EE.UU. está preparado para ganar

Los norteamericanos solo se conformarán con el título de campeón

CON TODA LA CONFIANZA: Shawn Marion hunde la pelota sobre su compañero de equipo Ben Wallace. (Reuters)
INDIANAPOLIS -- La hora de la verdad para el decimocuarto Mundial de baloncesto se acerca y Estados Unidos, el país anfitrión, ya ha dejado muy claro que el único resultado que le valdrá cuando la competición termine el próximo 8 de septiembre es la de campeón.

El convencimiento generalizado dentro del equipo es conseguir la medalla de oro y además demostrar que el baloncesto de Estados Unidos, aun sin las figuras profesionales de Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Vince Carter y Tim Duncan, entre otros, es superior al de los otros 15 países que los acompañan.

"No quiero figuras, no habrá un equipo titular, lo único que me interesa es el que finalice cada partido con la victoria asegurada", declaró Karl. "El respeto a nuestros rivales lo demostraremos en el campo, haciendo las cosas correctas".

Karl, un pragmático del baloncesto, que le ha pedido consejo a todos los predecesores en el cargo como fueron Chuck Daly, Lenny Wilkens, Larry Brown y Rudy Tomjanovich, al final ha llegado a una conclusión.

"Hacer las cosas de la manera más simple y asumir por completo el concepto de equipo para sentirte confortable y estar siempre dispuesto a aportar lo que haga falta en el campo", explicó Karl.

Estados Unidos sólo comenzó a entrenarse el pasado 16 de agosto con dos partidos amistosos que ganó frente a China y Alemania, rivales que también tendrá en la primera ronda dentro del Grupo C, y la prueba fue totalmente positiva para Karl.

"Apredimos las cosas que necesitábamos para mentalizarnos el tipo de competición a la que nos vamos a enfrentar, no es nuestro estilo de juego en la NBA, ni tampoco tendremos las mismas reglas y mucho menos el factor de los árbitros", explicó Karl.

Otra gran preocupación para Karl ha sido trabajar la superación de la defensa por zonas que tendrán garantizada y más al carecer de hombres altos que jueguen en el interior de la zona con Reggie Miller y Paul Pierce recibiendo la presión desde fuera y Shawn Marion y Michael Finley cuando intenten penetrar por los laterales.

La combinación de Antonio Davis, Raef LaFrentz, Jermaine O'Neal y Ben Wallace será con la que Karl está convencido va a hacerle mucho daño a las defensas rivales, porque tiene jugadores que pueden tirar desde el perímetro y otros que dominan por completo los balones bajo los aros en el apartado defensivo.

"Nos ha tocado cambiar nuestro juego, tendremos que asimilar su estilo de baloncesto con ajustes y ahí es donde perdemos la gran ventaja que les llevamos al resto del mundo como profesionales de la NBA", explicó Baron Davis, el escolta de los Hornets de Nueva Orleans.

Los jugadores no quieren oír hablar más del pasado, del "Dream Team", de comparaciones, de los tres títulos que ha conseguido Estados Unidos en toda la historia de los 13 mundiales anteriores. incluido el de 1994, disputado en Toronto (Canadá), y que fue la última vez que proclamaron campeones.

Estados Unidos se decidió por fin a ser la sede de un Mundial por primera vez en los 52 años de historia de la competición y lo hizo 30 años después de la más amarga y sorprendente derrota que hayan tenido en el deporte del baloncesto, que ellos inventaron.

La referencia son los Juegos Olímpicos de Múnich'72, en un partido que los estadounidenses creían haber sentenciado gracias a un segundo tiro libre convertido por Doug Collins, actual entrenador de los Wizards de Washington.

"Sabemos lo que está en juego y vamos a demostrar al resto del mundo la fuerza, profundidad, talento y versatilidad del baloncesto de Estados Unidos cuando en disputa también está el honor y el orgullo de un país entero", declaró el veterano Miller, que se recupera de una torcedura del tobillo derecho.

-EFE


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