenos, eso no se debe convertir en una distracción. Todo el mundo tiene cierta cantidad de orgullo, un cierto lado de ego que juega un rol en ser exitoso, pero los buenos equipos tienen chicos que echan eso a un lado".

La decisión de Miller de no causar problemas con su cambio de rol tiene algo de estrategia. "La prensa aquí [en Nueva York] es un poco diferente", dijo. "En cualquier momento que uno abre una puerta para ellos, ellos crean una tormenta. Las distracciones sin innecesarias si se pueden evitar, y debemos tratar de evitarlas. Es la manera en que veo las cosas. No estoy diciendo que es la manera correcta, pero prefiero evitar eso. Preferiría, en cierto sentido, aplastar la historia. No es bueno para ustedes, muchachos, pero para mí, es más fácil evitarlo. Además es la verdad".

La verdad. Que lanzar en el rol de cerrador no es algo que Miller necesite para su afirmación personal.

"Lo he dicho un millón de veces desde que llegué aquí: Yo no firmé aquí para ser cerrador. Yo solo firmé aquí. La pasé muy bién el año pasado. Me siento orgulloso de lo que hice el año pasado. Pero no es algo que sea el todo, la meta máxima para mí. Si nosotros ganamos al final del año, eso va a ser mucho mejor para mí que cualquier otro logro individual".

Cuando Miller lanzó con los Medias Rojas de Boston en el 2013, vio un grupo de jugadores que puso a un lado sus preocupaciones personales por el bien común, conducta que reforzó lo que ya creía. Y cuando se le preguntó sobre cuáles jugadores han servido de ejemplo para él, citó a uno de sus compañeros del 2015.

"Yo solo puedo seguir el ejemplo de Dellin del año pasado", dijo Miller. "Probablemente él quería cerrar el año pasado. Probablemente tenía muchas cosas en juego como alguien que estaba a punto de entrar al proceso de arbitraje. Yo ya tengo mi contrato. Yo sé que mi salario no va a cambiar si lanzo mal, o si lanzo en la octava o novena entrada".

El ser cerrador no va a afectar nada para Miller, dijo. "Para [Betances], sí le va a afectar. Y él lo manejó con tanta clase, y nunca dejó que eso le afectara en el terreno. Si puedo seguir su liderato, va a ser pan comido, y ciertamente él estableció el tono para eso".

La primavera pasada, el manager de los Yankees Joe Girardi se reunió con Betances y Miller en Washington para darle a los relevistas algunas ideas de como ellos serían utilizados. "Andrew me dijo, 'Joe, yo solo estoy aquí para ayudarte a ganar; en la situación que me quieras poner, yo voy a estar de acuerdo con ella'", recordó Betances. "Esa fue la actitud para ambos. Todo el mundo estuvo de acuerdo".

Miller escuchó sobre el cambio de Chapman cuando el gerente de los Yankees Brian Cashman lo llamó, y el mensaje de Miller a Cashman fue: Lo que usted necesite hacer para ganar. Betances escuchó sobre el cambio de Chapman mientras se dirigía a un evento de firma de autógrafos, medio dormido en la parte trasera de un auto. "Me despertaron un montón de mensajes de textos y llamadas telefónicas, y primero no podía creerlo", dijo Betances.

"Pero entonces, cuando uno piensa sobre ello, es como que, wow, es algo bastante loco tenerlo a él y a Miller en la parte trasera del bullpen. Va a ser algo emocionante, y los fanáticos están emocionados por ello - yo sigo escuchando comentarios dondequiera que voy".

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Los Yankees de Nueva York poseen dos de las armas más poderosas en Grandes Ligas en los brazos de los relevistas Dellin Betances y Andrew Miller.

Betances lanzó la octava entrada sin permitir carreras el pasado domingo en la victoria 2-1 sobre los Marineros de Seattle para sumar su sexto triunfo de la temporada, y Miller lanzó una novena entrada perfecta para su vigésimo salvamento en 20 oportunidades.

La historia se repitió la noche del martes en la victoria 3-2 sobre los Orioles de Baltimore, con la cual los Yankees aumentaron a cinco juegos su ventaja como líderes del Este de la Liga Americana y se colocaron por primera vez esta temporada a 10 juegos sobre la marca de .500.

Betances entró en la parte baja del séptimo inning para ponchar al estelar tercera base Manny Machado y obtener el tercer out con la carrera del empate en tercera base, y luego permitió un solo hit sin carreras tras completar el octavo.

El zurdo Miller entonces hizo lo propio para sumar su salvamento número 21 de la temporada en igual número de oportunidades.

Betances y Miller se ubican en tercer y cuarto lugar entre los relevistas calificados en Grandes Ligas con un promedio de 14.48 y 14.20 ponches por cada nueve entradas respectivamente, los dos mejores en la Americana. Betances lidera a todos los relevistas en MLB con 81 ponches en 50 innings y un tercio.

