En esta temporada, con el gran paso demostrado por Phillies en el primer cuarto de calendario, sus seguidores sueñan con otra Serie Mundial.
El pasado 14 de mayo, los Philadelphia Phillies alcanzaron las 30 victorias en apenas 43 juegos de la campaña, cifra con la que empató el segundo mejor registro en la historia de la franquicia para lograr 30 triunfos en el menor número de juegos, algo que también consiguieron en las temporadas de 1993 y 1913. Cuando firmaron esta cifra más rápido que en ninguna temporada fue en 1976: 30 victorias en apenas 41 juegos. En esta temporada, con el gran paso demostrado en el primer cuarto de calendario, sus seguidores sueñan con otra Serie Mundial, a la que llegaron en la oportunidad más reciente en 2022 y que no conquistan desde 2008.
Éstas son las principales claves por las cuales los Phillies son hoy el mejor equipo de todas las Grandes Ligas, el primer club en llegar a los 30 triunfos y por qué lucen con una proyección incluso mayor a la de los grandes favoritos, como Dodgers, Yankees y Braves.
Ranger Suárez, intratable en la loma
(8-0, 1.37, con 58 ponches)
El abridor venezolano está en camino de concretar la mejor temporada de su vida. Es el primer lanzador en alcanzar los ocho triunfos en 2024. Algo sucede este año que tiene la bola más pesada, 83.2 millas por hora es el promedio de la velocidad de salida de los batazos de la oposición, por lo que, comparado con el año pasado en que la velocidad de salida de los batazos de los contrarios promedió 87.8, nos encontramos ante un lanzador mucho más dominante, que induce a más roletazos y provoca más bats rotos.
Posee un nutrido número de lanzamientos en su repertorio: el sinker es su disparo base, que promedia 90.9 millas por hora, casi dos millas menos que en 2023 (92.8mph) y 2022 (92.5mph); pero, ¿qué lo hace diferente?: el movimiento vertical del disparo, el cual tenía 25.7 pulgadas de caída en 2022, 25.8 pulgadas en 2023 y que ahora se mueve más, con 28.3 pulgadas de caída en el plano vertical. La curva, un disparo que suele usar casi el mismo número de veces que su recta de cuatro costuras, tiene una velocidad promedio de 75 millas por hora y el rompimiento este año es mucho más abrupto, pasó de 58.2 pulgadas de quiebre, a una caída de 60.1 pulgadas, lo que se traduce en contactos más débiles.
Su reportorio se complementa con el cambio, la recta cortada y el slider, es decir, es capaz de lanzar lo que se le apetezca. Antes del 15 de mayo de la presente temporada, en sus cinco salidas más recientes, transitó al menos siete episodios en cuatro de ellas. Una apertura de 8.0 innings el 27 de abril, ante San Diego Padres, con pelota de apenas tres hits y una carrera, incluidos 8 ponches; y la ruta completa, firmada el 16 de abril, ante Colorado Rockies, labor en la que espació siete hits sin aceptar carrera y en la cual ponchó también a ocho hombres. Ranger es hoy el puntal en una rotación de altísimo respeto en la que están las figuras de Zack Wheeler, Aaron Nola, Taijuan Walker y compañía.
Paciencia en el plato
La base por bolas, dice la sentencia beisbolera, también es hit, pues pone hombres en circulación y no hay antídoto defensivo que la desactive. La oficina de estadísticas de los Phillies consignó recientemente lo siguiente: la matiné del pasado martes 14 de mayo en Nueva York, en que blanquearon 4-0 a los New York Mets en Citi Field, marcó el cuarto juego en este temporada en que la ofensiva de Philadelphia recibió más bases por bolas que ponches en un encuentro, la quinta mejor cifra esta temporada para un club. El equipo que lidera ese departamento son los Yankees con ocho juegos en que han sido más los boletos gratis recibidos que los chocolates. Los Phillies llegaron a la mitad de semana con un OBP de .337, la segunda mejor cifra en las Grandes Ligas, sólo por detrás de los Dodgers (.345) y con un radio de negociación de bases por bolas de 10 por ciento, que los ubica en la tercera posición de todo el circuito, sólo por detrás de Yankees (10.7) y Dodgers (10.6). Los dos líderes de cuadrangulares del equipo, Bryce Harper y Kyle Schwarber, Harper con diez y Schwarber con nueve, son, además, los líderes de pasaportes negociados, con 28 y 27, respectivamente. Bryson Stott también presume más de 20 almohadillas gratis (23), además de que es un peligro en las almohadillas, pues, junto con Trea Turner, es el líder robador de bases del equipo, con 10.
