BUENOS AIRES -- "...Lo que brilla con luz propia, nadie lo puede apagar..." El trovador cubano Pablo Milanés logró resumir los deseos, las virtudes y los defectos de un pueblo en unas cuantas estrofas que forman un himno en Latinoamérica. Esta "Canción para la unidad latinoamericana" se canta en todo un continente que supo y sabe vivir entre la felicidad y la tristeza.

Chile
Getty ImagesChile es uno de los abanderados de la avanzada

El mayor divertimento de ese pueblo es el fútbol y el más importante torneo futbolístico del planeta es el único acontecimiento que paraliza a cada nación, a cada ciudad, a cada poblado, a cada aldea. Por eso, esa unidad latinoamericana de la que habla Milanés hoy está en boca del mundo, aunque desde otra perspectiva, menos significativa pero igual de sólida.

El comienzo del Mundial de Sudáfrica 2010 ha sido el mejor de todos los tiempos para los Seleccionados sudamericanos. Los números no mienten: diez partidos jugados, ocho ganados, dos empatados, sin derrotas y con 19 goles a favor y sólo tres en contra. Un 87 por ciento de efectividad para los cinco equipos que representan a la Conmebol.

Nunca en los ochenta años de historia mundialista se dio algo ni siquiera parecido en las primeras dos jornadas. Además, el dato es aún más relevante si se tiene en cuenta que hasta 1998 sólo dos, tres o a lo sumo cuatro equipos de esta región participaban del torneo.

En cuatro campeonatos no se habían registrado caídas tras los primeros dos encuentros de cada combinado nacional. En 1978, 1970 -era el mejor hasta hoy, con cinco triunfos y un empate-, 1954 y 1938 también esta Confederación estaba invicta, aunque sólo participaban en esos certámenes dos o tres Selecciones de la región.

En Sudáfrica, la alegría es sólo sudamericana. Mientras el resto de las regiones se debate entre derrotas, desilusiones y problemas internos, el fútbol del sur del mundo brilla como nunca gracias a su talento, sólo a su talento.

Argentina y Brasil lideran esta especie de revolución latinoamericana que apuntalan con firmeza Chile, Paraguay y Uruguay. Las frías cifras son elocuentes, pero lo más importante de todo esto no son los resultados, sino el nivel de juego que están mostrando nuestros equipos.

Los dos grandes candidatos a alcanzar la gran final que se jugará en el estadio Soccer City son el equipo de Messi y el de Kaká. La Albiceleste hace gala de un maravilloso juego de ataque, con una delantera que el mundo envidia. El Balón de oro, Carlos Tevez y Gonzalo Higuaín conforman el gran arma del conjunto de Diego Maradona, que está ante su gran oportunidad de volver a la gloria.

El Scratch, por su parte, vive entre la solidez defensiva y la contundencia, siempre adornada por el lujo implícito de la Verdeamarelha. Tras un comienzo dubitativo contra Corea del Norte, volvió a la normalidad frente a la difícil Costa de Marfil y casi se aseguró el primer puesto en el grupo de la muerte.

La Roja de Marcelo Bielsa ganó un duelo mundialista después de 48 años y también está en el primer lugar de su zona, gracias a su tremenda vocación ofensiva. Con un empate contra España se clasificará en ese sitio y evitará a Brasil en octavos de final.

Paraguay obtuvo un gran empate ante Italia y luego le ganó a Eslovaquia, por lo que será el líder del grupo F si derrota a Nueva Zelanda, algo por demás factible.

Por último, Uruguay. La Celeste igualó con Francia y luego consiguió una gran goleada sobre el anfitrión, con una extraordinaria actuación de Diego Forlán. Si saca un punto frente a México se clasificará en primer lugar y jugará frente a Nigeria, Corea del Sur o Grecia en la siguiente fase. Un panorama muy favorable para soñar con llegar bien lejos.

"...Su brillo puede alcanzar la oscuridad de otras cosas..." Sí, como reza el poema de Milanés, el talento sudamericano está iluminando esta triste Copa del Mundo. Confiemos, el triunfo la unidad latinoamericana puede comenzar en un estadio africano.

BUENOS AIRES -- En medio de este Mundial mediocre en el que se habla más de los defectos de la pelota y de los insultos de un jugador contra su entrenador que del fútbol en sí mismo, hay una Selección que se siente en las nubes, que atraviesa el mejor momento de su historia.

Nueva Zelanda
Getty ImagesNueva Zelanda quiere su segundo Mundial al hilo

Nueva Zelanda llegó a Sudáfrica con el único objetivo de sumar experiencia y evitar goleadas. La única referencia deportiva de estas islas de Oceanía es su extraordinario equipo de rugby, que, vaya coincidencia, tiene a su clásico rival en el combinado nacional sudafricano. Por eso, nadie esperaba nada de los "All Whites" en su segunda participación en una Copa del Mundo de fútbol.