Los espigados lanzadores también cuentan con dos de las mejores porcentajes de carreras limpias entre todos los relevistas en Grandes Ligas con 30 entradas lanzadas o más esta temporada, con ERA de 1.43 para Betances y de 1.39 para Miller.

El cuerpo de abridores de los Yankees tiene una inflada efectividad de 4.21, que ha sido contrarrestada por una espléndida ofensiva. No obstante, los relevistas se han combinado para una efectividad de 3.32, y si nos trasladamos a la octava entrada en adelante, cuando generalmente veríamos lanzar a Betances o a Miller, la efectividad baja a 2.65.

Si evaluamos las estadísticas combinadas de los relevistas de los Yankees de la octava entrada en adelante, han registrado 233 ponches, el mayor número en todo MLB, y limitado a sus oponentes a un promedio de bateo de .201, empatados con los Astros de Houston para el menor en contra.

Es por ello que con esa dupla Betances-Miller, los Yankees han logrado de nuevo tener una fórmula ganadora que los ha mantenido relevantes esta temporada, en un momento en particular en el cual sus abridores no han sabido dar regularmente más de seis entradas.

Los abridores de los Yankees se han combinado para lanzar 534 entradas y dos tercios, número 23 entre los 30 equipos de Grandes Ligas. En comparación, los cuerpos de abridores líderes en la categoría, los Mets de Nueva York, Atléticos de Oakland y Angelinos de Los Angeles, han lanzado más de 575 episodios.

Otro dato que refleja la carga que ha tenido el cuerpo de relevistas es que los abridores neoyorquinos también han fallado en tener un gran número de "aperturas de calidad" esta temporada, una estadística que define un partido donde el abridor completa al menos seis entradas y permite tres carreras limpias o menos.

Los Yankees en total cuentan con 39 aperturas de calidad, la tercera menor cantidad en la Liga Americana, y limitadas a 34 en su rotación actual. Trece de los 30 equipos de Grandes Ligas cuentan con 50 aperturas de calidad o más entre sus abridores.

Así es como gracias a esa fórmula Betances-Miller que los Yankees han registrado un espléndido récord de 43 victorias y sólo dos derrotas al tener la ventaja después de siete entradas, y no han perdido un solo partido de los 49 donde han dominado el marcador tras ocho.

Y es ese monstruo de dos cabezas que hace a los fans de los Yankees recordar los años de apaga y vámonos de Mariano Rivera y John Wetteland, y más recientemente del mismo Mo junto a David Robertson, y el cual podría ser la clave de la clasificación a la postemporada.

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NEW YORK - El manager de los Yankees de Nueva York Joe Girardi tenía razón cuando dijo que lo que le ocurrió a su estelar relevista, Dellin Betances, en el Yankee Stadium el pasado martes fue una rara coincidencia.

Fue llamado a trabajar por dos entradas para preserver un empate 3-3 contra los Atléticos de Oakland, y Betances dejó un pitcheo en el medio en conteo de 0-2 - un conteo que normalmente es una sentencia de muerte, especialmente para un bateador derecho -- a Brett Lawrie y solo pudo ver con desespero como ese error salió disparado hacia las gradas del jardín izquierdo para lo que fue la carrera de la victoria para los A's 4-3.

"Eso no pasa con frecuencia, pero ocurrió esta noche'', dijo Girardi. "Es un juego donde hay un element humano involucrado''.

Eso es cierto. Cuando un lanzador ha permitido apenas dos jonrones en toda la temporada, tiene efectividad de 1.65 y ha desperdiciado apenas dos salvamentos en nueve oportunidades, uno tiende a despacharlo como una de las cosas que ocurren a lo largo de una temporada de béisbol.

Pero ¿qué tal cuando ese mismo lanzador, con lo dominante que ha sido Betances hasta el momento, le ocurre lo mismo en salidas consecutivas? ¿Lo seguirías viendo como más que una simple ocurrencia?

"Ni siquiera me preocupo por ello'', dijo Girardi en forma despectiva. Y quizás él esté en lo correcto. Incluso el gran Mariano Rivera llegó a pasar por periodos donde desperdiciaba dos y tres salvamentos en forma seguida. Hubo un periodo en su temporada final en el que el incomparable Mo no solo desperdició tres rescates en fila, sino que permitió tres jonrones en dos partidos.

Betances ahora ha permitido cuadrangulares en dos de sus pasadas tres aperturas, y debido a la naturaleza de su rol, ambos fueron batazos devastadores que llegaron en el peor momento posible. Uno de ellos fue el pasado sábado, por Steven Souza Jr., que permitió que los Rays de Tampa Bay empataran un juego en el que eventualmente los Yankees, y el propio Betances, se llevarían la victoria.

Pero ni él ni los Yankees pudieron sobrevivir al batazo de Lawrie, y como resultado de ello, los Yankees perdieron en cuarta ocasión en cinco juegos ante los Atléticos, que tienen el peor record en la Liga Americana.

