MÉXICO -- Han pasado 16 temporadas desde que Barry Sanders dijo adiós de manera abrupta a los Detroit Lions, poniendo punto final a una de las carreras más espectaculares que hemos podido atestiguar.
El equipo sigue buscando a alguien que pueda llenar sus zapatos.
Después de que Sanders acumulara al menos 1,300 yardas en nueve de sus 10 temporadas profesionales --la única vez que no lo logró fue en 1993, cuando "sólo" acumuló 1,115 yardas--, los Lions han visto desfilar a número importante de corredores, ninguno de los cuales ha sido capaz de alcanzar las 1,200 yardas en ese lapso.
Nueve corredores diferentes han terminado la temporada como líder de la franquicia por tierra en esos 16 años. Solamente Tres de ellos lograron superar las 1,000 yardas en una temporada: James Stewart, Kevin Jones y Reggie Bush. Únicamente Stewart consiguió hacerlo más de una vez.
Un promedio de una temporada de 1,000 yardas cada cuatro años no es la mejor fórmula para convertirse en un invitado frecuente a la postemporada. Tres apariciones de postemporada sin triunfos y nueve entrenadores en jefe lo pueden atestiguar.
No es que el equipo no lo haya intentado. Detroit ha invertido selecciones valiosas de draft en la posición. En 1999, tomaron a Sedrick Irvin de Michigan State en la cuarta ronda. Un año después, fue Reuben Droughns de Oregon State en la tercera. En el 2003, Artose Pinner de Kentucky fue reclutado en la cuarta ronda. En el 2004, Jones fue seleccionado en la primera ronda, procedente de Virginia Tech. En el 2006, Brian Calhoun fue elegido procedente de Wisconsin, en la tercera vuelta. En el 2008, los Lions pagaron una selección de tercera ronda por Kevin Smith de Central Florida. En el 2010, fue necesaria una selección de primera ronda para tomar a Jahvid Best de California, y al año siguiente, el equipo invirtió una de segunda ronda en Mikel Leshoure de Illinois. De todos esos jugadores, solamente Irvin no estuvo entre los primeros 100 prospectos seleccionados de sus respectivos sorteos; fue el N° 103 global.
Ninguno de esos reclutas está todavía con el club, y solamente Jones respondió con una temporada de 1,000 yardas cuando acumuló 1,133 en su campaña de novato.
La plantilla actual de los Lions tiene a Joique Bell como titular, y a Theo Riddick --recluta de sexta ronda del 2013-- y George Winn como reservas. Bell, firmado desde la escuadra de prácticas de los New Orleans Saints, es un jugador interesante, pero es probable que no sea más que un especialista en corto yardaje que deba salir del campo en terceras oportunidades. Riddick ha sido alineado, además del backfield, en la ranura y abierto como receptor. Es difícil proyectarlo como un corredor de tres intentos que aguante el desgaste de 16 partidos de temporada regular. Winn sólo lleva 19 acarreos para 73 yardas en una breve carrera de NFL que incluye estadías con cuatro equipos en dos años. Bush, quien consiguió 1,006 yardas en el 2013 con Detroit antes de sufrir un decepcionante 2014 repleto de lesiones, emigró a los San Francisco 49ers en la agencia libre.
Los Lions necesitan volver a invertir una selección valiosa en la posición de corredor, pero sobre todo, necesitan acertar.
Hasta el momento, se sabe que los Lions se han reunido en privado con dos corredores que se esperan sean tomados entre las primeras 100 selecciones: Todd Gurley de Georgia, quien proyecta para la primera ronda, y Tevin Coleman de Indiana, quien podría escuchar su nombre en segunda o tercera ronda.
En ambos casos, se trata de jugadores que supondrían un alza definitiva en el nivel de talento que actualmente posee la organización en su backfield.
Si acaso, lo que sorprende un poco es que no aparezca al menos Melvin Gordon en esa lista, aunque todavía hay tiempo. Los Lions eligen en la posición N° 23 global, y si Detroit está pensando seriamente en Gurley, es probable que ya no esté disponible en ese sitio.
Si los Lions creen que vale la pena volver a invertir una selección de primera ronda en un corredor, es probable que se encuentren con Gordon. Si creen que el valor está más abajo, Coleman sin duda es opción, pero tampoco vemos en la lista de sus visitas a prospectos como Jay Ajayi de Boise State, Duke Johnson de Miami, o Ameer Abdullah de Nebraska.
Como dije antes, aún hay tiempo. Además, no es esencial que un equipo se reúna con un jugador previo al sorteo para reclutarlo. En ocasiones, el no mostrar interés evidente por un jugador es parte de la cortina de humo.
Los Lions tienen múltiples necesidades de cara al draft. Deben fortalecerse a lo largo de ambas líneas, y un esquinero no sería una mala opción. Tampoco debe sorprendernos si eligen a un receptor abierto en una ronda media.
Sin embargo, encontrar una consistencia en el ataque terrestre --una que no han tenido en los 16 años que han transcurrido desde el retiro del "Rey León"-- es crucial para que los Lions se vuelvan candidatos anuales a postemporada.
¿Van a encontrar a otro Barry Sanders en este draft? No, de ninguna manera, ni en este ni en ningún otro año. Sanders es pieza única. Pero están obligados a encontrar a alguien que pueda hacer al menos parte del trabajo que hacía Sanders, aunque sea de un modo menos espectacular.