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Conor McGregor no es el único debut atípico en el boxeo

MÉXICO -- El hecho de que Conor McGregor vaya a hacer su debut en el mundo boxístico ante una leyenda del boxeo sin duda hace especial este momento, pero ha habido otros casos en los que boxeadores con cierto respaldo amateur han buscado campeonatos mundiales apenas en su primera pelea profesional, y a otros les ha llevado algunas peleas más tener retos importantes.

McGregor se medirá a un boxeador con marca de 49-0, es bien cierto que ya con casi dos años de retiro y rondando los 40 años, pero con una notable superioridad técnica que se supone debe ser suficiente para endilgarle su primera derrota como profesional.

Peleadores como Pete Rademacher, el estadounidense que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 en la división de peso pesado, hizo su debut como profesional disputando el título mundial de la categoría ante Floyd Patterson, sólo que no le fue nada bien pues fue noqueado en el sexto asalto después de haber sido derribado en seis ocasiones, aunque derribó en una a Patterson en el segundo capítulo del duelo celebrado el 22 de agosto de 1957.

Así como Rademacher, el paraguayo Rafael Lovera se convirtió el 13 de septiembre de 1975 en el primer paraguayo en disputar un título del mundo y lo hizo en su debut contra Luis Estaba (28-7-1, 20 KOs) por el cetro minimosca del Consejo Mundial de Boxeo que estaba vacante. El venezolano noqueó a Lovera en el cuarto episodio y nunca más se supo del guaraní, que había hecho una campaña decente en el amateurismo, pero hasta ahí.

Ya de manera reciente, el 7 de enero de 1994, el mexicano Arturo Mayán debutó como profesional retando al puertorriqueño Alex 'Nene' Sánchez, entonces con 12-0, por el cetro mínimo de la Organización Mundial de Boxeo. Perdió esa pelea por nocaut apenas en el primer episodio y no se volvió a saber de él en el deporte de los puños.

En otros casos sonados, el mexicano Rafael Márquez hizo su debut profesional ante el excampeón mundial Víctor Rabanales el 14 de septiembre de 1995, y perdió el capitalino en ocho episodios, aunque después recompuso el camino y logró varios campeonatos del mundo.

Sin embargo, no a todos les ha ido mal, hay otros hombres que han tenido éxito en sus primeros pleitos profesionales e incluso conquistaron un campeonato mundial. Entre los casos más reconocidos está el del talentoso Vasyl Lomachenko, quien después de perder ante Orlando Salido en su segunda pelea, terminó conquistando el título pluma de la Organización Mundial de Boxeo contra Gary Russell en la tercera.

En dos casos reconocidos en Tailandia, Saensak Muangsurin conquitó el título súper ligero del Consejo Mundial de Boxeo ante el español Perico Fernández apenas en su tercera pelea profesional en 1975 y su paisano Veeraphol Sahaprom conquistó en su cuarta pelea el fajín Gallo de la Asociación Mundial de Boxeo ante Daorung Chuwatana en 1995.

Leon Spinks, ganador del oro en los olímpicos de 1976, retó a Muhammad Ali en su octava pelea en 1978 y, para sorpresa de muchos, le ganó a la entonces leyenda viviente del deporte de los puños y le quitó los títulos de peso Completo del Consejo Mundial de Boxeo y Asociación Mundial de Boxeo.

En Japón, Naoya Inoue se convirtió en campeón de peso minimosca del CMB al vencer al mexicano Adrián Hernández en su sexta pelea profesional en 2014 y un par de peleas después dio cuenta del argentino Omar Narváez para ganar el Supermosca de la OMB, mientras que
el kamikaze Kosei Tanaka se convirtió en campeón mínimo de la OMB en su quinta pelea ante Julián Yedras en 2015.

Finalmente, el cubano Guillermo Rigondeaux, de un historial brillante como amateur, consiguió en 2010, apenas en su séptima pelea profesional, el título interino súper gallo de la AMB, título que por cierto ostenta hasta ahora pero ahora en calidad de supercampeón.