LAS VEGAS - El rostro desencajado de Gennady Golovkin tras la contienda con Canelo Álvarez no se pudo ocultar detrás de las gafas con las que llegó anoche a la conferencia en la T-Mobile Arena. GGG aceptó la decisión de los jueces y dijo que estaría encantado de medirse por tercera ocasión a Canelo Álvarez en mayo próximo.
Tanto Gennady como su entrenador, el mexicano Abel Sánchez, aseguraron que no les sorprendió que Canelo se parara a intercambiar golpes con ellos en el centro del ring, pues sabían que iba a venir distinto a lo que hizo el año pasado, pero de alguna manera se ganó su respeto porque cumplió sus palabras de pelear tú a tú.
Golovkin dijo que él pensó que lo había hecho mejor que Canelo, pero no cuestionó la decisión de los jueces, ya que no quieren ser esos hombres que se quejan de todo y suponen que los oficiales de ring siempre tienen la culpa. Es cierto, Gennady conectó más golpes, pero en los de poder fue más Canelo, y ahí la diferencia en una gran batalla.
A Gennady la derrota le costó no imponer una nueva marca de 21 defensas exitosas del campeonato mundial de peso mediano y se quedó empatado en 20 con Bernard Hopkins, quien por cierto agradeció el detalle a Canelo tras su victoria. También le costó el invicto en su pelea número 40.
Abel dijo que GGG descansará lo que resta del año, y es algo merecido porque ha tenido muchos años de gran actividad y es hora de disfrutar un poco a su familia y el dinero que ha ganado sobre el ring. Estarían dispuestos a un tercer combate en mayo y saben que es más que viable porque sería otra gran pelea y otra entrada de dinero interesante para él y para Canelo.
La cortesía con la que GGG y Abel subieron al estrado a reconocer el trabajo de Canelo los encumbra más. Golovkin ha prometido volver por la puerta grande y Abel lo respaldará porque saben que si no es ante Canelo, entonces habrá otras buenas opciones. Lo cierto es que la idea del retiro no ronda por su cabeza en estos momentos de apremio.