Como en Colonia Dora o en la capital de Santiago del Estero jugando para Quimsa. Como en Buenos Aires con la camiseta de San Lorenzo o en Madrid luciendo el blanco del Real. Sin demostrar variaciones en sus gestos o en su carácter por los diferentes contextos, así juega Gabriel Deck en la NBA. Simpleza, desfachatez y fundamentos.
El alero argentino ya se ganó un lugar en la rotación de Oklahoma City Thunder y cada partido que pasa crece en su nivel y en su ascendencia en el juego del equipo.
En la ajustada derrota por 123-120 frente a Phoenix Suns, Deck registró 11 puntos (4-6 dobles y 3-3 tiros libres), 6 rebotes, 3 asistencias y 1 robo en 18:42 minutos. Fue la anotación más alta del santiagueño en los tres partidos que disputó en la liga de básquetbol más importante del mundo.
Como había ocurrido en los dos encuentros previos, Gaby jugó con soltura, como si fuera un experimentado en la NBA. El argentino consiguió su primer doble, además de recibir la falta de Cameron Johnson, cuando restaban 7:747 del segundo cuarto.
Y en la jugada siguiente, interceptó una pase de Chris Paul y en la transición asistió con clase a Tony Bradley. Deck hace lo que la circunstancia requiere que haga.
En el tercer cuarto, Gaby convirtió otros tres dobles, uno con un tiro de media distancia y los restantes cerca del aro.
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— OKC THUNDER (@okcthunder) May 3, 2021
El buen nivel que Deck mostró desde su arribo a la NBA no sorprende a quienes ya lo habían visto jugar en el básquetbol argentino, el español o en la selección argentina. Pero sí llama la atención de quienes en Estados Unidos no lo conocían.
Oklahoma City ganó apenas 1 de sus últimos 18 partidos. Evidentemente, las expectativas de la franquicia están puestas en la próxima temporada y en la fortuna que tenga al momento de la lotería del draft. Mientras tanto, Deck despliega sus capacidades para merecer que le garantizen el contrato para la campaña 2021-2022.