Pese a esa indiferencia global, el plantel neocelandés sí soñaba con algo grande. Días antes del inicio del torneo el delantero Shane Smeltz afirmó: "Contra Italia ya jugamos un amistoso y yo metí un gol. Tuvimos una buena actuación y, aunque perdimos, eso nos dio confianza. No nos sentiremos intimidados por jugar contra Eslovaquia, Paraguay y ni siquiera contra Italia".

Últimos en todas las casas de apuestas, quien osó apostar un dólar a manos de Nueva Zelanda, ganará 1500 euros si levanta la Copa. Aunque lejos está esa utopía, la campaña neocelandesa en Sudáfrica es una verdadera sorpresa después de las dos primeras fechas.

Hoy la pelota redonda le ganó por una vez a la ovalada y el país goza por su humilde equipo de fútbol, que se clasificó tras vencer con lo justo a Bahrein. Este domingo quedará para siempre en el recuerdo de los "kiwis", que lograron sacarle un empate al campeón del mundo.

Cuando Smeltz anotó el primer gol todos pensamos que había sido un accidente e Italia daría vuelta el resultado en cuestión de minutos. Sin embargo, el tiempo pasó y pese al penal de Vincenzo Iaquinta que decretó el 1-1, la Azzurra casi nunca logró crear peligro contra el arco del seguro Mark Paston. Sí, las propias limitaciones del actual monarca futbolero influyeron en el resultado final, aunque también tuvo que ver la solidez de Nueva Zelanda.

Hasta esta Copa del Mundo, los All Whites habían disputado un Mundial y tres Copas de las Confederaciones. En esos cuatro torneos, cosecharon sólo un punto. En lo que va de Sudáfrica 2010, suman dos unidades y tienen chances de llegar a octavos de final, si le ganan a Paraguay.

Su presentación en un campeonato oficial fue en España 1982, donde compartieron zona con Brasil, Escocia y Unión Soviética. Fueron tres derrotas sin atenuantes, con doce goles en contra y dos a favor.

Más de veinte años después el fútbol neocelandés no ha experimentado un gran crecimiento en el ámbito internacional, pero su Selección ha marcado un hito que nunca se olvidará. Por una vez, los All Whites fueron más que los All Blacks.

BONUS TRACK: LA COMPLICIDAD ENTRE ÁRBITRO E INFRACTOR
La imagen es muy clara y no admite dobles interpretaciones. El referí francés Stéphane Lannoy bromea y se ríe con Luis Fabiano mientras le señala el antebrazo, extremidad con la que el goleador brasileño había bajado la pelota antes de definir y marcar el segundo gol de Brasil contra Costa de Marfil.

La jugada era muy difícil de ver, por la rapidez y por la posición del defensor. Por eso, el error puede considerarse normal. Sin embargo, todo se agrava desde el momento en el que el árbitro admite la acción con sus gestos y una de las decenas de cámaras captura ese diálogo.

El juez francés saldrá a aclarar, dirá que le estaba comentando al delantero que vio como la bajó con "el pecho", afirmará que le advirtió que estuvo a punto de tocarla con la zona prohibida. Nada servirá. Si pudo ver la jugada como para permitirse la broma, tuvo que haber visto la infracción. Le equivocación es parte de este deporte, pero no la burla.

Como para añadir más pimienta, la agencia EFE citó a la prensa brasileña, que en la previa había informado que el juez era hincha de la Canarinha desde niño.

Brasil ganó porque fue mucho más que una temerosa Costa de Marfil, sin embargo, la imagen del jocoso árbitro con el infractor quedará grabada como uno de los momentos más bizarros del Mundial.

BUENOS AIRES -- Todo el continente africano llegó a "su" Mundial esperanzado con una gran actuación global de sus equipos. Desde hace décadas el fútbol de esta parte del mundo amenaza con dar el gran golpe. Triunfos en torneos juveniles, medallas doradas en Juegos Olímpicos y aportación de grandes jugadores a las ligas europeas respaldaron esa confianza. Además, si había un contexto apropiado para un festejo africano, ése era Sudáfrica 2010.

Eto´o
Getty ImagesEl delantero Eto'o no estará presente con Camerún

Sin embargo, África sigue siendo una amenaza, una simple amenaza de algo que no va a suceder. La eliminación de Camerún este sábado es una clara muestra de que el fútbol de este continente todavía no está listo para dar el salto. Incluso, en lo que va del Mundial registró un retroceso en su nivel y en sus resultados, con respecto a anteriores campeonatos.

El equipo de Samuel Eto´o perdió sus dos primeros partidos y se convirtió en el primero que se despide de la Copa del Mundo. En su segundo encuentro, frente a Dinamarca, no mereció perder y mostró quizás la mejor cara de un combinado africano hasta el momento. Atacó desde el comienzo y contó con varias chances de gol, pero dos errores defensivos lo privaron de una victoria necesaria.

Así, los Leones indomables volvieron a defraudar en un Mundial, algo que no es sorpresa. Sólo en Italia 90 lograron superar la primera fase, cuando alcanzaron los cuartos de final. Después, siempre se despidieron en la ronda inicial. En 1982, 1994, 1998, 2002 y 2010 llegaron como una posible sorpresa y se fueron por la puerta de atrás.

