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Reynoso dice la parte más difícil de Chávez Jr. es ser mexicano

MÉXICO -- Al interior del equipo de Canelo Álvarez están seguros de que una buena técnica y la velocidad siempre se van a imponer a la fortaleza y al físico, y por ello han diseñado un plan de pelea especial que les permita hacer fallar mucho a Julio César Chávez Jr. y ahí mismo se abra el camino hacia la victoria con un boxeo de contragolpe y velocidad, aunque hay un agente más que les hace pensar que la pelea no será fácil.

"La parte más difícil de enfrentar a Chávez es que es mexicano", dijo Eddy Reynoso, reconociendo la bravura del excampeón del mundo al que Canelo tratará de dar una lección. "Y siempre que tienes una pelea entre dos mexicanos, es garantía de una pelea espectacular que obliga a dar el extra a cualquier peleador y eso lo hace mucho más difícil y garantiza una guerra", añadió el reconocido entrenador mexicano.

De la mano de Reynoso, Canelo se ha convertido en un peleador mucho más preciso y la página especializada Compubox lo cataloga entre los mejores, mientras que en golpes de poder es el Junior quien destaca con un buen porcentaje de golpes conectados.

"Canelo es un peleador más completo, disciplinado, tiene más experiencia, en el boxeo siempre el talento es el que sale adelante, Saúl es muy talentoso y por ese lado no dudamos de la victoria", apuntó Eddy, quien en 2015 estuvo cerca de ganar el premio al entrenador del año.

Obviamente para Eddy, una de las condicionantes que tendrá la pelea será también la del tamaño y peso de Julio César Chávez Jr., pero no quisieron poner una condicionante para el día de la pelea pensando en que no quieren pretexto alguno pensando en que pudieran obtener una victoria. Dijo que Chávez podría pesar hasta 200 libras si quiere y no habría problema.

Reynoso es de los que cree que esta pelea va a ayudar al boxeo internacional por el espectáculo que va a ofrecer y además va a posicionar al pugilismo azteca, pues la combinación de estilos va a darle al público una noche eléctrica este 6 de mayo en la T-Mobile Arena de Las Vegas.