Boxeo
Salvador Rodríguez | ESPN Digital 7y

El boxeo festejó Canelo-GGG pese a Byrd

LAS VEGAS - Por un momento, olvídense de las tarjetas, de si vieron ganar a Canelo Álvarez, de si vieron ganar a Gennady Golovkin, de si les pareció justo el empate, enfóquense en las acciones en el ring y seguramente tendrán un mejor sabor de boca, digno de una pelea candidata a lo mejor del año y de lo mejor en muchos años. 

Canelo y Golovkin cumplieron con los pronósticos, fue una pelea de momentos. El mexicano comenzó bien con su boxeo, luego la presión del kazajo fue básica y al final en un pleito de cabina telefónica desbordaron las emociones en la T-Mobile Arena que logró una asistencia récord de 22 mil 358 fanáticos. 

Al principio sorprendieron con una estrategia de estudio porque Canelo prometió nocaut desde el inicio y aunque es más paciente de lo que muchos quisieran, GGG regularmente sale a poner orden desde el primer campanazo, pero fueron de menos a más y terminaron electrizando el escenario. 

Canelo y sus contragolpes, el jab por delante de GGG, las combinaciones feroces de Saúl y el gancho de izquierda de Gennady, el uper de Álvarez y el cruzado de derecha de Golovkin. Todo fue genial en un combate que hizo rugir Las Vegas como hacía tiempo no se veía. 

Con este combate el boxeo tuvo lo que quería, dos hombres que se dieron con todo y al final hasta terminó por exhibir a una jueza que tuvo no una mala noche, sino otra mala noche como fue Adalaide Byrd y puso sobre la mesa la capacidad de los jueces de Las Vegas, tanto así que por primera vez en años, el director ejecutivo de la Comisión Atlética de Nevada salió a dar la cara para aceptar que había sido un mal trabajo de la jueza. 

El 118-110 no reflejó lo sucedido en el ring. Los otros dos jueces dieron un 115-113 en el caso de Dave Moretti para Gennady y Don Trella el empate 114-114. En ringside las respuestas de los colegas daban ganador a Canelo por 115-113, ganador a Golovkin por 115-113 y la mayoría daban el empate como algo justo para dos hombres que dieron un combate digno del recuerdo. 

Esta pelea, el lleno, la expectativa, el éxito económico, el éxito deportivo, la sobreexposición del trabajo de una jueza, al final todo fue perfecto y seguramente habrá una segunda pelea porque a la gente le gustó lo que hizo Gennady Golovkin en el ring y su empuje pero también celebró los impactos que en un par de ocasiones hicieron tambalear al asiático. 

Los que esperaban que Canelo saliera a fajarse con Golovkin mejor le hubieran pedido salir al ring con una soga al cuello, la estrategia de contragolpear, aprovechando las condiciones de ajuste y velocidad eran las ideales, y el tratamiento físico que le dio GGG a la pelea fue exponencial. 

Sin duda una jornada digna del recuerdo que dejó al mundo con ganas de mucho más, y que obligará a los promotores a apostar por más combinaciones de este nivel, porque esto es lo que necesita el mundo del boxeo.

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