Nigeria es el otro africano que cuenta con una rica historia. Al igual que Camerún, ganó la medalla olímpica y también se destacó en varios torneos juveniles. Sin embargo, sólo llegó a octavos de final en dos ocasiones y todo parece indicar que esta vez no será la tercera.

Dos partidos jugados, dos derrotas. Frente a Argentina dejó una buena imagen pese a que el arquero Enyemana fue la gran figura y el combinado albiceleste podría haber ganado por una diferencia mayor al 1-0. Contra Grecia, en cambio, el equipo necesitaba ganar y no estuvo a la altura. La infantil expulsión de Kaita dinamitó las chances de las Águilas, que ahora dependen de una victoria sobre Corea y de que el cuadro heleno pierda con Argentina. Un panorama muy complicado.

El caso del anfitrión también funciona como símbolo en esta historia. Desde 1930 siempre el Seleccionado local logró superar la primera fase, sin embargo Sudáfrica está a punto de despedirse de su Mundial tras jugar sólo tres partidos.

Los Bafana Bafana debutaron con un buen empate contra México y luego fueron superados con claridad por Uruguay. La derrota 0-3 los deja en una posición muy difícil, ya que deben golear a Francia y rezar porque la Celeste y el Tri no igualen. El sueño de avanzar de fase por primera vez en la historia es casi una utopía.

Argelia completa el cuarteto de equipos que tienen un pie afuera del campeonato. Pese al gran empate que cosechó frente a la poderosa Inglaterra, los Zorros del desierto deberán vencer al duro Estados Unidos si quieren dar el golpe y llegar a octavos. El pobre nivel del único combinado árabe del Mundial transforma esa tarea en una misión imposible.

Las reales esperanzas de África son Ghana y Costa de Marfil. Las Estrellas Negras ganaron un encuentro y empataron otro, por lo que lideran el grupo D. De todas formas, su estilo de juego poco tiene que ver con las tradicionales características de las Selecciones africanas, ya que priorizan el orden defensivo por sobre el ataque. De hecho, los únicos goles ghaneses fueron de penal.

El caso de Costa de Marfil es distinto, porque tiene la gran oportunidad de hacer historia este domingo frente a Brasil. Si gana, el fútbol africano volverá a vivir y soñará con mejorar este triste comienzo de "su" Copa del Mundo. Pero si los Elefantes caen, los números que indican que este es el segundo peor Mundial de todos los tiempos para los Seleccionados africanos serán algo más que solo cifras y se transforman en la decepción más grande que podía sufrir el continente anfitrión.

BUENOS AIRES -- La última vez que Alemania perdió en primera fase fue en el Mundial de México 1986. Desde aquella derrota ante Dinamarca, el Seleccionado teutón siempre logró clasificarse a octavos de final con holgura y nunca más volvió a caer en la ronda inicial.

Alemania
Getty ImagesAlemania no jugó mal pero perdió con Serbia

Pasaron 24 años, un título y tres finales para el combinado alemán. Pasaron cinco Mundiales para volver a ver una Nationalmannschaft derrotada y sin respuestas en los primeros momentos de una Copa del Mundo. Algunos intentarán sumar este dato a la interminable lista de coincidencias entre el actual torneo y el último que ganó Argentina, sin embargo, lo importante de esto es aprender a no aventurar futuros resultados sólo por un rato de fútbol o por un partido.

Para la opinión futbolera Alemania ya estaba en la final. Después de la exhibición ante Australia, el equipo de Löw se convirtió en el máximo candidato pese al pobre nivel que había mostrado en la etapa previa al Mundial. Sin embargo, al partido siguiente perdió contra Serbia y pasó a ser uno más de los favoritos que decepcionan. Blanco o negro. Dios o el diablo. Entre esos extremos viven los Seleccionados que participan de este torneo.

Nada es absoluto en el fútbol excepto el juego, la idea. Los resultados muchas veces son producto de cuestiones fortuitas, como fue el penal fallado por Podolski o la expulsión de Klose. Alemania no fue un desastre frente a Serbia, ni siquiera mereció perder, si es posible hablar de merecimientos en este juego. Simplemente no jugó tan bien como ante Australia y no supo contrarrestar esos dos momentos cúlmines.

La excelente actuación del debut no desaparece con esta derrota. El saludable juego ofensivo y asociado que mostraron Ozil y Muller no murió tras el triunfo de Serbia. Aquel sigue siendo uno de los mejores momentos de la Copa del Mundo, aunque Alemania quede eliminada en primera ronda.

Todo lo contrario sucedió con Inglaterra, que jugó mal en su partido contra Estados Unidos y muy mal ante Argelia. El combinado británico es, quizás, la gran decepción en lo que va del torneo. No sólo por no haber ganado aún, sino también por el triste juego que desplegó en ambas presentaciones. Defrauda porque no deja nada, no porque no gana.

