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Deontay Wilder quiere destruir a Dominic Breazeale; no se mueve de cadena

El intercambio verbal entre Deontay Wilder y Dominic Breazale fue acalorado Amanda Wescott/Showtime

BROOKLYN, NY -- No será una noche cualquiera la del 18 de mayo en el Barclays Center de Brooklyn. El campeón del Consejo Mundial de Boxeo, Deontay Wilder (40-0-1, 39 por vía del nocaut) expondrá su título ante el retador obligatorio Dominic Breazeale (20-1, 18 por nocaut).

Lo que podría ser una defensa regular no lo será porque entre los dos púgiles existe una tremenda rivalidad que se forjó --en gran parte-- por la explosiva personalidad del campeón del Bronx.

Más allá del anuncio de la extensión de Wilder con la cadena Showtime, en donde se verá el combate,la presentación del Wilder contra Breazeale se tornó muy hostil cuando el californiano recordó los motivos por los que esta pelea será especial para él.

Según relató, un altercado personal con Wilder y su hermano en el lobby de un hotel tras su pelea contra Izu Ugonoh en febrero 2017, se zanjó con una pelea a golpes aquella noche y un demanda por parte de Breazeale, por la cual el de Glendale ha sido duramente criticado en el mundo del boxeo.

Wilder no olvida el altercado y dejó muy claro en la presentación de la pelea que, más allá de ser esta una pelea obligatoria, él tiene unas ganas especiales para poder aniquilar al californiano sobre el ring.

"Es un placer esta de vuelta en el Barclays Center. Me encanta este edificio y me encanta pelear aquí, por eso tengo ganas de volver para esta pelea obligatoria", comenzó el "Bombardero de bronce". "Siempre he dicho que me gusta quitarme de en medio rápidamente los combates obligatorios porque son como moscas: siempre están revoloteando en tu oreja, sobre todo cuando estás intentado hacer algo grande en la división de los pesos pesados. Para eso tengo que pelear con los mejores... pero antes tengo que aplastar a las moscas".

Wilder continuó con su monólogo sobre el podio de la conferencia de prensa, dejando en muy mal lugar a su rival del 18 de mayo.

"No soy un creído. Esto es lo que siento en mi corazón. Soy el mejor y hasta que alguien me pruebe que puede ganarme, no voy a cambiar de opinión. Así que aquí estamos de nuevo, y este [apuntado a Breazeale] es el siguiente hombre en línea. ¡Qué ganas tengo! Estoy listo, me siento listo. Hace tiempo que no me siento así de listo y preparado, quizás desde la pelea contra Bermane [Stiverne] (nocaut en el primer round, el 4 de noviembre del 2017)", continuó el campeón mundial de los pesados.

"Me encanta este deporte porque es el único deporte donde la venganza se sirve fría. Me pagan por golpear a alguien y es totalmente legal. El dolor es el nombre de este juego... Y todos sabemos quien inflige ese dolor mejor que nadie... Soy yo. Estoy listo, porque siempre estoy listo. Los campeones siempre estamos listos, porque tenemos enemigos en todos lados. No sé cómo se ha preparado él, espero que bien, porque se le viene encima una golpiza", aseguró Wilder. "Todos los hombres con los que me enfrento acaban en la lona, y voy a seguir haciéndolo".

Wilder se pasó la conferencia de prensa entera mostrando su excitación por poder enfrentarse a Breazeale en el cuadrilátero, más aún tras la pelea que tuvieron en aquel hotel de Birmingham, Alabama, en febrero de 2017, cuando el retador estaba con su mujer y sus hijos preparándose para cenar, y que acabó con ambos en los juzgados.

"No sé qué tipo de boxeador es capaz de denunciar a otro por una pela. Estamos en el negocio del dolor y estas cosas se resuelven con los puños", amenazó Wilder. "Por eso tengo muchísimas ganas de aniquilar a perdedor".

Por su parte, Breazeale no dejó de insultar a Wilder en toda la conferencia y explicó que lo ocurrido en Birmingham le enfureció hasta tal punto de tener ganas de acabar con la mentira de Wilder.

