MÉXICO -- Mientras realiza sus prácticas en un gimnasio que tiene en su natal Culiacán, Sinaloa, el excampeón mundial Julio César Chávez Jr. ha confiado a su equipo que existe una ligera posibilidad de terminar el 2016 peleando, tentativamente, el 3 de diciembre en suelo estadounidense.
Rodolfo Chávez, tío y entrenador del Junior, comentó a ESPN que Julio no quiere irse en blanco, y que si no le confirman la fecha de diciembre, entonces abriría la puerta a un posible duelo en su tierra natal para finales de octubre o en noviembre, pues ya siente la necesidad de volver al ring.
“Sí, anda desesperado, la verdad es que ya quiere pelear, ha estado entrenando aquí en Culiacán, está conmigo, con Tiburcio García, dice que quiere pelear a como dé lugar y con quien sea, nos dice que podría pelear para el 2 o 3 de diciembre, no le han manejado nombres pero ha estado entrenando por cualquier cosa, ya siente esa necesidad de reaparecer”, dijo Chávez.
Julio iba a pelear en este 2016 primero ante Badou Jack por el campeonato Supermedio del Consejo Mundial de Boxeo, pero al no estar listo por una lesión, se dijo que enfrentaría a J’Leon Love; de nuevo, otra lesión no le permitió estar listo y el tiempo siguió su marcha.
“Por el momento en que está pasando quizá sea difícil tener a grandes nombres, pero todos sabemos que una pelea del Junior siempre llama la atención, la gente lo ve para ganar o para que le peguen, lo que él quiere es reaparecer bien, ya que se queden atrás muchas cosas, está deseoso de pelear”, añadió Rodolfo en la charla.
Sobre la opción B, en caso de no llegar la pelea de diciembre en suelo estadounidense, se mantienen a la espera.
"Él nos ha dicho que si no llega una buena pelea en diciembre entonces irá con un peleador mexicano aquí en Culiacán para mantenerse activo, igual si pelea en octubre y diciembre, pero ésa es sólo una posibilidad”, sentenció.
La ocasión más reciente que Chávez Jr. subió al ring fue en julio de 2015, cuando derrotó por puntos a Marco Antonio ‘Dorado’ Reyes en El Paso, Texas, pleito del que salió con una fractura en el nudillo de la mano izquierda, motivo por el que le tuvieron que atender y no peleó más desde entonces.