Argentina luchó, defendió, fue inteligente en ataque y tuvo opciones hasta los últimos instantes, pero se quedó con las manos vacías. Otra vez de local volvió a sufrir un golpe duro. En febrero se quedó sin Mundial y ahora sin Juegos Olímpicos con esta derrota 82-75 frente a Bahamas en la final del clasificatorio al Preolímpico en Santiago del Estero.
En un encuentro sumamente equilibrado en el que ninguno de los dos equipos tuvo una ventaja mayor a 7 puntos, la balanza se inclinó para el lado de los bahameños por responsabilidad de Eric Gordon, máximo anotador del partido con 27 puntos y autor de un par de triples sobre el cierre del juego: el primero para pasar al frente 77-75 y el segundo para sentenciar la historia y colocar el marcador 80-75.
El equipo de Pablo Prigioni se apoyó en sus valores más importantes: Gabriel Deck, con 21 puntos y 6 rebotes y Facundo Campazzo, con 14 puntos y 17 asistencias. Además, Carlos Delfino, con 15 puntos, fue fundamental en el tercer parcial (10 tantos) en el que Argentina no encontraba vías de anotación.
El seleccionado argentino progresó notablemente en defensa respecto a lo que había mostrado en este torneo. Logró contener a Deandre Ayton (10 puntos) con el trabajo alternado de Francisco Cáffaro y Juan Francisco Fernández. También por largos pasajes pudo detener a Buddy Hield (15 puntos, con 2 de 11 en triples). Pero volvieron a aparecer actores que habitualmente son de rol y dieron un paso al frente: Travis Munnings (16 puntos) y Franco Miller (9).
Sin Luca Vildoza, que se lesionó en la semifinal ante Chile, Campazzo realizó un enorme desgaste para generar juego y aportar su característica intensidad defensiva. Con ese rol protagónico marcó el récord histórico de asistencias en un partido oficial de la Selección Argentina con 17, superando a las 15 que había registrado él mismo en la Americup 2022 frente a Puerto Rico.
El partido, parejo de principio a fin, se definió por detalles: el par de triples de Gordon contrastaron con una pérdida de Delfino, que había puesto a Argentina al frente 75-74 y el 0-7 del equipo en triples en el último cuarto.
El desenlace entregó una nueva desilusión para Argentina, que se ausentará de los Juegos Olímpicos por primera vez desde que no estuvo en Sidney 2000, luego de cinco presencias seguidas. Si bien la imagen ofrecida fue mejor que la de la no clasificación al Mundial, este segundo golpe consecutivo marcó el final de una etapa en la que la participación en las competencias más importantes se había transformado en una costumbre.