"Este tipo vino y me atacó junto a su hermano cuando estaba relajado con mi señora y mis hijos después de un combate. Nunca había tenido un problema con él. Aquella noche compartimos cartelera y yo le había dado la mano antes del combate con mucho respeto. No sé qué ocurrió después, pero vino a atacarme en el lobby de un hotel y yo no podía dejar pasar eso por alto", relató el de Glendale, California. "No entendía nada de lo que me estaba diciendo porque no sabe ni hablar. Es un animal. Pero esa falta de respeto no se lo permito ni a él ni a nadie. Le denuncié y esa demanda sigue su curso legal, pero ahora tengo ganas de poder darle su merecido como hombres, sobre el ring, el 18 de mayo".

Esta será la cuarta ocasión que Deontay Wilder pelea en Brooklyn, y en las anteriores ha sumado dos victorias por nocaut y una por nocaut técnico en el décimo asalto. Su última pelea fue el 1 de diciembre, en Los Ángeles, en un empate ante el británico Tyson Fury.

Para Dominic Breazeale, será su tercera pelea en el Barclays Center. En la primera ganó por la retirada de Eric Molina y en la segunda noqueó al boricua Carlos Negrón, el 22 de diciembre del año pasado, en la que es su última pelea hasta el momento.

En la presentación de dicha pelea, el presidente de deportes de Showtime, Stephen Espinoza, anunció además que Wilder no firmará ni por DAZN ni por ningún otro servicio de streaming, pues ha decidido continuar con su acuerdo con Showtime, donde se podrán ver sus próximas peleas.

El ejecutivo no quiso dar muchos detalles del acuerdo, limitándose a decir que es un acuerdo por una gran cantidad de dinero y por un largo período de tiempo.

"Contra Breazeale veremos la duodécima pelea de Wilder en Showtime, y será en un canal que pueda llegar a una gran audiencia; no en un sistema de streaming con alcance limitado", comentó Espinoza. "En los últimos meses parece que todo el mundo sabe lo que debería hacer Deontay con su carrera, pero sólo hay una persona que lo sabe y ese es el propio Deontay. Él valora una cosa por encima del resto: su independencia. Como todos los grandes campeones, Deontay ha decidido tomar el control de su carrera y apostar en sí mismo, tomando riesgos y aceptando las críticas".

"Más allá de lo que muchos puedan pensar, Showtime es la casa del boxeo y tenemos mucho dinero. Somos los líderes de este deporte y no nos vamos a ir a ningún lado. No voy a entrar en detalles, pero el acuerdo al que hemos llegado va a ser muy lucrativo para Deontay y se va a extender por mucho tiempo", acotó Espinoza.

Wilder y su equipo, los manejadores Shelly Finkel y el fundador de PBC Al Haymon, decidieron continuar con Showtime. Los términos no fueron revelados, pero DAZN le ofreció a Wilder $20 millones por la pelea, así como $12.5 millones por parte de Top Rank para tener la pelea en ESPN+ antes de una revancha con el campeón lineal Tyson Fury, quien empató con Wilder en 1 de diciembre.

"Tenemos un acuerdo para el 18 de mayo y seguimos discutiendo lo que sucede después de eso", dijo Espinoza, a Dan Rafael, de ESPN luego de la conferencia de prensa.

Finkel le dijo a ESPN que están discutiendo un acuerdo de tres peleas con Showtime. Si bien se negó a dar el valor, dijo que Wilder "ganaría tanto o más de lo que habría hecho con el trato de DAZN" y eso es sin una pelea contra Joshua. Finkel también dijo que si se finaliza el acuerdo de Showtime, no se evitaría una pelea de Joshua o una revancha de Fury en otras plataformas.

"Deontay no está atado a nadie porque tendría salidas(en el acuerdo)", dijo Finkel, y agregó que también está hablando con la compañía de gestión de Fury MTK Global sobre una posible revancha de Fury más adelante este año.

El 18 de mayo, sin embargo, en el Barclays Center volverán a saltar chispas en la pelea por el cinturón de la WBC.

Información de Dan Rafael fue utilizada en este reporte.