Hay montaña de nuevo en el Tour de France. Los últimos 50 kilómetros de la jornada tendrán rampas de segunda, tercera y primera categoría.
La carrera pasará por el macizo central francés en el tramo final. La primera cuesta será la de Néronne de segunda, camino al de Puy Mari de primera y exigente a 1.589 metros sobre el nivel del mar.
Vendrá un descenso para volver a subir hasta Pertus, también de segunda, camino al último, de tercera en la meta de Le Liroan.
La etapa tiene fuga con Richard Carapaz y otros nueve pedalistas a dos minutos del lote de los líderes.