EL LADO FREAK DEL DÍA 7 DEL MUNDIAL
Para todos los amantes del costado freak de este blog, este viernes se dieron dos noticias merecedoras de un lugar en estas páginas. La primera tiene que ver con una fatalidad ligada al Mundial. Un hombre sudafricano de 61 años fue asesinado por su esposa y sus hijos tras una discusión por querer presenciar el choque Alemania-Australia.

Sí, en un país en el que el campeonato es una fiesta y un evento soñado durante largos años, también se dan situaciones trágicas. Previendo esto, el estado ha establecido tribunales especiales para tratar asuntos de todo tipo relacionados con la Copa del Mundo.

El otro acontecimiento extraño es mucho más feliz y demuestra el gran poder del fútbol. El primer partido de Nueva Zelanda en el torneo fue el programa más visto de la historia de la televisión de ese país. Sí, en una tierra en la que el rugby es el deporte más popular por amplio margen, el pueblo se paralizó para ver a los All Whites, el equipo más débil de Sudáfrica 2010.

ArgentinaGetty ImagesArgentina hizo un gran partido de la mano de sus hombres de ataque

BUENOS AIRES -- Aclaración: Desde hace varios meses, este blog freak se ha dedicado a diversos aspectos periféricos al juego en sí mismo. Historias, anécdotas, datos insólitos y opiniones se han sucedido en estas páginas. Sin embargo, hay momentos que ameritan hablar de lo más lindo de todo esto: el juego. Éste es uno de esos momentos, así que hoy el tema será el fútbol, sólo el fútbol.

Argentina terminó de darle el empujón necesario a esta Copa del Mundo. Tras una primera semana repleta de partidos mediocres y de equipos que sólo se preocupaban por cuidarse, llegó el momento de empezar a disfrutar del fútbol de ataque en Sudáfrica.

Después de la gran actuación de Alemania en su debut, Chile, España y Uruguay habían protagonizado la primera jornada completa de buen juego en este Mundial africano. 24 horas después, el equipo de Diego Maradona brilló gracias a una idea clara y a una obsesión: el arco contrario.

"El equipo de Maradona". Como nunca, la frase adquiere sentido. Por primera vez desde su llegada, el Seleccionado empieza a tener una identidad, que poco tiene que ver con aquella que mostró en el amistoso frente a Alemania. El pragmatismo de aquel partido desapareció para darle paso a un conjunto que tiene una clara vocación ofensiva y que primero piensa en el arco rival para luego hacerlo en el propio.

Diego le está empezando a ganar la partida a sus detractores. O mejor dicho, ya se las ganó. Muchos pensaban que esta Selección no superaría la primera fase, que iría a Sudáfrica a hacer papelones. Sin embargo, el ídolo argentino se recibió de entrenador en el ámbito que más conoce y que más disfruta: una Copa del Mundo.

Maradona empezó a acertar antes de que empiece el torneo y no paró hasta esta gran victoria sobre Corea del Sur. Su primer acierto fue incluir como titular a Carlos Tevez, un socio perfecto para el conductor de su Rolls Royce, Lionel Messi.

Carlos Tevez
Getty ImagesCarlos Tevez fue una de las grandes figuras

El atacante del Man City jugó un partido perfecto ante Corea. Generó peligro en cada acción, luchó cada pelota y, sobre todo, jugó e hizo jugar. Porque Carlitos es mucho más que garra, es fútbol en estado puro. Con él en la cancha, Messi tiene con quien descargar, a quien buscar y con quien asociarse para pensar en asistir a Gonzalo Higuaín.

Su segundo gran acierto es la posición en la que se mueve Messi. En la previa, casi todos estaban de acuerdo en que el crack del Barça debía jugar como puntero derecho, o como segundo delantero. Sin embargo, el ojo del técnico vio algo en los entrenamientos y decidió dejarlo libre, cerca de la pelota. Resultado: el Balón de oro jugó sus dos mejores encuentros en la Selección.

Ante Corea el Diez fue más importante para el desempeño colectivo que espectacular en lo individual. Ante la ausencia de Verón, se hizo dueño de la Jabulani y lideró cada ataque. Maradona lo ubicó delante de Mascherano y detrás de los delanteros. En esa posición fue tan ofensivo como siempre. Messi es un crack, un fenómeno y por eso desnivelará en cualquier sector de la cancha, sólo debe tener la pelota y un compañero que hable su mismo idioma.

El entrenador también atinó al rearmar el sector derecho con el tándem Jonás-Maxi. Esa dupla fue clave en la salida y retrocedió con criterio. Gracias a la inclusión de Rodríguez, el improvisado marcador de punta sufrió mucho menos que ante Nigeria.

En las semanas previas al inicio del campeonato, Gonzalo Higuaín le ganó el puesto al multicampeón Diego Milito. Sus goles en tres finales para el Inter eran una carta de presentación imposible de ignorar, sin embargo, Maradona se la jugó por el nueve del Real Madrid y volvió a acertar. En el encuentro ante Nigeria, tuvo varias chances pero no las concretó. Frente a Corea aprovechó todas sus ocasiones y se convirtió en el goleador del Mundial.

