La historia está escrita. Los títulos y la cifras son aval para una de las grandes figuras que ha tenido la NBA y particularmente los Chicago Bulls, Scottie Pippen, quien junto a Michael Jordan estabeció una dinastía que reinó la Asociación durante dos décadas.
Sin embargo, la trayectoria de Pippen no hubiera sido la misma sin 'Su Majestad' y eso también lo demuestran las estadísticas, que de manera indirecta, le dan aún más valor a la carrera de 'Air Jordan', pues su aporte y lo que representó para el juego, hicieron grandes a sus compañeros de equipo. Sin embargo, su relación no fue fácil, al menos al principio.
Cuando Pippen llegó al equipo, MJ ya era una estrella consagrada y estaba a otro nivel, no sólo en los Bulls, sino en toda la NBA. Con tres años en la Liga, 'Su Majestad' ya presumía honores como el Rookie del Año, máximo anotador de la temporada, campeón del concurso de clavadas y convocatorias al All-Star Games.
En la primera temporada jugaron en el mismo equipo, Jordan fue el MVP, Mejor Defensor del Año, MVP del All-Star Game y revalidó el título del concurso de clavadas. Ya con su sólida compañía su rendimiento se disparó, pero, ni en ese punto, su relación era fluida.
“No hay duda de que (Scottie) Pippen fue una figura en la NBA, las estadísticas lo dicen. Pippen recurrentemente estaba en el equipo ideal defensivo, si no como titular, como suplente; llegó a ser líder de la liga en robos de balón y era un jugador de 20 puntos por partido. Ese cifra es mágica, no cualquiera promedia 20 puntos por juego en su carrera; no obstante, Pippen siempre dependió de Jordan", comenta Enrique Garay analista en México de básquetbol.
“El gran Scottie Pippen fue al lado de Jordan. Sin Jordan, Pippen era un jugador ordinario y eso también lo dice la historia; tristemente. La principal virtud de Jordan era que convertía en estrellas a los jugadores que lo rodeaban. Jordan convertía las pierdas en oro a su lado, a diferencia de LeBron James, que necesita compañeros de oro para trascender. Hay una diferencia enorme entre ellos”, añade.
En una entrevista para ESPN publicada en 2018, el mismo Pippen reconoció que al principio ni siquiera se hablaban. "En mis primeros años con Jordan nunca salí con él. Nunca tuve su número de teléfono. No hubo ningún vinculo ni relación durante mis casi primeros dos años en los Bulls", explicó en aquella ocasión.
Dejando de lado las cifras que Jordan le 'ayudó' a conseguir a su 'escudero', la realidad del segundo quedó manifestada cuando MJ no estuvo con él en la cancha. Como ocurrió durante el retiro de 'Su Majestad'.
Pero, ¿qué hubiera sido de Pippen sin Jordan? ¿Cuál habría sido su verdadero nivel si hubiera liderado a los Bulls? ¿Habría ganado (tanto) Pippen sin Jordan? Esas cuestiones se responden en el nivel que mostró Pippen en la ausencia de Jordan.
“Pippen fue una estrella de la NBA, pero siempre dependió de estar al lado de MJ. Recordemos que cuando Jordan se retira las dos veces, la primera en el 95, Pippen se vino abajo, no pudo cargar con el equipo a los playoffs y cuando Jordan se retira en definitiva de los Bulls, la gran joya era Pippen. Luego se fue a los Houston Rockets y no pasó nada, después se fue a Portland Trail Blazers y no pasó nada; entonces, los números de Pippen sí son los de una estrella, pero sin Jordan, Pippen no existió”, explica Garay.
Desde su retiro definitivo de la NBA, a Jordan se le han buscado sustitutos; sin embargo, más allá de los números que registró en sus 13 años de carrera, muchos de ellos ya superados, la simple presencia de Jordan en la duela hacía de sus compañeros de equipo, mejores jugadores o figuras.
“Jordan provocaba espacios para sus compañeros porque a Jordan nadie lo pudo marcar de manera personal, estiraba la marca tanto y le hacían doble marca que por eso Jordan convertía en estrellas a sus compañeros (Pippen, John Paxson, B. J. Armstrong), por eso Pippen fue Pippen, pero sin Jordan quién fue Paxson, quién fue Armstrong, era simplemente jugadores ordinarios; le presencia de Jordan generaba espacios extras para sus compañeros.
“Jordan generó para los Bulls la famosa ‘Triple amenaza’: Tiró, dribló o pasó y esas tres opciones Jordan las generaba mejor que nadie”, recuerda Garay, quien durante las transmisiones de la NBA en México por el extinto Canal 13, hoy TV Azteca, era el encargado de narrar los juegos de los Bulls y el resto de la Liga.
El fenómeno de Jordan se hubiera replicado en cualquier equipo, no fueron los Bulls quienes hicieron brillar a Jordan, fue él quien hizo grande a la franquicia de Chicago.
“No podemos mover el pasado, pero la presencia de Jordan… Imagina a Jordan en el Utah Jazz con Karl Malone o Jeff Hornacek, o en los Seattle Sonics, con Gary Payton y con Shawn Kemp, habría sido una maravilla", afirma Garay. "Lo de Jordan hubiera pasado en otros equipos y tal vez a mayor escala porque Jordan siempre tuvo equipos discretos a su lado, pero él hizo seis veces campeón a un equipo ordinario y su gran virtud fue esa: haber convertido en oro a compañeros que a su lado eran casi piedras”.