<
>

Del Potro-AAT: el divorcio

Fotobaires

BUENOS AIRES -- "Cómo querés que no le moleste la situación, si cuando hicieron el cambio de capitán le trajeron de regreso toda la mierda de Mar del Plata 2008", contaba hace meses alguien que está dentro de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), y que traduce así el desencuentro entre Juan Martín Del Potro y la cúpula de la institución que maneja los destinos del tenis organizado en este país.

Ese es el punto cercano de partida en este divorcio entre jugador y dirigencia, que terminó de formalizarse el viernes pasado. En una carta incendiaria , Del Potro acusó tanto a las cabezas de la AAT como al capitán del equipo de Copa Davis, Martín Jaite, de ser hipócritas, manejar un doble discurso y operar a través de la prensa para perjudicarlo. Un smash a la cabeza de cada uno, que llega luego de una serie de situaciones que hoy merecen una revisión.

¿Dónde y cuándo se produjeron esos quiebres que tienen ahora al 5 del mundo del otro lado del océano con respecto a la AAT? ¿Qué provocó semejante explosión del campeón del US Open 2009? ¿Cuáles fueron simples errores de la dirigencia, y qué fue premeditado? Finalmente, ¿hay espacio para la reconciliación?

LA MANIOBRA PARA "LIMPIAR" A VÁZQUEZ. En su carta de renuncia a jugar contra Italia, Del Potro destaca que no fue consultado por la AAT en decisiones importantes relacionadas con la Copa Davis. El caso más claro fue la salida de Modesto "Tito" Vázquez como capitán del equipo, y la llegada de Martín Jaite. No solo jamás le preguntaron al jugador al respecto, sino que la cúpula de la Asociación "cocinó" el cambio mucho antes de que ocurriera. Vázquez se fue, contra su voluntad, luego de perder la final de la Davis ante España, en Sevilla. Pero su despedida (y también el nombre de su reemplazante) estaba decidida desde dos meses antes, cuando Argentina fue a Belgrado y ganó una improbable semifinal en casa de Novak Djokovic. Allí, Vázquez ya estaba afuera y Jaite adentro.

¿Se enteró Del Potro de esa maniobra? ¿Supo antes de tiempo qué era lo que ocurría detrás de escena? ¿Interpretó que la llegada de Jaite, determinada con suma antelación, era un desaire hacia él?

Es claro que, por lo menos, la elección de Jaite fue un error de la dirigencia. Si querían contar con Del Potro en el equipo, si necesitaban que su mejor jugador estuviera presente no solo para ganar, sino también para facturar, tomaron la peor de las decisiones. Si no le preguntaron, fallaron. Si no le quisieron preguntar, fueron ineptos. Y si trajeron a este capitán por motivos que van más allá de lo tenístico, ahora lo están pagando. Si los mismos dirigentes dicen que la AAT es "copadavisdependiente" desde un punto de vista financiero, ellos mismos se dispararon en el pie. Y ahora sangran.

TIRARME A LA GENTE EN CONTRA. La historia oficial de los polémicos días previos a la semifinal Argentina-República Checa en 2012 dice que Del Potro no quiso entrenarse con sus compañeros en Parque Roca, y lo hizo solo en el Tenis Club Argentino; que hizo "reclamos de divo" que tenían que ver con facilidades de transporte y gimnasio; que no posó para una foto promocional y quiso ausentarse de la cena oficial. La versión de Del Potro sobre estos puntos nunca se escuchó. Sí dio su punto de vista Franco Davin, el coach del tenista argentino. Pero el tandilense vio cómo una afrenta que Jaite no aclarara públicamente temas como ese entrenamiento por separado, que el capitán mismo había aceptado. Solo se conoció una versión. Tergiversada, según el jugador.

¿Operada? ¿Difundida con intención de perjudicar al tenista? ¿"Comprada" por la prensa?

Escribe Del Potro en su bomba epistolar: "Lo mismo que ocurría el año pasado, cuando cualquier contestación o no contestación era rápidamente conocida por algunos periodistas". El jugador está seguro de que sus antagonistas en esta historia, dirigentes y capitán, utilizan a la prensa (o parte de la prensa) goteando información de manera deliberada y estratégica, "intentando dejarme mal parado frente a la opinión pública".

La falta de espíritu del capitán para salir a calmar las críticas contra su mejor jugador (en la serie ante Rep. Checa), o su evidente contacto con periodistas para dar a conocer cada mensaje de uno u otro lado (en diciembre pasado, antes de que desafectara a Del Potro del equipo para enfrentar a Alemania), marcan una línea. Jaite no está en la misma vereda de Del Potro. Y no hace más que lo formal para convocarlo. No piensa ni desea ponerlo de su lado. No intenta acercar a ambas partes. Reclama a los dirigentes cuando dos juniors que representan a la AAT van a entrenarse con el jugador. Chicanea a integrantes de su mismo equipo que comparten entrenamiento y cancha con Del Potro. Permea ese distanciamiento a quiénes lo rodean.