Por último, Diego hizo los cambios justos en los momentos justos. Sergio Agüero le dio frescura al ataque y Mario Bolatti equilibrio al mediocampo. El Kun fue protagonista de los dos últimos goles y demostró que tiene todo para acoplarse a la extraordinaria delantera albiceleste.

Diego se recibió de técnico. Si había algo que le faltaba era un triunfo así en una Copa del Mundo. Su equipo ya tiene una identidad definida. Una identidad que lo honra, con una idea honorable. Porque sí, tiene a Messi, pero lo respalda un conjunto que vive para atacar. Así da gusto ver a Argentina, sea cual fuere el resultado.

¡Al ataque!

FECHA
16/06
2010
por Damian Didonato

BUENOS AIRES -- Y al fin llegaron los equipos ambiciosos al Mundial. Hasta este miércoles, sólo Argentina y Alemania habían mostrado una saludable vocación ofensiva. El resto se debatió entre el no poder y -lo que es mucho peor- el no querer.

Chile
Getty ImagesLa Roja venció 1-0 pero mereció ganar por más

En el primer turno, Chile hizo lo que todos esperábamos: atacó desde el primer minuto y venció a Honduras con claridad, aunque el exiguo 1-0 intente describir un partido que nada tiene que ver con ese resultado.

El equipo de Marcelo Bielsa le dio una alegría histórica al pueblo chileno, que no festejaba un triunfo mundialista desde 1962. Sí, los hinchas de la Roja tuvieron que esperar 48 años para volver a celebrar en una Copa del Mundo. De la mano de un hombre que ya dejó de ser entrenador para convertirse en prócer, la Roja dio un gran paso rumbo a los octavos de final.

Alexis Sánchez fue el mejor jugador de un Seleccionado que tiene muy claro cuáles son sus virtudes y por eso es uno de los pocos que tienen una identidad definida en este torneo. O, mejor dicho, es uno de los pocos que hace del ataque una forma de juego, casi una forma de vida.

Hoy muchas crónicas hablan de las miles de personas que sufrieron hace algunos meses con el terrible terremoto que sacudió el país y ahora disfrutan gracias al equipo nacional. El fútbol no reemplaza vidas ni casas perdidas, pero sí genera un sentimiento de pertenencia inexplicable. Por eso, está bien que hoy haya fiesta en Chile, pero no pierdan de vista que esto recién empieza y que este plantel tiene todo para seguir haciendo historia.

Andrés Iniesta es un crack. Si el martes fue el día en el que defraudaron Cristiano Ronaldo, Drogba y Kaká, el miércoles fue la jornada en la que no decepcionó otra de las estrellas. El cerebro del Barcelona no tuvo su mejor día pero cumplió su tarea: jugó e hizo jugar, lideró cada ataque, generó peligro y fue la figura de España.

La otra Roja también fue fiel a su identidad y por eso nadie puede hablar de fracaso. Sí, perdió, pero jugó como siempre. Nunca se desesperó y cada vez que atacó lo hizo a través de su marca registrada: el juego asociado. Pese a la derrota y a algunos errores puntuales en defensa y en la definición, fue una de las Selecciones que mejor fútbol desplegó en esta primera fecha.

Suiza, en cambio, representó todo lo contrario. Un equipo limitado, rudimentario y extremadamente defensivo que se encontró con un gol y luego se defendió como pudo. Aunque está claro que no podía jugarle de igual a igual a los campeones de Europa, su actitud mezquina transforma esta actuación en una golondrina de verano, ya que nadie ve al cuadro helvético con reales chances de llegar lejos a pesar de este gran batacazo.

España todavía es candidata, porque volvió a demostrar muchas de sus virtudes, pese a la anécdota del 0-1. Falló en la definición y sufrió aquel miedo escénico del que habla Jorge Valdano. Quizás también se volvió a topar con ese karma de los torneos importantes. Es difícil encontrarle razones a la caída, pero es fácil afirmar que tiene todo para volver a celebrar.

La tercera buena noticia del día para los amantes del juego de ataque fue la goleada de Uruguay. La Celeste no es precisamente una Selección que se destaque por su ímpetu ofensivo, sin embargo, en esta ocasión se llevó los tres puntos gracias a una saludable actitud que partió desde el entrenador y llegó a cada uno de los jugadores.

La inclusión de Forlán, Suárez y Cavani hacía suponer que el conjunto charrúa saldría en busca de la victoria desde el inicio. Eso fue lo que sucedió. El goleador del Aleti fue la gran figura en esta nueva función de enlace y anotó dos goles, que lo convierten en el máximo artillero del torneo hasta el momento.

Uruguay ganó su primer partido mundialista en 20 años y obtuvo su tercer triunfo desde 1974. Esta goleada es mucho más que un resultado positivo para la Celeste, es volver a sentirse grandes. Y ese sentimiento se hace aún más fuerte por las armas con las que se ganó.

