Casi 29 años después de la creación del UFC, el octágono llegó a territorio francés por primera vez. Y aunque había dudas, la respuesta de los fanáticos no se quedó corta. Una atmósfera similar a la que se vivió en Londres en marzo de este año y un 5-0 para los peleadores locales que terminó de encender la antorcha.
La finalización de Ciryl Gane en una guerra del peso completo ante Tai Tuivasa fue el broche de oro en una velada donde hubo de todo, una certeza en el peso medio con Rob Whittaker, pero también nuevos aspirantes, dos debuts latinos en direcciones opuestas y la seguridad de que la promoción volverá a la sede muy pronto.
Gane sigue en nivel de campeonato
Ocho meses después de enfrentar a su ex compañero Francis Ngannou en UFC 270, el francés demostró que sigue siendo una gran amenaza. Su técnica de golpeo volvió a brillar y ahora contó con un nuevo elemento, Tai Tuivasa lo lastimó en el segundo round y propició una guerra en los siguientes minutos.
Sacó una fiera que pocas veces había tenido que mostrar Ciryl, apodado ‘El buen muchacho’, pero se transformó y atacó de manera salvaje al cuerpo del australiano con patadas, puños y rodillas.
Con Tuivasa agotado, fue cuestión de segundos para que todo terminara en el tercer round ante una Accor Arena que estaba saltando de la emoción.
Como sucedió en muchos países, el MMA era un deporte mal visto en Francia, una concepción que probablemente cambiará después de esa exhibición del ídolo local.
Robert Whittaker, el problema del peso medio
La cartelera de París tuvo cuatro desempeños notables en el peso medio, una división urgida de nuevas estrellas. Abus Magomedov, Roman Kopylov y Nassourdine Imavov nos recordaron lo peligrosa que puede ser la categoría, sin embargo, el co estelar contó con una nueva clase de combate del ex campeón Whittaker, que ya perdió en dos ocasiones ante Israel Adesanya.
Es imposible decir que hay alguien mejor, que el australiano para ser el siguiente retador una vez que Izzy enfrente a Alex Pereira en UFC 281, pero si el neozelandés gana, tal vez no sea tiempo para la tercera pelea, la promoción probablemente busque un camino diferente, a menos que la trilogía pudiera cerrarse en Australia.
Whittaker supero ampliamente a otro retador como Vettori y es el segundo mejor peso medio del mundo.
Gran debut para Quiñonez
Cristian Quiñonez tuvo que esperar casi un año para pisar el octágono después de haber firmado en el UFC, pero valió la pena. Un llamado en corto aviso ante un noqueador como Khalid Taha y fue el quien mostró el poder en las 135 libras.
Otro pupilo del entrenador Raúl Arvizu del Entram Gym en Tijuana que llega con el pie derecho en las grandes ligas, luego de que unas semanas antes, su compañera Yazmin Jauregui lo hiciera con una gran impresión en San Diego. Viene una nueva generación de mexicanos al UFC.
Nathaniel Wood se adapta a las 145 libras
El fenómeno inglés se quedo corto en las expectativas en el peso gallo, pero este año subió al peso pluma y comienza a amenazar a los mejores de la categoría. Dos actuaciones completas, primero ante un veterano como Charles Rosa y luego ante el peligroso Charles Jourdain, que salió a dar una guerra, como es su costumbre, pero fue dominado con derribos y control de golpeo.
Se nota que Woods puede enfocarse más en su estrategia que en el corte de peso y es una oportunidad para meterse rápido al ranking en 145 libras si sigue así.
Decisiones importantes para Ailín Pérez
La seguridad siempre es importante en un atleta, pero lo es todavía más en el MMA y aunque eso le sobra a la argentina, su debut en el octágono debió dejarle muchas lecciones. La primera es decidir la división, flotar en las 145 libras no parece una apuesta segura para nadie, con poca competencia y rivales que en realidad suben por alguna razón sorpresiva del peso gallo, o hasta del peso mosca, como fue el caso de Stephanie Egger, que mostró que su base de judo era indescifrable para intentar los derribos.
Una presentación con derrota que debe sacudirse y pensar en los ajustes, pero, sobre todo, buscar un campamento enfocada el cien por ciento en quien resulte ser su siguiente rival.