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Norris tiene que elegir: ¿quiere ser campeón de F1 o amigo de Verstappen?

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Verstappen y Norris se declararon la guerra en Austria (9:32)

Toque en pista, abandono del inglés y quinto lugar para el neerlandés en la 11ª fecha de F1. George Russell fue el ganador. (9:32)

Norris aprenderá, seguramente a la mala, que Verstappen no tiene más amigos que los trofeos que acumula y que en la pista o le pone un alto o sus lamentos serán una tonada semanal.


Lando Norris muy pronto va a tener que elegir entre si quiere ser campeón de la Fórmula 1 o si desea ser amigo de Max Verstappen.

En el Gran Premio de Austria, no vimos el primer capítulo de la película Lando vs Max, porque ya llevan media docena de carreras en una, hasta entonces, sana rivalidad sin culpas que repartir ni autos que reparar. Lo que sí vimos fue la primera escena violenta y de esas pueden venir muchas más.

Lando Norris tiene hoy en sus manos el auto más rápido de la parrilla, lo sabe y quiere, por primera vez en su trayectoria en la F1 capitalizarlo en un campeonato del mundo y no es iluso en creerlo.

Ahora mismo son 81 puntos los que lo separan de Max Verstappen, pero restan 13 carreras en el calendario. Muchos puntos por disputar, muchos Grandes Premios donde puede pasar cualquier cosa, pero antes que pensar en ser campeón, Norris debe meterse en la cabeza que no lo será si sigue ‘respetando’ a su amigo neerlandés.

El incidente de Austria que no sólo fue el desenlace de la vuelta 64, donde Verstappen sin auto para defender la velocidad del McLaren de Norris, cerró la puerta y provocó el abandono del inglés y su caída del primero al quinto puesto en la clasificación final.

Tal vez, Lando espera que Max le mande un ‘Whatsapp’ con un emoji apenado que le pida perdón, que tras ello se queden de ver en su cafetería preferida en Mónaco y ahí vuelvan a ser más amigos que George Clooney y Brad Pitt.

Incluso es probable que esto pase y los veamos llegar juntos al paddock del Gran Premio de Gran Bretaña. Lo que sí no va a suceder es que Max Verstappen regale nada a nadie dentro de una pista real o virtual de SIM Racing.

Verstappen es un depredador, un destripador no le regalaría una victoria ni a su papá (tal vez es el peor ejemplo, porque sería al primero que no le regalaría ese gusto).

El único amigo verdadero de Max es Verstappen, es decir, él mismo. Este tricampeón del mundo no conoce la misericordia y hace muy bien, porque en la pista no hay amigos.

Obviamente que a Max le caen bien los pilotos simpáticos que trabajan armónicamente con él como Sergio ‘Checo’ Pérez o los que son de su edad y le ganan muy, pero muy de vez en cuando. Pero cuando aparece uno que tiene las herramientas, el equipo, el coche y el talento para desafiarlo cada semana, será igual de rudo que ha sido siempre.

Andrea Stella, team principal de McLaren, se quejaba amargamente, no sin razón, de que la FIA, organismo cuyos criterios están ligados a intereses, simpatías y pasaportes, ha dejado crecer el ‘monstruo’ llamado Verstappen al no castigar sus acciones peligrosas cuando se ha empecinado en no perder una carrera o posición.

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3:06
¡Verstappen y Norris se tocaron en Austria!

El inglés se tiró a pasar al neerlandés y terminó en choque, retraso de Max y abandono de Lando.

En los últimos tres años, Verstappen no ha tenido mucha necesidad de salirse del reglamento o de manejar violentamente, pero en 2021 lo hizo con Lewis Hamilton y lo que era una ríspida, dura, apretada lucha por el título se convirtió en una acre disputa llena de animadversión y descalificaciones.

Checo Pérez le puede contar a Lando Norris que se puede esperar de Max Verstappen cuando de fraternidad y reciprocidad se trata.

Ahora, Max hace bien en correr sólo para él. El que quiera ser campeón de F1 debe morderlos a todos, comérselos a todos y luego festejar que los tiene a todos debajo de sus pies.

Verstappen es despiadado y si Norris quiere empezar a ganarle carreras, que luego se traduzcan en posibilidades de ganar el título de la Fórmula 1 en 2024 o 205 debe empezar por perder el respeto a Max y ponerle un ‘estate quieto’.

Lando debe aplicar la Ley del Talión, ojo por ojo, y metro por metro. Nadie le va a arrebatar con caricias el hueso de la boca a Verstappen.

El que piense en una lucha limpia, pero dura. Fuerte, pero noble. En un perdedor conforme y aplauda al ganador que lo busque en alguna fábula infantil, en la F1 los únicos amigos son los trofeo en las vitrinas.