Mavs debe controlar su comportamiento

Luego de haberse "robado" un partido en la cancha de San Antonio, Dallas debe jugar sin presión en su propia casa

TRANQUILO DIRK: De regreso en casa, Dallas debe jugar sin presión ante el mejor equipo del Oeste. (AP)
DALLAS -- Los Mavericks de Dallas regresaron a su casa con una nueva lección aprendida al comprobar que cada partido de la fase final del campeonato de la NBA es diferente y se puede pasar de la euforia del triunfo a la preocupación de haber fallado una gran oportunidad para conseguir otro decisivo.

La victoria lograda en el primer partido de las finales de la Conferencia Oeste frente a los Spurs de San Antonio los dejó ante una oportunidad de oro de jugar sin ningún tipo de presión y hacer bien las cosas en el campo para intentar conseguir de nuevo el triunfo en el segundo y dejar medio sentenciada la eliminatoria.

Pero los Mavericks, encabezados por el entrenador Don Nelson y su asistente Del Harris, eligieron el camino equivocado al permitir que sus jugadores jugasen una defensa agresiva y dura que provocó la reacción de los árbitros con la señalización de personales.

El trabajo de los árbitros molestó a Nelson, que tampoco tuvo control, y en el primer cuarto era expulsado y lo mismo sucedió con el asistente Harris.

A partir de ese momento, los Mavericks se pusieron ellos solos contra la pared porque la faltas técnicas iban a darle todavía más ventaja a los Spurs que con el alero Tim Duncan dominaban por completo el partido para ganarlo fácil por 119-106 y empatar a 1-1 la eliminatoria.

"Creo que nunca estuvimos la oportunidad de ajustar nuestro sistema de juego y ahí estuvo la clave de la derrota", declaró el base reserva Nick Van Exel. "Hicimos demasiadas cosas estúpidas en el campo y no entendimos que somos los jugadores los que debemos ser los protagonistas de cada partido".

Nelson reconoció que no le gustó la manera como el árbitro Joey Crawford había tratado al alero alemán Dirk Nowitzki al señalarle tres faltas personales, incluida una técnica, en sólo siete minutos del primer cuarto, pero su actitud tampoco ayudo al equipo.

"Debemos olvidar lo que sucedió en el segundo partido, centrarnos en nuestro juego y salir mañana, viernes, con la mentalidad ganadora del primer partido", destacó Nelson. "Los jugadores saben lo que pueden hacer y ahora en nuestro campo necesitamos consolidar lo conseguido en San Antonio".

Los jugadores de los Mavericks son conscientes que un triunfo en el tercer partido sería de gran valor porque no sólo los pondría por delante en la eliminatoria sino que además mantendrían la presión sobre los Spurs, que buscaran recuperar la ventaja de campo que perdieron en el SBC Center de San Antonio.

"Debemos ser inteligentes, no caer en provocaciones, salir a jugar y hacer nuestro baloncesto", declaró Nowitzki. "Lo del segundo partido está olvidado y ahora sólo cuenta lo que hagamos en el tercero".

Tanto Nelson como los jugadores de los Mavericks reconocieron después del entrenamientos de hoy que habían aprendido la lección de las faltas personales, que permitieron a los Spurs hacer 45 tiros y anotar 37 puntos por 22 y 20 para su equipo.

Crawford, el árbitro que expulsó a Nelson, dijo que no lo había hecho porque le ordenase que se sentará cuando llegó al medio campo a protestar, sino porque a la invitación que fuese a dirigir al equipo por dos veces que dijo que no lo iba a hacer.

El caso de Harris fue todavía más incomprensible porque fue el mismo él que les insistió a los árbitros que lo expulsasen con tono provocador.

Los Spurs la tuvieron muy bien aprendida y aunque trabajaron duro, lo hicieron con inteligencia para ponerse en control del partido, que no perdieron en la mayoría de los 48 minutos de acción.

La victoria para los Spurs era imprescindible después de haber perdido el primero de manera sorpresiva y frustrante por 113-110, pero también debían demostrar que mentalmente no estaban afectados, algo que consiguieron en plenitud.

"No íbamos a permitir otro regalo como el del primer partido y aunque para nosotros hubiese sido mucho mejor llegar a Dallas con la ventaja de 2-0, ahora estamos convencidos que podemos ganar de nuevo en cualquier campo", declaró el veterano pívot David Robinson.

El sentir entre los jugadores de los Spurs es que los Mavericks salieron en el segundo partido con la intención de provocar y hacer un baloncesto poco deportivo.

"Uno debe saber que los árbitros llegan a cada partido para establecer su autoridad", explicó Gregg Popovich, entrenador de los Spurs. "Nada de basura y nada de quejas fue el consejo que le doy a mis jugadores antes de cada partido".

Los jugadores de los Spurs saben que la misión que tienen en el American Airlines de Dallas no es nada fácil, pero están convencidos que después de la victoria del segundo partido parte del control que habían perdido con la derrota del primero lo recuperaron y establecieron que siguen siendo el equipo a batir.

Por su parte, los Mavericks deben demostrar que están listos para ser el equipo que trate de imponer su velocidad, aciertos desde la línea de personal y una defensa que desconcierte a los Spurs en los momentos decisivos, pero sobre todo que deben olvidarse de mantener un enfrentamiento directo con los árbitros.

"Ha llegado la hora de ser inteligentes y no permitir que los árbitros sean los protagonistas sino cada uno de nosotros como deportistas", señaló Nelson.

-EFE


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