LOS ÁNGELES -- Tras la primera entrega sobre Los Obligados (América, Chivas y Cruz Azul), es tiempo de hacer un repaso sobre Los Necesitados.
Sí, esos, los ansiosos de protagonismo y título en este Torneo Guardianes 2021, que arrancará en medio de la incertidumbre, cortesía del único refuerzo deleznable, peligroso, letal, consumado para este año: la versión mutante del COVID-19.
Es fácil identificar a los tres pasajeros de este convoy. Tres anhelantes de sentarse a la mesa de los dos más grandes, y de los dos que se han quedado en la orillita, por falta de consistencia y de persistencia genuina: Pumas y Cruz Azul.
Entre los tres, hay dos del Norte: Tigres y Monterrey. El tercero, que puede parecer injusto, es el único que defiende en la Liga Mx la esencia del futbol: el espectáculo, porque el León, campeón vigente, entrega, generalmente, 90 minutos de gozo, de descaro, de futbolistas libres. Lo más curioso es que sea un ahijado del Lapuentismo, Nacho Ambriz, quien defienda la esencia fresca de lo que fue el Lavolpismo, hoy en franca decadencia entre sus apóstoles e incluso, su mismo pastor, Ricardo Antonio La Volpe, luego de su versión mezquina con el América.
1.- #QUETRABAJEMUCHO
Tigres es un equipo que cuesta oro, aunque su futbol sólo valga cobre. De momento, vuelve a ser el plantel más caro de la Liga Mx. Uno de los refuerzos estelares del Guard1anes 2021, le pertenece: el paraguayo Carlos González. Debe ser el socio perfecto de André Pierre Gignac (renovado hasta el 2022), y la poquitera artillería que le acompaña.
Ricardo Ferretti está más firme que Tigres en el auspicio de Cemex. Vive al amparo de la tristemente célebre frase del hijo pródigo recién retornado a casa. “Al Tuca no lo quiero para que gane títulos, sino para que trabaje mucho”, dijo el ‘Inge’ Alejandro Rodríguez, y ahí sigue el jornalero de la mediocridad futbolística.
Tigres y su fanaticada, civil o enquistada en los medios, insisten en sentarlo a la mesa con Chivas y América. Sin embargo, el regionalismo timorato, apenas lo acaba de romper con un título internacional, sí, muy tercermundistamente ‘conkakafkiano’, como el de la Concachampions. Ahora le espera el Mundial de Clubes. Turismo futbolero, pues.
Precisamente por sus ambiciones, por el derecho que tiene su afición a que se enaltezca a un equipo con semejante poder en sus líneas, Tigres es el más necesitado de regresar a escena. La Concachampions equivale a ponerse chiquiadores en las sienes, respecto a la dimensión de sus jaquecas y obligaciones.
Más allá de darse el lujo de repatriar a prospectos de futbolistas como Diego Reyes y Carlos Salcedo, Tigres se permite otro lujo, el de que cada uno de sus titulares sería codiciado como PRO en otros equipos de la Liga Mx. Cierto, Salcedo parece haber recuperado el camino. Cerró el torneo a un mejor nivel, demostrando que quiere ser el jugador que alguna vez ilusionó.
¿Algo le duele a este cuadro? Nahuel Guzmán; Luis Rodríguez, Hugo Ayala, Carlos Salcedo, Jesús Dueñas; Rafael Carioca, Guido Pizarro, Luis Quiñones, Raymundo Fulgencio; André-Pierre Gignac y Carlos González. Javier Aquino está en reparación y Leo Fernández, más allá de lo que mostró en Toluca, no seduce al Tuca. Prácticamente todos, han sido seleccionados nacionales y algunos mundialistas.
Ricardo Ferretti ha tirado bosquejos de demostrar lo que ya se sabe: que, si se le pega la gana, puede hacer más ofensivo a su equipo. Puede deleitar, incluso. Pero, la necesidad de sumar títulos, lo lleva a lidiar con esa forma mezquina de jugar, y que, lamentable y afortunadamente, le funciona, como pudo verse en la Final de la Concachampions ante el LAFC.
Pero, si quiere seguir, al menos, pegando la nariz a la vitrina de los comensales de categoría en la Liga Mx es tiempo de que Tigres regrese al dominio de la escena doméstica. Y, claro, insaciable, aún sigue buscando refuerzos.
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2.- #MÁSCABRITOQUEELCABRITO
Monterrey sacudió la modorra de las contrataciones en tiempos críticos de pandemia sanitaria y financiera. Firmó a Javier Aguirre Onaindia Arraskaeta Landeta Goyado Alberdi Uriarte Garechana y Lanetarzúa, como él mismo se presenta.