Tres equipos jugaron al ataque el mismo día en esta Copa del Mundo. Parecía que ese día no llegaría. Pero, resultados al margen, bienvenidos sean.

JOHANNESBURGO -- Anoche sufrí el frío como pocas veces en mi vida: Brasil batalló por más tiempo que el planeado con Corea del Norte en el Ellis Park, y unos 55 mil fanáticos tiritamos al ritmo de un equipo que nos hizo asombrar. No hablo del Timao, obvio, sino de su rival.

Suiza
Getty ImagesLos once suizos que dieron la gran sorpresa

Es cierto que los 3 grados que atacaron la ciudad obligaron a muchos a hacer una cola casi interminable para comprar un café (dato del estadio: cada seis puestos de venta de gaseosas, sólo hay uno de bebidas calientes, imaginen...). Muchos, incluso, se perdieron el primer gol de Brasil por quedarse resguardados del frío tras el entretiempo. Imperdonable.

Pero lo que llamó la atención de los que sí pudieron ver el partido fue la disciplina odiosa que presentaron los norcoreanos. Ordenados, concentrados, con cinco defensores (al menos dos de ellos siempre firmes en el fondo cuando su equipo se iba al ataque), complicaron a uno de los candidatos al título, y por momentos parecieron poder llevarse un empate de su debut.

Claro, un tirazo de Maicon (o un error de su arquero) arruinó cualquier esfuerzo oriental. Pero hasta ese momento, Corea incluso había mostrado algunas puntadas de su fútbol de contraataque, sobre todo de la mano de su número nueve, Jong Tae Se. Mis felicitaciones a este hombre morrudo y fuerte, que complicó a la defensa brasileña y ganó fama por llorar durante el himno de su país.

Al terminar el partido, con el agónico gol que regaló un poco de justicia al marcador, pensé que Corea podía ser la sorpresa del torneo, aún sin avanzar, si saca un punto ante Costa de Marfil o Portugal que determine la eliminación de alguno de esos seleccionados.

Pero por supuesto, después vino Suiza. No voy a extenderme en este partido porque, al igual que la mayoría, lo vi por TV. Sí me gustaría rescatar que Suiza continúa sin recibir un sólo gol en Mundiales, algo que ya había sucedido en toda su participación de 2006, cuando quedó eliminada tras igualar 0-0 con Ucrania y caer en los penales, en octavos de final. Sin recibir goles. Insólito.

Al ver el gol de Suiza, cualquier superioridad en nombres y en acciones colectivas del equipo español siginificó muy poco para mí. El cerebro, en cambio, se me disparó hacia la estadística. "España lo tiene difícil", consideró a metros de mí un fanático ibérico frente a la pantalla gigante de la Mandela Square, en el barrio de Sandton. Tenía razón. Más difícil que hacerle un gol a Suiza, el equipo de valla perpetuamente invicta. Y la selección que le robó cualquier posibilidad a Corea del Norte de ser considerada como la sorpresa del torneo.

BUENOS AIRES -- Después del escaso nivel futbolístico que se vio en los primeros once partidos de la Copa del Mundo, todos esperábamos este martes con ansiedad y grandes expectativas. Pero, como siempre desde el inicio de este Mundial, fuimos defraudados.

Drogba y Cristiano
Getty Images¿Hablarán acerca de lo mal que jugaron?

Era el día del comienzo del grupo G, de la zona de la muerte. Cristiano Ronaldo, Didier Drogba y Kaká, tres de los siete mejores jugadores del planeta salían a escena y eso era motivo suficiente para soñar con una jornada que despertara a Sudáfrica 2010 del letargo. Sin embargo, nada de eso sucedió, el torneo sigue en deuda y los cracks parece que todavía no se bajaron del avión.

Costa de Marfil-Portugal. Desde que el sorteo realizado en Ciudad del Cabo deparó este enfrentamiento, todos lo etiquetaron como uno de los más atractivos de la primera fase. Por eso, las pocas ideas y el escaso juego demostrado por estos dos Seleccionados en Port Elizabeth desilusionó a todos.

En ese contexto, la actuación más decepcionante fue la de Cristiano Ronaldo. La estrella del Real Madrid y de decenas de publicidades se olvidó de jugar al fútbol y fue un verdadero fiasco en su primer partido en la Copa del Mundo. No gravitó, no pidió la pelota y no lideró los ataques de su equipo. En suma, pasó inadvertido cuando todas las esperanzas de Portugal se posan en su figura.

El nivel mostrado por Drogba no fue superior, pero sus problemas físicos son un atenuante y también una excusa. El atacante del Chelsea, máximo artillero de la Premier League, ni siquiera pateó al arco una vez. Por eso, no podrá echarle la culpa a la Jabulani, víctima de críticas tanto de arqueros inseguros como de delanteros ineficaces.

