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La segunda parte del documental "Lance", en frases

La serie ESPN 30 For 30 entregó el último capítulo de su especial sobre el exciclista norteamericano Lance Armstrong, quien reveló más detalles de su caída por dopaje.

Presentamos un resumen en frases con lo mejor de este episodio.

Fundación Livestrong
“Es injusto decir que usé a Livestrong como escudo. La organización fue legítima. Hicimos muchas cosas buenas. Admito que usé al cáncer como escudo, de forma ocasional que es una idiotez. En retrospectiva, el ciclismo y el cáncer debieron ir por separado”.

¿Qué sentiría si su hijo le dijera que quiere tomar drogas para mejorar el rendimiento?
“Si Luke, como jugador universitario de fútbol americano, me dijera que le gustaría probar o estuviera decidido a probar, le diría que es una mala idea. Está en primer año de la universidad, sería distinto si estuviera en la NFL. Pero en este momento de su vida, no vale la pena”.

Pelea con Greg LeMond
“Idolatraba a Greg LeMond. Cuando ganó el Tour de Francia en 1989, de forma tan dramática, fue el mejor triunfo de la historia. Lo digo ahora, en serio. Nada se le acerca. Para mí fue muy inspirador verlo. Y fue cuando pasé del triatlón al ciclismo, fue el momento perfecto para mí. Me apoyó los dos primeros años. Luego se hizo pública mi relación con Ferrari. Greg LeMond hizo comentarios del tipo "es una historia increíble o es el mayor fraude de la historia", cosas muy duras”.

¿En cuanto al trato con la gente, ¿qué fue lo peor que hizo?
“Tal vez, la forma en que traté y hablé de Emma O'Reilly (masajista del US Postal). Eso fue, tal vez, lo peor. En mi mente tenía una versión de los hechos. Lo hice porque fui un idiota que se vio atacado. Por eso lo hice. Habría dicho cualquier cosa”.

Dopaje y mentiras
“Nadie usa sustancias y dice la verdad. No lo hace. La única forma de drogarte y ser honesto es que nadie pregunte, lo cual no es realista. Apenas alguien te pregunta, mientes. Ahora, puede ser una mentira porque respondes una vez. O en mi caso, pueden ser miles de mentiras porque respondí miles de veces. Y luego, vas un paso más allá y lo refuerzas. Y, "vete al diablo. No me vuelvas a hacer esa pregunta".

Luego demandas a alguien y por eso se hizo cien veces peor. Porque todos mentimos”.

Regreso al ciclismo
“Verano del 2008, estaba aburrido. Por algún motivo, comencé a entrenar mucho más. Estaba en forma y pensaba, "se siente bien". Miré el Tour y Carlos Sastre ganó el Tour de Francia. Dios mío, ¿Carlos Sastre? Mirando desde casa en 2008 decía, "no merece ser campeón. Si él puede ganar, yo puedo volver y ganar"

Jean-Marie Leblanc me escribe una carta abierta pidiéndome que no volviera. Fue el director más emblemático del Tour. Conocía las reglas del juego. Lo leía petrificado.

Me entusiasmó por un tiempo, pero pronto se puso raro. Volví al equipo de Johan Bruyneel.

Pero el equipo que dirigía en ese momento era de Kazajstán, patrocinado por Astana, la capital, y era una mezcla de kazajos y españoles. Fui al campo de entrenamiento en España y pensé, "esto es lamentable".

¿Cuando mentía así, que sentía al mirarse en el espejo?
“No hay problema. No lo justifico ni lo defiendo, pero no era un problema. Porque era parte de,...estaba tan acostumbrado, era parte del juego. Y te vuelves inmune. Es una locura decir eso, pero es la verdad”.

Su caída
“Estaba en Hawái haciendo la mitad del triatlón Ironman. Hago la carrera. Vuelo a Francia, para Ironman Francia. Estaba en la casa que alquilamos y me llama Pat McQuaid. (Presidente UCI 2005-2013) Dijo que Jonathan Vaughters (excompañero) se había comunicado con él y le dijo 'Pat, mañana te espera una sorpresa'.

McQuaid me llamó y me di cuenta. No le había prestado atención. Pero parece que algo sucederá. Y al día siguiente, explotó.

Días después, la organización de Ironman me dijo que no podía correr. Así que nos volvimos a casa. Todo se cayó en 48 horas. No cambiaría nada. Ahora trabajo por mi cuenta”.

Su amistad con Jan Ullrich
“Fui a ver a Jan Ullrich porque lo aprecio. Era la persona más importante de mi vida. Nadie me asustaba, nadie me motivaba. Los demás competidores, con todo respeto, ninguno me quitaba el sueño. Él sí. Y está muy mal. Cuando veo la situación de Jan y mi situación porque son muy similares, en un momento similar, él tenía todo lo que yo tenía. Una esposa, hijos, dinero y eso no bastó para mantenerlo sano.

Esto se lo hizo el maldito deporte. Y la prensa lo permitió. Italia glorifica a Ivan Basso, lo idolatra, le da trabajo, lo invita a las carreras, lo lleva a la televisión. Él no es distinto a nosotros. Pero deshonran a Marco Pantani, lo destruyen en la prensa, lo expulsan del deporte y él muere. Está muerto.

Alemania idolatra a Erik Zabel, Rolf Aldag, les dan trabajos, los invitan a la tele, a las carreras, los suben al podio. Pero deshonran, destruyen y le arruinan la vida a Jan Ullrich. ¿Por qué?

Estados Unidos idolatra y glorifica a George Hincapie. Lo invitan a carreras, le dan trabajo, compran sus cosas y a mí me humillan y me destruyen”.

Lo que sigue en su vida
“En cuanto a cómo me comporté como líder de un deporte, líder de una causa, líder de esas comunidades…imperdonable, una conducta inapropiada. Me aproveché de mi posición y de eso me arrepiento y desearía poder cambiarlo. Deseo haber sido una mejor persona. Todo lo que puedo hacer es pedir perdón y seguir adelante. Y espero que otros también lo hagan.

Todo se resume a qué tan bien puedes dormir. ¿Tienes paz interior? Yo sí”.