<
>

Dominio total del mejor Saunders contra el peor Lemieux

El campeón mundial OMB de los Medianos, Billy Joe Saunders, este sábado en Quebec, Canadá, venció sin apremios al ex monarca de la FIB, David Lemieux, conservó su cinturón y se ganó un boleto a una pelea millonaria contra Saúl ‘Canelo’ Álvarez o Gennady Golovkin en 2018. Al británico le bastó con aferrarse a su plan de pelea, evitar el intercambio abierto, aprovechar su mejor distancia con el jab y amarrar para frustrar, cansar y en definitiva dominar a su rival.

El perdedor fundó sus aspiraciones en un solo objetivo: noquear a su oponente. El problema fue que nunca lo encontró, no tuvo plan B para romper la distancia y ocurrió lo previsible bajo ese escenario, absorbió todos los golpes –como es su costumbre–, pero no pudo devolver ninguno. Y Lemieux es Lemieux cuando lo dejan conectar y Lemieux es otra cosa cuando no puede hacer lo único que sabe hacer. No hay segunda versión del ex campeón FIB.

SAUNDERS FUERTE, TÉCNICO Y SOBRADOR

El dibujo de la pelea fue el imaginado en los primeros asaltos. Saunders trabajando desde afuera, perfilado y golpeando por el centro desde su mejor distancia. Se sabía que habría dos o tres asaltos del canadiense para encontrar su ritmo, pero esa fue una de las primeras claves de la buena estrategia de Saunders, no le dio oportunidad ninguna.

El británico se movió siempre, como una máquina perfectamente aceitada hacia el hombro izquierdo de su rival, lo que sumado a su excelente postura de perfil no le generó ningún espacio al único golpeo que pareció traer Lemieux: el golpe por arriba buscando el rostro de Saunders.

El canadiense erraba, el británico conectaba y pareció conmoverlo duro en ese primer tramo de pelea. Tal vez, porque se vio más fuerte, más macizo que de costumbre. En el ring hubo una notoria diferencia en la corpulencia de uno y de otro. Eso es posible que haya pesado y mucho en la contundencia del golpeo. Lemieux se frenó y además de frustrado, lucio demasiado precavido, como con temor a entrar a recibir dos o tres golpes para conectar uno. Pese a lo que le insistían en la esquina, que atropellara, que fuera rudo de una buena vez. Pero ni modo, Lemieux se mantuvo atornillado a su falta de ideas y en esencia, su carencia de piernas.

Saunders mantuvo el plan de trabajar desde afuera, aunque por momentos aprovechaba las franquicias que le otorgaba Lemieux, perdido y confundido en el ring. El británico entraba, dejaba combinaciones durísimas, lo lastimó en más de una ocasión y no noqueó por respeto al plan de pelea. La inoperancia del rival le permitió lucirse. Varió el golpeo, jugó al esgrimista y hasta se divirtió con la platea que lo silbó de manera permanente, especialmente cuando evitaba la confrontación moviéndose por todo el cuadrilátero.

Entre el sexto y el noveno episodio, por momentos, hubo practica de tiro por parte del campeón que cuando quiso le puso golpes desde más de un ángulo. La esquina del canadiense trató de revivirlo pidiéndole que aprovechara en los momentos que Saunders soltaba sus combinaciones para buscar la sorpresa de contragolpe y que le trabajara en la zona media. Esto último, al menos, Lemieux lo intentó en los últimos episodios y hasta consiguió llegarle. Pero era demasiado poco, siquiera, para conmoverlo.

El mayor problema del canadiense fue ese jab de derecha de Saunders que nunca se pudo quitar, tanto lo frustro que ni siquiera cuando el campeón cambiaba de zurdo para derecho lograba llegar a la corta distancia. Apenas si se acercaba, el británico recurría al amarre y allí terminaba la intentona.

BUENAS PERSPECTIVAS FUTURAS

Para lo que había mostrado en sus últimas dos peleas, ante rivales de segundo nivel, Billy Joe Saunders demostró mucha superación. Por primera vez peleaba fuera de Inglaterra, con nueva esquina y ante un rival de respeto, que prometía complicarle cualquier estrategia. Era un choque de estilos en el que, necesariamente, se esperaba una actuación explosiva de Lemieux. Que saliera al todo o nada, noquear o ser noqueado.

Ni el canadiense le puso esfuerzo a esa expectativa y todo el protagonismo quedó para el desempeño que quisiera imponer el británico. Podía incluso noquear, si se lo hubiera propuesto. Pero, pese al pésimo boxeo, lleno de precauciones, que trajo su rival no quiso o no pudo terminar la pelea por la vía rápida. Nos queda la duda si se trata de falta de dinamita en la pegada o su ADN técnico le impidió arriesgar pese a todas las facilidades que le otorgó el canadiense.

Las tarjetas, fueron tal vez, la nota discordante. No creo que ni el más fanático de los seguidores de Lemieux le haya otorgado un asalto siquiera en esta pelea, pero dos de los jueces si lo hicieron. Gerardo Martínez 111-117, Phil Edwards 110-118 y Benoit Roussel 108-120. Roussel fue el único que vio lo que vimos todos.

La pelea no gustó a la platea, en primer lugar por lo obvio, peleaba un ídolo local y en segundo, porque ese tipo de boxeo exhibido por Saunders suele despertar más rechazos que aplausos. Sin embargo, es necesario aceptar que su faceta técnica luce atractiva. Saunders no es el “correlón” típico. Tiene muy claro el GPS de sus cambios de marcha por el cuadrilátero, lee muy bien el plan de pelea del rival, entiende como frustrarlo, no duda en amarrar y tampoco en ensuciar el combate de ser necesario. Es rápido desde la distancia y con las dos manos, algo que lo demostró en esta pelea. Al mismo tiempo, como se esperaba, su defensa es su mejor herramienta. Es difícil conectarlo bloquea muy bien y se complementa ello con su excelente trabajo sobre piernas.

Su desempeño le permite aterrizar con el pie derecho en su primera pelea fuera de casa y deja asimismo una excelente imagen de cara a una casi segura pelea contra el ganador de Canelo y GGG, en caso cumplan su revancha en mayo o directamente contra el mexicano si se demora el pleito de este contra el kazajo.

Lemieux fue demasiado menos de lo esperado. Lo vimos muy lejos de su nivel, especialmente en lo que mejor siempre ha hecho, avasallar y guapearle a todos los rivales. Pudo ser una mala noche o una pelea pésimamente preparada. No obstante, hay muchas cosas que deberá revisar en su boxeo si aspira a seguir peleando en el primer nivel.