El último encuentro del día representaba un nuevo esperanza, por todo lo que significa Brasil en un torneo planetario. Sin embargo, la misteriosa y limitada Corea del Norte fue un escollo demasiado duro para los pentacampeones, que ganaron 2-1 pero sufrieron más de lo pensado.

En este encuentro, la estrella apagada fue Kaká. El mediocampista del Madrid no llegó a Sudáfrica en buena forma, ya que disputó sólo siete partidos como titular en la temporada y sus recurrentes problemas musculares no le permitieron prepararse de la mejor manera. Pese a esto, siempre se espera mucho de Ricardo. Y todavía seguimos esperando, porque el diez brasileño se equivocó en los pases, no tuvo peso ofensivo y no se asoció ni con Robinho ni con Luis Fabiano.

Fue el día más frío del año en Sudáfrica. Frío en las tribunas, frío en los campos de juego. Frío. Los únicos que le pueden poner calor al invierno son los grandes jugadores, pero al parecer aún no se decidieron a empezar a jugar la Copa del Mundo. Excepto Messi, claro.

Holanda
GettyHolanda vuelve a ser gran candidato al título

JOHANNESBURGO -- Anoche, mientras Paraguay le daba una dura batalla al campeón Italia, no pude dejar de recordar un ínfimo detalle recogido en un escrito ajeno. El equipo sudamericano todavía ganaba 1-0. Y yo pensé: se corta la racha. Dejen que les explique a qué me refería.

En su libro Soccernomics, el periodista y escritor inglés Simon Kuper (quien también colabora en ESPNdeportes.com) describió una situación curiosa acerca del Mundial 2006. El dato es el siguiente: en la Copa del Mundo de Alemania, ninguna nación de Europa Occidental perdió con un seleccionado de otra región durante tiempo reglamentario. La única excepción a esta regla se dio en el 0-0 en el cual Ucrania superó a Suiza por penales, en octavos de final.

Para Kuper, el hecho se basa en el pequeño espacio en el que se mueven miles de jugadores, entrenadores y conocimiento futbolístico. Las relaciones entre ligas poderosas y personas vinculadas al fútbol nunca tienen tanta concenctración como en ese sector del viejo continente. Kuper se refiere especialmente a un espacio pequeño conformado por Portugal, España, Francia, Inglaterra, Holanda, Italia, Bélgica, Suiza y Alemania.

A simple vista parece una tontería, pero tomemos en cuenta los partidos ocurridos después de la final entre Brasil y Alemania en 2002. Primero, la fase de grupos. Alemania venció a Costa Rica, Ecuador y Polonia. Inglaterra superó a Paraguay y Trinidad y Tobago, empató con Suecia. Holanda le ganó a Serbia y Montenegro y Costa de Marfil, igualó con Argentina. Portugal barrió a Angola, Irán y México. Italia hizo lo propio con Ghana y República Checa, aunque empató con Estados Unidos. Francia y Suiza empataron entre sí y se mantuvieron invictas ante Togo y Corea del Sur. España ganó sus tres partidos ante Túnez, Ucrania y Arabia Saudita.

Es mucha evidencia como para dejarla pasar.

Lo peor es lo que sucedió de octavos en adelante. España fue eliminado por Francia, al igual que Brasil. Holanda por Portugal, al igual que Inglaterra. Alemania eliminó a Argentina y fue superado por Italia. O sea: sin derrotas de Europa del Oeste contra otra región.

Todo esto no sería para nada interesante si no planteara una posibilidad presente. Y esa posibilidad es la de mirar todos los partidos del Mundial con una sospecha. Por ejemplo: Italia no perderá con Paraguay. Estuvo cerca, pero no lo hizo. También podríamos haber adelantado que Alemania no caería con Australia, o que Inglaterra tampoco lo haría ante Estados Unidos (aunque el empate tuvo ese sabor). Que Uruguay no le ganaría a Francia... Holanda venció a Dinamarca, lógico y la racha no se rompió.

Ahora viene lo más interesante porque hay desafíos por delante. Costa de Marfil no le ganará a Portugal (ni tampoco Brasil). México no podrá con Francia. ¿Será posible todo esto?

BUENOS AIRES -- Sí, el partido entre Dinamarca y Holanda comenzó a teñirse de naranja tras el gol en contra de la sociedad Poulsen-Agger, sin embargo, lo mejor de uno de los encuentros más esperados de la primera fase fue la irrupción de Eljero Elia.

Holanda
Getty ImagesElia (17) le cambió la cara a un partido insípido

El jugador del Hamburgo ingresó en la segunda parte y le puso un poco de fútbol a un duelo que prometía mucho y no estaba entregando nada. Su entrada le dio sentido al esfuerzo de levantarnos temprano y generó una sonrisa en medio de varias preocupaciones tras los primeros once partidos del Mundial.

¿Quién es el tal Eljero? Por su extraño nombre no pasa inadvertido, aunque menos lo hace con la pelota en sus pies. Su familia es originaria de Surinam, como varios de los mejores jugadores holandeses de los últimos años. Tiene 23 años y debutó en el Twente, para luego pasar a la Bundesliga, donde brilla desde hace un año.