¿Y qué hacen los ejecutivos de la AAT ante esta situación? ¿Cómo actúan? O mejor: ¿Actúan?

LOS HIPÓCRITAS DEL DOBLE DISCURSO. En los últimos dos meses tanto el presidente de la AAT, Arturo Grimaldi, como el vicepresidente y director ejecutivo, Héctor Romani, hablaron públicamente sobre la importancia de contar con Del Potro en el equipo de Copa Davis. "Si él quiere, viajo a Londres o me voy caminando hasta Tandil para que nos reunamos. A mí me encantaría que juegue y que sea el líder del equipo. Pero la decisión es suya", dijo Grimaldi, en una nota del diario La Nación titulada "Exclusivo: la estrategia de la AAT para seducir a Juan Martín Del Potro".

Romani, en cambio, fue menos diplomático y más honesto tanto en la necesidad de contar con Del Potro para que el negocio de la AAT cierre, como en el nulo contacto que tienen con el jugador. "Yo en la primera rueda perdí plata. Somos gran parte Copa Davis dependientes. Del Potro es una atracción. Si me hubiera jugado en la 2ra rueda contra Francia, iba a explotar el estadio. Y a nosotros nos habría quedado, para la AAT, unos 400 o 500 mil dólares", le dijo el dirigente al programa Abriendo Juego de ESPN 107.9 FM. Y agregó: "Con Del Potro no tengo ningún contacto. Lo veo casi todos los días porque se entrena en mi club. Elonga al lado de mi locker. Pero no tenemos diálogo".

Lo penoso del discurso de la dirigencia se deja ver cuando Romani, en esa misma entrevista, se pregunta: "Lo que no sabemos es por qué no juega. No lo tenemos claro". Y entonces el concepto de hipocresía cae como un manto lento ante semejante doble discurso. No saben por qué no juega. Pero no hablan con el jugador. Dicen que se irían caminando a Tandil, pero se lo cruzan todos los días y saben dónde encontrarlo. Reclaman su presencia por una cuestión económica, pero no se preocupan por el entorno que le crean para que el jugador juegue.

Y finalmente dicen: "Estamos muy, muy conformes" con el actual capitán. Y sin quererlo, por torpeza, o quizás siendo muy claros y contundentes con sus prioridades, le dicen al protagonista que han optado por un camino. Que justamente no es el que Del Potro desea transitar. Está claro. La AAT escogió a Jaite y se amarra a él, aún a costa de no contar con el 5 del mundo en sus filas.

¿Por qué?

EL FUTURO. La misiva de Juan Martín Del Potro señala que el jugador no estará disponible para jugar contra Italia. A diferencia de lo que ocurrió para la Davis 2013, la puerta a una futura presencia queda formalmente abierta. La realidad, en cambio, indica que Del Potro no volverá a jugar hasta que no haya cambios profundos. La salida de Jaite. Un gran mea culpa de los dirigentes. O una limpieza total que no ocurrirá, ya que la cúpula de la AAT está bien atada a sus asientos.

Del Potro ha tomado una buena decisión al hablar sin rodeos sobre los motivos que lo alejan del equipo de Copa Davis. Podría haber dicho esto mismo hace un año, pero escogió explicar su ausencia con el único argumento de enfocarse en su temporada en el circuito. Hoy se sabe que eso apenas fue parte del motivo. También podría haber salido a dejar en claro su postura en cuanto a la salida de Vázquez, la llegada de Jaite, y los desencuentros con el capitán en 2012. Escogió no hacerlo. Y visto en retrospectiva, no tomó la mejor decisión.

Ahora, en la bifurcación de la ruta, Del Potro escogió un camino: no jugar y hacer públicas sus diferencias. También podría haber tomado otra dirección: la del 5 del mundo que está por encima de la mediocridad que parece rodear a la AAT; la del gran deportista que decide de una vez por todas convertirse en líder, anticiparse a los movimientos del resto, y apoderarse del equipo; la del hombre que deja a un lado nimiedades como las filtraciones a la prensa y posibles "operaciones", y se enfoca en lo único que, a esta altura, debería movilizarlo. La gloria.

Pero no es tiempo, parece.

Entonces habrá que esperar sentados a que Jaite termine su periodo al frente del equipo de Copa Davis (sería a fines de 2014, si lo que afirman los dirigentes es cierto). A que la cúpula de la AAT cambie radicalmente su postura (porque no se irán). O a que Del Potro escoja esa segunda vía, y se dé cuenta de que él puede estar más allá de toda esta disputa. Por encima de ella. Convirtiéndola en simple anécdota.

Mientras, el divorcio parece definitivo. Con papeles firmados y todo.