En su forma más benigna, el destino que tuvo Betances podría ser simplemente una demostración más de lo inestable que puede ser el béisbol; antes del partido se notaba radiante de orgullo mientras discutía con los reporteros su segunda selección al Todos Estrellas de la Liga Americana en igual cantidad de temporadas en las Grandes Ligas.

Luego del partido, todavía sonreía, pero era una sonrisa algo engañosa, impregnada de verguenza al igual que la naturaleza de bien que es la parte clave de su personalidad.

"Es definitivamente algo difícil de asimilar cuando estás al frente en el conteo'', dijo Betances. "Uno tiene que poder sacar esos contrarios y yo dejé ese pitcheo en el medio del plato. Y él obviamente se aprovechó de eso''.

Pero en el peor escenario posible, podría ser una señal de que la carga de trabajo de Betances está comenzando a afectarle - al llegar a la mitad de la temporada, ya tiene 43 2/3 entradas lanzadas, cerca de la mitad de las 90 que trabajó en su temporada de novato el año pasado.

Rápidamente Betances descartó la sugerencia de que estuviese lesionado, fatigado o cualquier otra cosa más allá del hecho de que esa noche fue víctima de los traviesos dioses del béisbol, quienes no suelen permitir que un jugador se crea más de lo que es por mucho tiempo.

Pero el pensamiento general que, para los Yankees, el regreso de Andrew Miller, el cerrado cuyo trabajo heredó Betances cuando Miller fue colocado en la lista de lesionados por una lastimadura en el antebrazo, no pudo llegar en mejor momento.

"Sí, obviamente pienso que nos va a ayudar'', dijo Girardi. "Sabes, en el último mes, Betances no ha lanzado tanto como en los primeros dos meses. Obviamente lo estamos cuidando y estamos al pendiente de cuanto está trabajando, pero también obviamente el regreso de Miller nos va a ayudar''.

Va a ayudar a todos los relevistas de los Yankees, porque perder un brazo, incluso uno tan efectivo como el de Miller, causa problemas en la otra media docena de brazos que andan en guardia en el bullpen.

Betances no fue el único relevista normalmente confiable que falló la noche del martes; en la sexta entrada, el zurdo Chasen Shreve, quien no permitió carreras limpias en todo el mes de junio, permitió su segunda en apariciones consecutivas en julio, al permitir un cuadrangular solitario a Billy Butler para empatar el partido a 3.

Girardi, que se caracteriza por ser un manager que mueve mucho sus fichas, sacó al abridor Nathan Eovaldi con un out y nadie en base en la sexta entrada por un par de razones: Por un lado, él temía que el jardinero derecho zurdo de los A's Josh Reddick, quien había conectado bien la pelota en par de ocasiones ante Eovaldi, incluyendo un sencillo remolcador de carrera en la primera entrada, se midiera a él nuevamente, ya que los bateadores contrarios le conectan bien a Eovaldi en la tercera ocasión que les toca medirse, promediando .378. Por otro lado, Girardi parece que le encantan los choques de zurdo contra zurdo. Y una tercera razón, es que el manager sabía que tenía un bullpen descansado y completo luego del día libre del lunes y planificó sus combinaciones que desembocarían en el uso de Betances en la novena entrada.

Pero se desvió de su aparente plan. Aunque el derecho Adam Warren, quien ha sido su abridor más efectivo pero que ahora volvió a su rol previo como relevista intermedio, estaba ya caliente en el bullpen, Girardi eligió a Shreve para entrar a juego contra Butler. Eso duró un pitcheo, el que Butler conectó hacia los asientos del jardín izquierdo.

En la primera mitad de la temporada, el bullpen de los Yankees ha sido una de sus más grandes fortalezas, a pesar de haber tenido que pasar por varias renovaciones; David Carpenter, Esmil Rogers, Chris Martin, Sergio Santos, Jacob Lindgren, Branden Pinder y Kyle Davies, por nombrar solo algunos, han pasado por la puerta giratoria del bullpen, y algunos de ellos no volvieron.

Hasta la llegada de Miller, Girardi parecía haber encontrado una fórmula que le agradaba: Warren y los zurdos Shreve y Justin Wilson para las entradas seis, siete y ocho, y Betances para la novena. Pero ahora con el regreso de su cerrador, esto podría funcionar aún mejor, ya que todos tendrían que trabajar un poco menos.

Y cuando trabaje de la manera en que se supone que lo haga, uno casi no lo notará, porque esa es la manera en que se supone que lo haga.

Pero es en noches como la del pasado martes, las noches que Girardi dice que no ocurren con tanta frecuencia, que los problemas se convierten en aparentes.

Y cuando ocurren en dos juegos consecutivos, al mismo lanzador, entonces se convierte en algo problemático.

Para Dellin Betances y los Yankees, la ayuda ya ha llegado. Y la misma no pudo haber llegado en mejor momento.

