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No ofrecen muchos detalles de Canelo Alvarez-Gennady Golovkin

LOS ANGELES -- Durante los pasados dos años, el mundo del boxeo internacional estuvo exigiendo que dos de los boxeadores más mediáticos del momento se vieran cara a cara dentro de un cuadrilátero.

Por un lado, se encontraba el nativo de Kasajistán, el invicto campeón mundial de peso medio, Gennady 'GGG' Golovkin (37-0, con 33 nocauts), considerado como el mejor pugilista libra por libra del boxeo. En la otra esquina, aparecía Saúl "Canelo" Alvarez (49-1-1, con 34 nocauts), carismático, con altos índices de popularidad, con una gran personalidad, respaldado por un enorme aparato publicitario y promocional.

Puesto en tela de juicio en cuanto a sus verdaderas cualidades boxísticas, el nativo de Guadalajara, Jalisco, fue escalando peldaños, sumando títulos mundiales en la categoría súper welter y aunque el nivel boxístico de sus oponentes ha ido en ascenso, se le acusaba de 'correlón', por, supuestamente, negarse a enfrentar a Golovkin.

El punto más álgido de ese debate, en el que la esquina de Alvarez y su promotor, Oscar de la Hoya, argumentaban que la confrontación contra 'GGG' no se confirmaba debido a que no eran del mismo peso y a que el kasajo, con todo y sus rotundos triunfos, la suma de títulos y de ser considerado entre los mejores pugilistas libra por libra, no era un imán de taquilla, vino cuando Canelo se adjudicó el título de campeón mundial de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo.

El mexicano había despojado al boricua Miguel Cotto y 'heredaba' al retador oficial a ese cetro, el de las 160 libras, reconocido por el organismo que preside Mauricio Sulaimán, quien hasta declaro que el ganador de Cotto y Canelo, tenía un pleito 'mandatorio', frente a Golovkin.

Sin embargo, a unos cuantos días de su coronación, Canelo y su grupo optaron por renunciar a ese título y el CMB le entregó la faja a GGG, para que de esa forma sumara su tercer correa, junto a las de la AMB y la FIB.

La crítica sobre Canelo iba en aumento, particularmente, desde el campamento de Golovkin, desde donde su entrenador, el mexicano Abel Sánchez, lanzaba cualquier cantidad de dardos.

En la otra esquina, De La Hoya aseguraba en una entrevista con ESPN Digital que si GGG quería de verdad ese combate frente al Canelo, tendría que conformarse con recibir una bolsa fija y no un porcentaje de la recaudación, además de aceptar que Canelo era la Parte A de la promoción, de la comercialización y de la publicidad.

Fue algo que le pedimos al cabecilla de Golden Boy Promotions que ratificara durante su vista a ESPN este martes.

¿Quedó claro que Canelo es la Parte A de la promoción y que Golovkin se quedará con una bolsa prestablecida y no con un porcentaje de las ganancias?

"Eso no es cierto. Yo no puedo hablar de los detalles del convenio, porque existen unas cláusulas en el convenio que son muy estrictas, por eso no se puede hablar de la letra fina del contrato. Lo que sí puedo decir, es que ambos boxeadores van a quedar muy contentos", se salió Oscar por la tangente.

Asimismo, el Golden Boy le puso un velo de misterio al detalle protocolario sobre el contendiente que debe subir primero al cuadrilátero el día de la pelea.

Porque generalmente, es el retador. Y en este caso ese es el Canelo.

"Ya lo veremos el 16 de septiembre", dijo De La Hoya, soltando una carcajada.

¿Quién firma los contratos? ¿Tom Loeffler y Oscar de la Hoya, o también lo hacen Canelo y Golovkin?

"El promotor es quien organiza la pelea y firma los contratos. Hay otros contratos separados que firman los boxeadores. Y, obviamente, como Canelo tiene su compañía promotora, también firma como promotor. Así, que, somos un equipo. Lo bueno de esta promoción y de esta pelea, es que ambos boxeadores están involucrados, saben todo lo que está sucediendo sobre las negociaciones. Están al pendiente, porque, en el caso de GGG, trabaja muy de cerca con Tom Loeffler de la misma forma que Golden Boy, que somos fieles, que estamos trabajando siempre junto al boxeador y queremos lo mejor para nuestros pugilistas representados".

¿Qué fue lo más difícil de acordar entre ambos lados para pactar el convenio?

"Fíjate que no fue tan complicado".

¿Ni siquiera los términos económicos?

"No era tan difícil, la verdad, todo lo que se necesitaba era sentarse a negociar. Y lo hicimos dos o tres veces, llegamos a un acuerdo y la pelea se hizo. Se necesitaban pulir algunos detalles y, tal vez, lo más complicado han sido aspectos como, por ejemplo, ese tema de quién va a salir primero al cuadrilátero.

"Por los demás, estas negociaciones fueron únicas. Porque tenemos, por un lado, a un campeón de los pesos medio, como Golovkin, quien pondrá en juego sus tres títulos mundiales en una pelea pactada a doce asaltos, en 160 libras, en el límite de peso medio, ni un gramo de más y acordaron utilizar guantes de 10 onzas, como se usaron siempre, como debe de ser, como en los viejos tiempos, cuando uno peleaba por un campeonato mundial".