El resultado ha sido que el base boricua Carlos Arroyo, que ya jugó en la NBA, con los Raptors de Toronto y Nuggets de Denver, tenga todo listo para firmar por una temporada con los Jazz de Utah.

Arroyo, no quiso comentar sobre su posible fichaje por los Jazz, pero admitió que el Mundial le había servido para mostrar en el campo que está preparado como profesional.

"Somos tan buenos como los jugadores de la NBA, pero a ellos les dan millones de dólares en sus contratos y a nosotros menos", comentó Arroyo.

El base puertorriqueño completó su mejor partido del mundial contra Estados Unidos al convertirse en el líder del equipo con una aportación de 21 puntos, nueve asistencias y seis rebotes.

Mientras, los jugadores argentinos siguen siendo el centro de atención y las miradas de los observadores de nuevo talento de los Rockets de Houston y Spurs de San Antonio las han fijado en el alero Andrés Nocioni.

El problema para Nocioni es que tiene un contrato en vigor con el equipo español Tau Cerámica y una cláusula de rescisión de tres millones de dólares.

Su compatriota Juan Ignacio Sánchez ya ha firmado un contrato con los Pistons de Detroit por dos temporadas, la segunda de ellas opcional.

El escolta argentino Enmanuel Ginóbili tiene también dos con los Spurs y ha sido la gran figura individual del torneo y el que mayor halagos ha recibido por su calidad de juego y espectacularidad cuando está en el campo.

Su compañero en la selección de Argentina, el ala-pívot Luis Scola, también pertenece a los Spurs, que lo seleccionaron este año en la segunda vuelta del sorteo universitario, pero no jugará en la NBA hasta la temporada del 2003-04.