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Todo indicaba que los Yankees de Nueva York no tendrían que usar en el juego del viernes a Dellin Betances o Andrew Miller, porque tenían ventaja de 8-1 a la altura de la quinta entrada. Pero los Angelinos de Los Angeles despertaron y se rebelaron ante Esmil Rogers, y luego que cinco bateadores llegaran a base, el manager de los Yankees Joe Girardi salió del dugout para llamar a Betances - quien tuvo que trabajar duro, utilizando muchos lanzamientos rompientes.

Betances permitió un hit y otorgó dos boletos, y por primera vez en esta temporada, permitió una carrera limpia. Pero ponchó al emergente Carlos Pérez para terminar el juego, en su lanzamiento 33 de la entrada.

De seguir su ritmo actual de uso, Betances terminaría con un asombroso total de 80 apariciones, con 88 1/3 entradas; el año pasado, hizo 70 apariciones, trabajando 90 entradas. Ha lanzado en seis ocasiones en los pasados 11 días. Lleva ritmo para terminar con 1,440 lanzamientos, mucho más que en el año pasado, cuando hizo 1,365, la mayor cantidad entre los relevistas de la Liga Americana.

Carlos Torres de los Mets fue el único relevista que hizo más lanzamientos que Betances la temporada pasada, y su carga de trabajo ha sido reducida significativamente en esta campaña. Betances mide 6 pies 8 pulgadas y pesa 265 libras, y quizás puede sobrellevar una mayor carga de trabajo que la mayoría de los relevistas, pero la historia sugiere que un uso prolongado no suele llevar a cosas buenas.

Cada lanzador es diferente en cuanto a composición del cuerpo y capacidad, y cada mecánica de lanzamiento es diferente, así que no existe algo así como comparar manzanas con manzanas. Pero consideren el caso de Jonny Venters: El relevista de los Bravos de Atlanta Braves hizo 79 apariciones en 2010, y 85 apariciones en 2011, cuando llegó a las 88 apariciones. Apenas pudo hacer 66 apariciones en 12012 antes de quebrarse, y no ha lanzado en las mayores desde ese entonces.

Es posible que la capacidad física de Betances no se pueda comparar con la de Venters, pero su carga de trabajo está en línea con la que tuvo Venters. Los Yankees tienen una gran arma en Betances, y a medida que avanzan en la temporada, quizás valga la pena que encuentren una manera de ofrecerle mayor protección.

Hasta esta mañana, Betances se encuentra quinto en las mayores en entradas lanzadas:

1. Anthony Bass, Texas -- 34 2/3

2. Esmil Rogers, Yankees -- 31

3 (Empatado). Evan Scribner, Oakland -- 30 2/3

3 (Empatado). Tony Watson, Piratas -- 30 2/3

5. Betances -- 30 1/3

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NUEVA YORK - La rotación de los Yankees de Nueva York ha sido a través de la temporada una inesperada fuente de solidez para el equipo.

La efectividad global de los lanzadores neoyorquinos es de un excelente 3.24, la mejor en toda la Liga Americana, superando a los Reales de Kansas City (3.34), y la quinta mejor entre los 30 equipos de Grandes Ligas.

No obstante, ese promedio de efectividad es ayudado por la consistencia de uno de los mejores cuerpos de relevistas en la gran carpa. Es gracias a ese espléndido bullpen que los Yankees cuentan con una marca de 12-1 en partidos en los que han tenido la ventaja después de la sexta entrada.

Cuando nos referimos exclusivamente a la efectividad promedio de la rotación de abridores, el ERA de los Yankees sube a 3.94, con 71 carreras permitidas en 166 entradas y un tercio; 24 de esas carreras han sido concedidas por Sabathia.

El hoyo negro en el cual se ha convertido la presencia del único zurdo en la rotación no puede ser ignorado. De las 11 derrotas sufridas por los Yankees esta temporada, Sabathia ha estado en la lomita en cinco de ellas; ningún otro abridor neoyorquino ha sumado más de una derrota.

Las 24 carreras permitidas por Sabathia a través de 38 entradas esta temporada, para una efectividad de 5.45, son 11 más que las concedidas por el derecho Michael Pineda en 39 entradas y un tercio.

Entre los abridores zurdos calificados en Grandes Ligas, sólo Drew Hutchison (27) de los Azulejos de Toronto ha permitido un mayor número de carreras que Sabathia esta temporada.

Pero en defensa de Sabathia, lo cierto es que no ha recibido prácticamente ningún apoyo ofensivo en sus seis salidas esta campaña 2015, con los Yankees anotando tres carreras o menos en cada partido.

Si nos vamos a las estadísticas, al redactar estas líneas, ningún abridor calificado de la Liga Americana, ninguno, ha recibido menos carreras de apoyo que Sabathia, con un promedio de 2.17 por cada nueve entradas.