Es el entrenador más conocedor, más capacitado y con mayor recorrido de todos los que están inscritos en la Liga Mx, e incluso de quienes observan desde la acera del desempleo, aguardando una oportunidad.
Reclutando a Adrián Mora del Toluca, pretende redondear el plantel, tras no poder deshacerse de dos de las más grandes decepciones del futbol mexicano: Maxi Meza y Matías Kranevitter. Su paupérrimo rendimiento en la proporción costo/beneficio, es escandaloso. Millones de dólares despilfarrados. ¿Podrá Aguirre sacar utilidad a ambos y además darle consistencia al Toro Janssen? Primera tarea.
Monterrey, tras el esplendor en la época de Víctor Manuel Vucetich, está encaminado a la misma obligación, a la misma necesidad y a la misma necedad de Tigres. Quiere ser un equipo que trascienda y que deje de ser considerado un accidente afortunado del futbol mexicano.
El mejor recuerdo futbolístico que se tiene de Rayados fue esa suicida, agradable, gallarda exhibición ante el entonces mejor equipo del mundo, el Liverpool, en el Mundial de Clubes. ¿Tiene más peso la Liga ganada con Mohamed? Sin duda. Especialmente por todo el entorno previo a esa conquista. Pero, el romanticismo remitirá a aquella valiente jornada ante el equipo de Jürgen Klopp.
El problema de Rayados no es un secreto. Un equipo sin contundencia, a pesar del aparente poder ofensivo con Funes Mori, Janssen, Pabón, Aké Loba, y ahora el regreso de Avilés Hurtado. Ese fue el lamento, la excusa y el escape de sus dos anteriores entrenadores, Mohamed y Diego Alonso. Los dos fueron incapaces de encontrar una solución. Segunda tarea del Vasco.
Evidentemente la llegada del casi tepiteño Javier Aguirre agrega reflectores. Sus credenciales son las más poderosas que han aterrizado desde el futbol europeo después de la era de Leo Beenhakker. ¿Santiago Solari? Fue una calenturienta decisión de Florentino Pérez en busca de encontrar para el Real Madrid su propio Pep Guardiola o su nuevo Zinedine Zidane.
3.- #ESMEJORDECOMOLOPINTAN
Nacho Ambriz, con su última hoja de contrato con el León, ya lanzó una amenaza de que pretende seguir jugando a lo mismo: a agradar, a vulnerar, a divertirse y a divertir. Esa amenaza tiene gentilicio, nombre y apellido: el chileno Víctor Dávila. Papá Martínez de Pachuca, se lo entrega casi como ninguneado a Martínez Hijo para ‘La Fiera’.
Dávila mostró un enorme potencial con Necaxa. Los Tuzos no supieron aprovecharlo. Ambriz se encargará de sacar lo mejor de él. Agrega al ‘Oso’ González, del América, mientras se deshace de Pedro Aquino, con destino a las Águilas.
¿Por qué necesitado el León al mismo punto de Tigres y Rayados? Porque su arraigo puede ampliarse a partir de una irrefutable teoría: el buen futbol genera afectos, adicción, hábito, disfrute, admiración.
Tras el Bicampeonato del hoy tan devaluado Gustavo Matosas, el León no pudo mantener la consistencia. Nacho Ambriz lo regresó primero a los aparadores de la admiración y finalmente al podio, entendiendo que la Liguilla, y en especial la Final, no hay que jugarlas como le gusta, sino como lo necesita.
Una condecoración inevitable para este León, es que es el único equipo que, de haber asistencia a los estadios, desquitaría absolutamente el precio del boleto por verlo. ¡Qué mejor homenaje para un equipo, un técnico y unos futbolistas, que saber que satisfacen plenamente a quienes sólo quieren ver el futbol en la esencia misma de su cometido!
Mientras Ambriz sigue esperando una oferta más allá de las fronteras, él sabe también que la mejor carta de presentación es arrimarles a los eventuales interesados, un equipo ganador, goleador, generoso, pero que, además, por supuesto, le entregue trofeos al final de la jornada.
La única duda gira en torno al jugador más oportuno que tuvo el León. Gigliotti, Emmanuel de nombre, que significa “Dios está con nosotros”. Apareció de la nada en la Final ante Pumas, para hacer un par de goles decisivos. Ya demostró que es el depredador del área que requiere Ambriz, pero debe serlo semana a semana también.
Estos son pues, Los Necesitados. Este miércoles será el momento para Los Urgidos, y el jueves, para los inevitables, infaltables y necesarios: Los Godínez del futbol mexicano.