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Horn favorito ante Corcoran, piensa en Crawford para el 2018

Jeff Horn defenderá el título welter por primera vez ante Gary Corocoran en Brisbane, Australia Chris Hyde/Getty Images

El australiano Jeff Horn (17-0-1 con 11 KOs), campeón mundial OMB del peso welter, defenderá por primera vez el cetro que el pasado 2 de julio le arrebatara al filipino Manny Pacquiao en una batalla también celebrada en Brisbane, Australia. La batalla será transmitida este miércoles por ESPN-ESPN Deportes y ESPN APP (6.30 am ET) y el rival de Horn será el británico Gary Corcoran (17-1 con 7 KOs).

La pelea tiene un especial significado para el futuro del ex campeón unificado de los súper ligeros, Terence Crawford, que seguramente debutará en los welters enfrentando al vencedor de este combate. Al mismo tiempo, será la oportunidad de ver peleando como campeón al sorpresivo vencedor de Pacquiao en la pelea más vista de la televisión en el 2017.

DOS RIVALES CON ESTILOS SIMILARES

No hay mucho misterio a la hora de imaginar el tipo de pelea que veremos. Mucha acción, amarres, intercambio desordenado, búsqueda permanente del golpe de KO, alta posibilidad de cortadas por cabezazos y una victoria para el que consiga sobrevivir a ese torbellino de golpes acertados y errados por igual.

Se enfrentan dos hombres agresivos, que se desplazan de manera similar por el ring y con un estilo de golpeo también muy parecido. Lanzan muchos golpes con las dos manos, tanto por el centro como por afuera y en su boxeo predomina una sola marcha, hacia adelante. Dentro de esas paridades, el campeón parece tener un mejor intelecto boxístico y por ese lado se fundamenta su favoritismo para terminar con la mano en alto y conservar su diadema universal.

El británico - que habitualmente ha peleado en súper welters - baja a las 147 libras para este desafío y no hay manera de avizorar ese detalle en que lo pueda perjudicar o beneficiar. Peleando encima de las 150 libras, él se ve fuerte, con buena asimilación y dueño de una presión ofensiva desordenada, pero que complica, fastidia y frustra a sus oponentes.

Lo suyo es muy básico y apegado a lo clásico en la escuela británica: guardia alta para establecer el bloqueo permanente, desplazamientos con pocos cambios de dirección y un plan de pelea rustico. Avanzar siempre sobre el oponente, buscar el momento de iniciar el golpeo visualizando el campo de acción a través del espacio que deja el bloqueo entre sus brazos y cuando se encuentra a tiro, empieza a soltar golpes con cualquier mano. "Por donde caigan". Arriba, al centro, a la zona media o a los planos bajos por afuera. Erra y acierta por igual. No parece tener pegada letal, pero esa carga en el volumen le rinde frutos.

Cuando termina de golpear, no retrocede. Se encima al oponente, amarra, ensucia en el roce, a veces aprovecha a golpear al filo de la ilegalidad y aumenta el peligro de los cabezazos en medio de esas confusiones.

Jeff Horn pelea de manera parecida, aunque su componente intelectual lo pone un escalón más arriba. Él pone presión todo el tiempo, pero mide de otra manera su golpeo. Apuesta al golpe certero, a ser efectivo y en ese aspecto regula mucho la forma en que trata de lastimar. Otra diferencia con Corcoran es la forma de establecer el bloqueo defensivo, Horn no mantiene los brazos arriba de manera permanente. Por el contrario, va alternando la posición de las manos algo que distrae al rival y siempre le permite utilizar el amague antes de entrar al territorio enemigo a colar sus golpes.

En esto último, sí es absolutamente idéntico a Corcoran. Cuando embiste como un toro y logra invadir la guardia del rival, el australiano suelta lo que tiene sin mucha ciencia y sin apuntarle a ninguna zona específica. Manny Paquiao tiene lastimosos recuerdos de los problemas que provoca ese tipo de acoso persistente.

¿QUE PELEA VEREMOS?

En Latinoamérica cuando se visualizan en lo previo aquellos partidos de fútbol en los cuales los rivales no se darán tregua desde el primer instante del juego, se suele utilizar la denominación de "hacha y tiza". Ese nombre perfectamente se adapta a lo que imaginamos de este combate desde su mero inicio.

Mucha acción y búsqueda de intercambio en el centro del ring. Especialmente por el lado de Corcoran que parece carecer de alternativas que le permitan sorprender en su estrategia. El británico saldrá a a imponer su ritmo e incomodar al boxeo de Horn con su presión constante y poco ortodoxa.

Es posible que el australiano, se lo permita y juegue con ello a su favor. Es decir, dando el paso atrás, cuerpeando y buscando golpear desde la defensa. Si acepta la forma de fajarse del británico, puede perder concentración y referencias. Ante un rival de boxeo similar, esperar, cederle iniciativa y tomarlo a contrapié puede ser el mejor camino hacia la decisión anticipada en su victoria.

Porque no hay dudas que el australiano debería vencer en este combate y por KO. El campeón tiene poder en le pegada, algo que en el caso de Corcoran es una gran duda. En sus antecedentes, tiene una sola derrota por TKO ante Liam Williams, peor en 154 libras.

Mi sospecha es que el bajar de peso podría empeorar su asimilación y las posibilidades de ser noqueado por el dueño de casa, que además subirá motivado gracias a la histórica victoria ante Pacquiao en su última pelea y el apoyo masivo de toda su fanaticada.

La victoria para Horn, además, será un boleto hacia una de las más esperadas batallas del 2018 contra Terence Crawford e incluso, la lejana pero no descartada aún posibilidad de una revancha contra el filipino.