En todo el béisbol, sólo Cole Hamels de los Filis de Filadelfia Philadelphia Phillies (1.67) y A.J. Burnett de los Piratas de Pittsburgh Pirates (1.40) han contado con peor apoyo ofensivo que Sabathia.

Es así como el zurdo no ha tenido ningún margen de error.

Lo positivo para CC es que ha comenzado a dar destellos de una transición positiva de ser lo que se conoce como un "power pitcher", un abridor que depende mucho de los lanzamientos de velocidad para sacar outs, a un lanzador con un arsenal más amplio y que sabe pintar las esquinas.

Sabathia también ha demostrado, hasta el momento, haber dejado atrás sus problemas de rodilla, en la cual se sometió a cirugía de reconstrucción del cartílago por la que se perdió la mayoría de la temporada pasada, y la velocidad y efectividad de sus lanzamientos han parecido ir de la mano.

Pero la realidad es que Pineda es el único que ha dado la cara por el equipo desde la lesión del as japonés Masahiro Tanaka. El dominicano ha registrado cuatro de las 17 victorias de los Yankees, y el bullpen se ha combinado para otras seis, tres de ellas del relevista Dellin Betances.

El segundo mejor lanzador en la rotación había sido Tanaka, con récord de 2-1 y efectividad de 3.22, antes de tener que irse por lo que se anticipa sea un mes de ausencia por tendinitis en la muñeca, seguido por el también derecho Nathan Eovaldi, quien ha lanzado un poco peor que lo que indican su récord de 2-0 y efectividad de 3.81.

Eovaldi, quien abrirá el primero de cuatro partidos contra los Orioles de Baltimore este jueves, por momentos ha vislumbrado como un lanzador que podría hacer una sólida transición del viejo al nuevo circuito después de haber permitido la mayor cantidad de hits en la Nacional el año pasado.

Adam Warren ha estado bien como un cinco en la rotación, beneficiado de un espléndido apoyo ofensivo en la mayoría de sus aperturas. Chase Whitley no ha sido más que un pitcher que pertenece al cuerpo de relevistas, pero ha cumplido como abridor, con sus días de minúscula efectividad probablemente estando contados.

Una de las buenas noticias para la rotación de los Yankees es que el zurdo Chris Capuano, cuyo puesto Warren cubre en la rotación, ha ido a buen ritmo en su recuperación de un tirón del cuádriceps derecho durante los entrenamientos primaverales.

Capuano participó de su primer partido de rehabilitación el sábado pasado en la sucursal de clase A de los Yankees en Tampa, permitiendo dos hits y ponchando a cuatro a través de cuatro entradas completas, permitiendo una sola carrera limpia.

Sería posible que Capuano, quien se asumía iniciaría el 2015 como el segundo zurdo en la rotación, pueda regresar al equipo grande ya dentro de las próximas semanas.

A la vez, el regreso del dominicano Iván Nova, quien ha estado tomando parte de un estricto esquema de rehabilitación tras someterse a cirugía Tommy John el 29 de abril del año pasado, también parece ir en buen camino después de efectuar 18 pitcheos en un partido de ligas menores el domingo.

El derecho de 28 años está actualmente en la lista de inhabilitados de 60 días, por lo cual no podría ser activado sino hasta después del 11 de junio, cuando el gerente general de los Yankees Brian Cashman confía en que estará disponible para reincorporarse a la rotación.

A pesar de sus amplias fallas, los Yankees se ubican al tope del Este de la Americana con una ventaja de dos partidos sobre los Rays de Tampa Bay. Nueva York está en el medio de un lapso de 17 partidos consecutivos contra rivales divisionales, con marca hasta el momento de 6 victorias y 3 derrotas.

En el medio de la incertidumbre, si aguantan un ritmo de .500, los posibles retornos de Capuano, Tanaka y Nova podrían mantener a los Yankees mucho más relevantes de lo que se esperaba. Incluso, en una defectuosa división, los Bombarderos podrían llegar a la fecha límite de canje en una sólida posición para hacer los ajustes necesarios para meterse en playoffs. Ya veremos.

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SAN FRANCISCO  Hay que apreciar la grandeza cuando la tienes de frente.

Lo que el abridor de los Gigantes de San Francisco, Madison Bumgarner, ha logrado esta postemporada no ha tenido comparación y los incesantes cánticos de "MVP, MVP" no se hicieron esperar la noche del domingo en las gradas del AT&T Park tras su incomparable desempeño en el triunfo 5-0 sobre los Reales de Kansas City.

Bumgarner lanzó nueve entradas permitiendo sólo cuatro hits, la primera blanqueada en un partido completo en una Serie Mundial desde que Josh Beckett lo logró contra los Yankees de Nueva York en el sexto juego de la Serie Mundial de 2003 mientras militaba con los entonces Marlins de Miami.