Por lo que la paciencia en el cajón para bateadores ha sido clave este año para los Phillies, que pasaron del 8.7 por ciento de radio de bases por bolas al ya mencionado 10.0, el tercer mejor incremento respecto de la campaña pasada en todas las Mayores (1.3 por ciento).
Fábrica de carreras
El apoyo ofensivo del lineup de los Phillies ha sido inmejorable para sus lanzadores, pues las anotaciones han llegado en cantidades industriales. Se trata de la segunda mejor fábrica de carreras timbradas en las Grandes Ligas, con 232 (hasta el 16 de mayo), sólo por detrás de los Dodgers (237). Hasta ese momento, sólo cinco clubes en todo el circuito sumaban al menos 210 carreras anotadas, además de los de la Ciudad de la Independencia y los de Chávez Ravine: San Diego, Milwaukee y Arizona.
Entre los Phillies, siete de sus jugadores presumen 20 o más carreras timbradas esta temporada. Nick Castellanos ostenta, hasta antes del juego de este viernes, dos docenas de anotaciones. El oriundo de Hialeah, Florida es, además, sinónimo de rentabilidad, pues ha actuado en los primeros 44 juegos del calendario. Los dos peloteros que suman al menos 25 carreras anotadas en este primer cuarto de la temporada son Trea Turner, con 27, y Kyle Schwarber, con 33. Que nadie se ponga en base de los Phillies, porque seguro llega a la registradora.
Calendario cómodo
No es culpa de los Phillies que este primer cuarto de temporada el calendario haya sido benevolente en cuanto a los rivales enfrentados. Lo que es verdad es que iniciaron la campaña con tres duelos como anfitriones de los Bravos de Atlanta, otro de los favoritos en la Liga Nacional, y perdieron esa serie 2-1. Atlanta ha sido, por mucho, el mejor rival de los Phillies en lo que va de este calendario. Desde el 1 de abril en que se midieron a Cincinnati Reds en el Citizens Bank Park (segunda serie de la temporada), en un duelo que, por cierto, también perdieron 2-1, sólo han enfrentado a clubes que actualmente no juegan pelota arriba de .500.
Además, eso incluye a rivales que han arrastrado la cobija en este 2024 en sus respectivas divisiones: Cincinnati, sumergidos en el fondo de la División Central de la Nacional, se ha medido en dos series a Phillies y, sorpresivamente, los Rojos han ganado 4 de 7 juegos; otros rivales sotaneros: Rockies de Colorado, a los que barrieron en la serie de tres juegos que disputaron en Philadelphia; y, finalmente, Miami Marlins, a los que se midieron del 10 al 13 de mayo y a los que les ganaron la serie 2-1 en la Florida.
A mediados de junio vendrán los enfrentamientos ante Baltimore Orioles; y a principios de julio se medirán ante Atlanta y Dodgers. Ya veremos de qué están hechos estos poderosos Phillies en esos choques de trenes.
Un staff que lanza con teodolito
Los Phillies poseen un cuerpo de lanzadores que presume un gran control. Hasta el 14 de mayo, como el mejor club de la Liga Nacional en cuanto a boletos no otorgados, pues sólo conceden 2.86 bases por bolas por cada nueve episodios de manera conjunta. A ello, se suma el complemento perfecto de la citada estadística, pues no sólo son controlados sino que también saben repartir chocolates, con 9.42 ponches, en promedio, por cada nueve episodios, lo que los coloca en el primer peldaño del Viejo Circuito y en el puesto dos de las Grandes Ligas, sólo por detrás de Minnesota (10).
Zach Wheeler presume 65 ponchados esta temporada en 53.1 innings lanzados, es decir, elimina a 1.2 bateadores por la vía de los strikes por cada episodio. Wheeler sólo ha otorgado 16 bases por bolas en 9 aperturas y presume una efectividad de 2.53, un baluarte de la rotación abridora.
Aaron Nola ostenta la cifra de 55 chocolates en 58.0 capítulos, casi un hombre por entrada. Nola, además presume cinco triunfos, el segundo mejor en victorias, sólo por detrás de Ranger Suarez, quien este año, lo hemos subrayado, está fuera de Liga. Suárez no se queda atrás, el venezolano suma 58 ponches en 59.0 innings.
Él y los Phillies ponen a soñar a toda una afición que es de las más entregadas, lo cual también es una clave que destacar, una fanaticada que los apoya incondicionalmente y que ansía la conquista del Clásico de Otoño.