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El legendario Rubén Olivares celebra siete décadas de vida

El 'Púas' es, indiscutiblemente, uno de los más grandes boxeadores mexicanos de todos los tiempos. ESPN

MÉXICO -- Rubén Olivares, uno de los peleadores mexicanos más reconocidos a nivel nacional e internacional, celebra este domingo 70 años de vida. Orgulloso de sus logros, de buen humor, sarcástico, preocupado por el futuro del boxeo mexicano y por su salud, el gran ‘Púas’ sigue siendo un personaje inconfundible.

Vía telefónica, desde Veracruz, donde se encuentra de visita, Olivares (89-13-3, 79 Ko's) se dijo necesitado de dinero para poder hacerse chequeos médicos y aseguró que, por ello, sigue poniendo en venta sus cinturones de campeón mundial; asimismo opinó que hoy en el boxeo mexicano hay muchos entrenadores, pero pocos maestros.

“Ando en Veracruz, me siento bien, gracias a Dios, todo bien”, dijo Olivares al cuestionarlo sobre su cumpleaños y su salud. Respondió con picardía al señalarle que se encuentra entre los boxeadores mexicanos que siempre han gozado de un lugar muy especial entre la fanaticada: “La gente es a toda mad..., la gente es noble. Dicen que me quieren mucho y me tienen trabajando los cab...”.

Tras un momento de risas, el tercer campeón mundial de México en la época moderna del boxeo profesional, después de Vicente Saldívar y Efrén Torres, se desmarcó como uno de los más grandes, y dijo que hoy le preocupa el boxeo mexicano. “Hay más buenos”, dijo Olivares. “Si no van a decir ‘qué mam... el Púas’”.

"Uno trae algo, pero si le enseñan a uno es mejor. Los muchachos de hoy no quieren aprender o se maquillan para subir a pelear" Rubén 'Púas' Olivares

¿Qué opina del boxeo de hoy?

“Sí (veo boxeo) pero está bien feo. Bien decían ‘Cuyo’ Hernández, ‘Chilero’ Carrillo, Lupe Sánchez, que el boxeo se está acabando y está feo. Uno trae algo, pero si le enseñan a uno es mejor, los muchachos de ahora no tienen esa ambición. Los muchachos de hoy no quieren aprender o se maquillan para subir a pelear.

“Mira, cualquiera te entrena, te da tiempo, grita ‘Diez’, pero nadie te enseña, y yo les enseño. Pero, la verdad, es que los chavalos son burritos, así les decía mi compadre ‘Halimi’ Gutiérrez, que eran burritos”, dijo el ex campeón mundial de peso Gallo y Pluma.

¿Cuáles son sus momentos memorables en el boxeo?

“Cuando gané mi primer campeonato del mundo (en 1969 ante Lionel Rose) y, el otro, cuando ingresé al Salón de la Fama (1991). El primero, porque fue el primero después de tanto trabajar, se pierde hasta la vida arriba del ring. Y ahí nada más para que se den cuenta, el International Boxing Hall of Fame en Canastota, Nueva York, con Muhammad Ali y de ahí para abajo”, recalcó.

El ex campeón habló del cariño y respeto que siempre le muestran en Canastota: “Me gusta porque me tratan bien a donde salgo. En México también, pero no mucho, aquí no hay esa cultura de ‘le voy a pagar una foto’. ‘Una foto, ¿cuánto es?, órale, paga’, aquí no hay cultura, y en Estados Unidos y Japón, ahí me pagan por la foto. Así es en este país, qué feo”.

La situación económica de Olivares ha sido un tema recurrente desde hace algunos años, incluso, se ha sabido que ofrece en venta sus cinturones de campeón del mundo, algo que, dice, hace para realizarse chequeos médicos y no porque no valore los trofeos que le avalan como ex campeón.

“Claro (vendo mis cinturones), ahí los tengo, para qué los quiero. Si necesitamos dinero, hay que venderlos. Necesito dinero porque necesito checarme con un doctor para que me haga un examen médico en todo el cuerpo para ver cómo estoy, porque sí siento una que otra molestia”, indicó.

Al cuestionarlo sobre sus dolencias, el ex campeón señaló que no hay una específica y recalcó que, de cualquier manera, necesita recursos para realizarse chequeos médicos.

“Necesito mucho dinero, por eso estoy vendiendo mis cinturones”, comentó la leyenda.

Aunque no es partidario de dar entrevistas con frecuencia, Olivares respondió a ESPN Digital a la pregunta sobre el lugar de su nacimiento, ya que una versión dice que es oriundo de la Ciudad de México y, otra, de Iguala, en el estado de Guerrero.

“No, ahora soy de Oaxaca; yo puedo escoger el lugar, soy de Canastota, Nueva York”, dijo con su acostumbrada chispa y sin prestar mayor atención. “Saludos a todos. Ya estamos trabajando con el Consejo Mundial de Boxeo, ¿a quién le voy a dejar mis enseñanzas?, hay que buscar a quién”, sentenció el cumpleañero.

Olivares es uno de los más grandes boxeadores nacionales de todos los tiempos, la esencia pura del estilo mexicano, poseedor de un sólido gancho al hígado, dotado de técnica, buena defensa y bravura; derrotó a grandes peleadores de la talla de Lionel Rose, Chucho Castillo, Efrén Torres y Bobby Chacón. Fue el primer mexicano en ingresar al Salón de la Fama del Boxeo Internacional.