"Estuvo fantástico de nuevo, y lo hizo durante nueve entradas", dijo el dirigente de los Reales, Ned Yost. "Lo que lo hace tan impresionante es cómo sabe colocar su recta adentro y afuera, arriba y abajo. Sus lanzamientos rompientes caen adentro y afuera, y realmente puede hacer que se desplomen para strike. A la verdad que tenía un buen comando esta noche".

Un solo corredor de los Reales logró avanzar más allá de primera base en toda la noche contra el zurdo de 25 años, cuando Omar Infante bateó un doble con un solo out en el quinto inning. El segunda base venezolano hizo contacto con una recta de 93 millas por hora que se depositó en el jardín central.

Bumgarner luego prontamente ponchó al jardinero Jarrod Dyson y al lanzador James Shields para retirar la primera y única amenaza de los Reales con un hombre en posición anotadora.

Yost indicó que en un partido tan cerrado, donde a las alturas de la quinta entrada aún tenían una desventaja de sólo 2-0, no dio ninguna consideración a ingresar a un emergente de poder como Billy Butler o Josh Willingham.

"Era demasiado pronto en ese momento", reiteró Yost. "Todavía estábamos buscando mantener nuestra defensa en el juego. Lo decidimos hacer más tarde en el octavo inning cuando bateó Billy, pero, en ese punto, todavía era temprano para eso".

Fue la segunda victoria de Bumgarner sobre los Reales esta Serie Mundial, incluido el primer partido en Kansas City, donde la única carrera anotada en contra fue a través de un cuadrangular en solitario del cátcher Salvador Pérez

En sus cuatro salidas de por vida en el Clásico de Otoño, Bumgarner cuenta con una marca perfecta de 4-0, permitiendo una sola carrera en 31 entradas lanzadas.

"No he visto un mejor lanzador en el transcurso de esta postemporada, que ha sido una muy larga, y lo que ha hecho es bastante histórico", dijo el dirigente de los Gigantes Bruce Bochy sobre su as.

"Estuvo magnífico esta noche y cuando está lanzando de esa manera es muy divertido verlo. Estaba ubicando todos sus picheos. Con una ventaja de cinco carreras pensé tal vez en sacarlo, pero estaba lanzando demasiado bien. El juego era suyo".

Bochy agregó que no le ha sorprendido la excepcional postemporada de Bumgarner, ya que es algo de que había dado indicios desde su primera Serie Mundial hace cuatro años.

"Es un chico muy especial, con mucho talento. Lo vimos en 2010. Ha lanzado muchos partidos importantes para nosotros. Así que no me sorprende en absoluto lo que hace".

Bumgarner, quien se convirtió en apenas el cuarto lanzador desde la expansión de la postemporada en 1969 en lanzar más de una blanqueada en una sola postemporada, junto a Beckett, Orel Hershiser y Randy Johnson, dijo sentirse muy abrumado por unirse a un listado de lanzadores tan destacados.

"Lograr algo así es muy especial y lo considero una bendición el tener la oportunidad de hacerlo", dijo el zurdo, quien afirmó que también se sintió muy halagado al escuchar los incesantes cánticos de MVP.

"Lanzar un partido completo es difícil, pero es lo que te propones cuando sales a la lomita, siempre quieres terminar el juego. El objetivo principal es salir y dar la mayor cantidad de entradas. Y eso es lo más importante, si lanzas muchas entradas, todo lo demás se hará cargo de sí mismo".

Tras convertirse en el primer lanzador de los Gigantes en lanzar una blanqueada en un partido completo de Serie Mundial desde 1962 y el primer abridor en ganar sus primeras cuatro aperturas del Clásico de Otoño desde 1958, Bumgarner dijo que era muy difícil para él poner en perspectiva su fenomenal actuación.

"Sólo estoy feliz que ganamos. Fue un gran juego para nosotros y ahora vamos de vuelta a Kansas City, donde tenemos que ganar uno en lugar de tener que ganar dos", concluyó.

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SAN FRANCISCO  El "batazo perfecto".

Así llamó el lanzador venezolano Yusmeiro Petit al hit decisivo de su compatriota Pablo Sandoval en la sexta entrada y el cual fue responsable de darles nueva vida a los Gigantes de San Francisco en la Serie Mundial contra los Reales de Kansas City.

El tercera base venezolano volvió a ser el señor Octubre de la Ciudad de la Bahía con un crucial sencillo remolcador de dos carreras que abrió las compuertas de un despertar ofensivo que aseguró que el Clásico de Otoño se trasladará la próxima semana a Kansas City.

Después que los Gigantes habían remontado con dos carreras para empatar el partido 4-4 en el inning anterior, el novato Brandon Finnegan tuvo que medirse al corazón de la alineación de los Gigantes en la parte baja del sexto episodio.

El dominicano Joaquín Arias, emergente por un espléndido Petit, y el venezolano Gregor Blanco abrieron la entrada con imparables consecutivos, lo cual tras un perfecto toque de sacrificio de Joe Panik colocó hombres en segunda y tercera con un solo out.