Elia tiene velocidad, talento, gambeta y habilidad. Demasiadas virtudes para un futbolista que llegó en silencio a Sudáfrica pero que en su debut mundialista ya hizo ruido. El segundo gol del equipo de Van Maarwijk llegó tras una gran jugada del hombre nacido en Voorburg, que definió muy bien aunque su remató pegó en el palo. En el rebote, Dirk Kuyt anotó el segundo gol de Holanda.

La Naranja debutó con un importante triunfo pese a no haber brillado como se esperaba. En eso tuvo mucho que ver el hecho de que Elia no fue titular, porque su juego le puso fútbol a un torneo que todavía está en deuda.

LA TRADICIÓN MANDA
Paraguay disfruta hoy a la mejor generación de delanteros de toda su historia. Sí, todos recordamos al gran Arsenio Erico, pero nunca un Seleccionado guaraní contó con la gran cantidad de variantes ofensivas que tiene en la actualidad.

Nelson Haedo Valdez, Oscar Cardozo, Roque Santa Cruz y Lucas Barrios son algunos de los atacantes que integran el plantel mundialista. Sin embargo, el primer gol del equipo en Sudáfrica lo hizo... un defensor.

Como indica la historia de la Albirroja, el primer grito llegó gracias a un cabezazo. La suma de cracks en la delantera no alcanzó esta vez y Paraguay necesitó de su arma más añeja e importante: el juego aéreo.

Aureliano Torres envió un centro preciso y Antolin Alcaraz abrió el marcador ante el campeón del mundo, Italia. Aquel podría haber sido el gol más importante de todos los tiempos para el fútbol guaraní, pero en el segundo tiempo De Rossi igualó el partido.

Siempre es bueno sumar nuevas virtudes a las ya conocidas, pero una Selección se hace grande gracias a su tradición. Este equipo tiene todo, por eso el pueblo guaraní se ilusiona con una Copa del Mundo histórica.

JOHANNESBURGO -- Las maneras de comprender el fútbol son infinitas, y uno no es quien para ponerse a juzgar la capacidad de comprensión de ningún pueblo en particular. Sabemos que los latinos son más pasionales, que los ingleses son derrotistas exacerbados y que los alemanes cuentan con una fría manera de aceptar sus victorias. Ahora, ¿qué es lo que sucede con los fanáticos locales en este Mundial?

Ciudad del Cabo
Getty ImagesAsí vive el fútbol la gente de Sudáfrica

Para ilustrar brevemente esta situación sin inmiscuir ideologías, les dejo una selección de diálogos, anécdotas y frases encontradas en los medios del país. Aquí van:

1) Tras el encuentro inaugural, en el micro de vuelta, un fanático mexicano le pregunta a un joven con la camiseta de los Bafana Bafana qué le pareció el encuentro. Responde: "Fue un gran partido para nosotros si consideramos que la FIFA ranquea a México en el 17mo lugar y a nosotros apenas en el 83ro".

2) -Qué bien jugó hoy Siphiwe Tshabalala..
-Sí, claro, fue elegido como jugador del partido.

3) Tras una dura entrada, el árbitro decide mostrarle tarjeta amarilla al argentino Jonás Gutiérrez. En el estadio se festeja con un estruendo similar al que se produciría si hubieran habido tres goles juntos. Nigeria perdía 1-0.

4) En un bus de vuelta después del partido inaugural, en charla con un muchacho sudafricano y su novia, un periodista revela su nacionalidad. Recordemos que estamos en medio de un Mundial en el que Maradona dirige a Messi. La frase del joven local es la siguiente: "Argentina, !Los Pumas!". Para dar cierto sentido de justicia a la afirmación rugbística, hay que aclarar: era un hombre blanco.

5) En el diario Times, la nota principal de portada tiene la siguiente bajada: "Le demostramos al mundo que no somos una nación que tiene sueños imposibles". Doble sorpresa: la primera persona y el hecho de que Sudáfrica había empatado...

6) Mismo diario, dos días después: "Ghana le apunta a las semifinales", se lee en el título que anuncia su debut ante Serbia. Ganaron, pero, ?no será mucho?

7) En la TV, Messi habla con un canal local, y dice más o menos lo siguiente: "Jugamos bien, quizá arrancamos un poco nerviosos, pero lo importante es que se ganó y ahora hay que pensar en lo que viene". El traductor, en inglés, dobla con poca precisión: "Somos un gran equipo y nuestro objetivo es llegar a la final".

No sé si existe una conclusión. Se podría aventurar a decir que en general aquí le dan mucha importancia a la opinión de los expertos (y por expertos, entienden FIFA), se enloquece por las estadísticas y se cuantifican los objetivos más allá de los sucesos inmediatos.

Pero estoy diciendo lo que pienso cuando no debería. Allí están los datos. Que cada freak saque sus propias conclusiones.

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