Finnegan entonces le dio un boleto intencional a Buster Posey, quien ya había remolcado una carrera en la tercera entrada para descontar la ventaja parcial de Kansas City a 4-2.

Con las bases llenas de Gigantes, una rola en dentro del cuadro sirvió para el segundo out con force en el plato.

No obstante, cuando ya parecía que Finnegan se iba a escapar de la entrada sin mayor daño, el "Kung Fu Panda" pegó tremenda línea al jardinero central Jarrod Dyson que remolcó a Blanco y a Posey para darles la decisiva ventaja a los dueños de casa.

"Pablo Sandoval se gana la vida liquidándote en la postemporada, es simplemente un caballo", dijo el relevista de los Reales, Danny Duffy, quien le permitió el primer hit de la noche a Sandoval en el quinto inning.

"¿Qué más puedo decir sobre él? Es un jugador que da la cara por su equipo en los momentos importantes", agregó el piloto de los Reales, Ned Yost.

"Todos sabemos la diferencia en su promedio ante derechos y ante zurdos y simplemente dio la cara. Hizo un gran trabajo bateando la bola justo por el centro con las bases llenas. Fue un gran turno y ganó el juego para ellos".

Petit dio crédito a la entereza que demostró Sandoval durante el partido, en particular después de haber tenidos dos pésimos turnos ante el también zurdo Jason Vargas, ponchándose dos veces y dejando corredores en base en ambas ocasiones.

"Pablo ha hecho los ajustes y ha reaccionado bien", destacó el venezolano, quien cargó con su tercera victoria de la postemporada y ha lanzado 12 innings en blanco a través de los playoffs. "Uno trabaja toda la temporada para este momento para hacer los ajustes y todo salió bien".

El dirigente Bruce Bochy reiteró que la clave es precisamente la adaptación que ha logrado Sandoval del lado del plato del cual se siente mucho menos cómodo.

"Estuvo viendo a zurdos toda la noche y fue muy bueno verlo batear de la forma en que lo ha hecho del lado derecho, donde generalmente no obtiene muchos turnos", dijo Bochy. "Realmente siento que desde septiembre ha estado consiguiendo una buena sensación de ese lado, y tenía un buen equilibrio y conectó ese batazo por nosotros en un momento crítico".

Sandoval terminó el partido con dos hits en cinco turnos y tres carreras remolcadas y una anotada. El tercera base venezolano cuenta con un promedio de .378 en sus nueve partidos de por vida de Serie Mundial (de 37-14), con un cuadrangular y ocho carreras impulsadas y cinco anotadas.

El primera base Brandon Belt siguió a Sandoval con un sencillo entre el jardín derecho y el central que aumentó la ventaja de los Gigantes a 7-4.

Fue así como los dueños de casa nunca miraron atrás, agregando cuatro carreras más en el octavo inning para igualar la serie a dos victorias por bando y asegurar que el Clásico de Otoño se traslade a Kauffman Stadium el próximo martes, 28 de octubre.

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SAN FRANCISCO -- Muchas veces la clave del éxito para un pitcher de Grandes Ligas, en particular durante la postemporada, es hacer el trabajo necesario cuando no cuenta con el mejor comando de su arsenal.

Eso fue lo que logró el relevista dominicano Kelvin Herrera la noche del viernes durante el tercer partido de la Serie Mundial entre los Gigantes de San Francisco y los Reales de Kansas City, una eventual victoria 3-2 para los visitantes.

Sin haber permitido una sola carrera desde el partido por el comodín contra los Atléticos de Oakland, una racha de ocho entradas y un tercio en blanco permitiendo únicamente dos hits, Herrera subió a la lomita en la parte baja de la sexta entrada a enfrentar al tope de la alineación de San Francisco.

Los dueños de casa acababan de descontar la ventaja de 3-0 de los Reales con un sencillo del campocorto Brandon Crawford y un doblete remolcador de Michael Morse contra el abridor Jeremy Guthrie.

Herrera entró a medirse al primer bate Gregor Blanco con Morse en segunda sin outs, y falló por completo en ubicar sus lanzamientos contra el jardinero venezolano, con cuatro bases por bolas consecutivas.

"Estaba tratando de ser muy fino con los picheos, cosa que no se puede hacer, hay que tirar strikes y que se hagan out ellos mismos", dijo Herrera a ESPNDeportes.com al concluir el partido, donde efectuó 27 lanzamientos, pero sólo 13 fueron para strike.

"Traté de tirar las bolas en las esquinas y tratar de que hiciera mal contacto y se fue la base en bolas. Con el corredor en segunda los bateadores son demasiado agresivos y yo trato de que le hagan mal contacto a la bola, y si no que se vaya a primera que está desocupada".

La primera rola out de Joe Panik sirvió para adelantar a los corredores a segunda y tercera, y el segundo out, otra rola out de Buster Posey descontó la ventaja de los Reales a 3-2.

Con Pablo Sandoval al plato, Herrera le envió una recta de cuatro costuras de 101 millas por hora al tercera base venezolano para el primer strike y una de 99 para el segundo. En conteo de 0-2, el dominicano obligó al "Kung Fu Panda" a hacer un débil contacto para terminar en out en primera base y eliminar toda amenaza de los Gigantes.

"Ese fue el turno clave del juego", dijo Herrera sobre el out de Sandoval. "Él es uno de los mejores bateadores que ellos tienen y sacarlo de out nos puso en una buena situación".

El dos veces campeón de la Serie Mundial con los Gigantes y Jugador Más Valioso en el 2012 se fue de 4-0 en la derrota del viernes, lo cual dio por finalizada su racha de partidos consecutivos estando en base en la postemporada, la cual terminó en 25.

Sólo dos jugadores en la historia tienen una racha más larga embasándose en playoffs, su compatriota Miguel Cabrera con 31 partidos y Chase Utley con 27.

Brandon Finnegan, Wade Davis y Greg Holland luego se encargaron de hacer lo que han logrado a través de toda la campaña, combinándose para tres entradas y dos tercios sin permitir un solo hit en el triunfo de Kansas City, que se llevó la crucial ventaja de dos triunfos por uno en la serie.

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KANSAS CITY -- El abridor Jake Peavy no ha logrado completar seis entradas en ningún partido esta postemporada, y esa inhabilidad del experimentado abridor de los Gigantes de San Francisco, eventualmente le costó el segundo partido de la Serie Mundial ante los Reales de Kansas City.

Con el marcador empatado 2-2 en el sexto inning, el jardinero Lorenzo Cain, arrancó con un sencillo al jardín central, convirtiéndose en el primer jugador en base tras los 10 retirados de forma consecutiva por Peavy.

Luego, Eric Hosmer se adelantó en el conteo 3-0, y después de ver dos lanzamientos por el centro del plato, el primera base terminó trabajando una base por bola que colocó corredores en primera y segunda sin outs, sacando de la lomita al lanzador campeón con Boston la campaña pasada.

"En el primer lanzamiento fallé por una pulgada o dos y me quedé atrás 1-0", dijo Peavy al describir el turno de Hosmer. "En conteo de 1-0 se me fue la bola. Estando en 2-0, traté de tirar un sinker para quitarle un poco la agresividad. Me pareció que desde el principio había decidido no hacer swing, pero no puedes asumir que el bate más caliente del equipo esperará otra bola en conteo de 2-0".

"Fue un turno importante para mí y me enfoqué en no ir por picheos fuera de la zona. He tenido muchos turnos de por vida contra Jake, que es un lanzador que tiene un buen plan de ataque y sabe lo que está haciendo en la lomita", dijo Hosmer sobre su crucial base por bola.

"Para mí lo más importante era enfocarme por completo en buscar picheos precisos dentro de la zona de strikes y si no llegaban no me iba a poner a mí mismo en desventaja".

Después del boleto a Hosmer, el designado Billy Butler conectó un sencillo remolcador al jardín izquierdo contra el relevista venezolano Jean Machí, el cual hizo que Cain volara alrededor de las bases para la primera de las cinco carreras anotadas por Kansas City en el sexto inning, las cuales sentenciaron la eventual victoria 7-2 para igualar la serie

"Especialmente en un partido tan cerrado, cuando sabíamos que teníamos a nuestros relevistas listos en el bullpen, honestamente estábamos buscando cualquier manera de anotar una carrera", agregó Hosmer.

"Al fin y al cabo resultó ser un inning grande para nosotros. Pudimos darle al fin a nuestro bullpen la oportunidad de tirar algunas entradas sin mucho estrés, porque toda esta temporada han estado trabajando entre la espada y la pared".

Cain y Hosmer se habían combinado para irse de 6-0 la noche anterior ante un magistral Madison Bumgarner, contra Peavy estuvieron cuatro veces en base, con tres carreras anotadas.

"Fue muy importante lo que hicieron", dijo el cátcher venezolano SSalvador Pérez, que remolcó dos de las cinco carreras anotadas en el sexto inning. "Cada vez que [Cain, Hosmer y Butler] están en posición anotadora, todo puede pasar".

Eventualmente un doblete limpia bases de Pérez y un jonrón de dos carreras de Omar Infante, sirvieron para sellar la lapidaria ventaja de cinco carreras de los Reales, pero no sin antes esas cruciales apariciones al plato del corazón de la alineación de los dueños de casa.

"Esa fue la clave", dijo Infante, que rompió una sequía de 145 turnos sin un solo cuadrangular en playoffs, la cual era la segunda más larga activa en Grandes Ligas. "El pitcher de San Francisco es un pitcher muy bueno, pero no tuvo buenos resultados hoy. Ahorita queremos embasarnos con base por bola, por error, con lo que venga".

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