Alonso, quien sustituye al británico Jenson Button como piloto titular de la escudería Renault tras un año como probador, es consciente de que se le va a exigir mucho, pero prefiere no prometer nada más por el momento.

"Sé que ahora estoy en un equipo grande y me enorgullece, pero todavía queda mucho camino por recorrer y no puedo garantizar más que trabajo, aunque si es cierto que pienso que las cosas pueden salir bien este año", apuntó.

Considerado, a sus 21 años, como uno de los pilotos con más futuro del circo de la Fórmula Uno, Alonso siempre ha rechazado el cartel de sucesor del alemán Michael Schumacher que algunos le han querido colgar.

"Cuando oigo estas cosas, me entran por un oído y me salen por el otro. Este deporte es uno de los más competitivos que existen. Si en la Fórmula Uno ni siquiera sabes qué vas a hacer el año que viene, imagínate pensar en algo así a largo plazo", señaló.

De momento, el asturiano ya ha dado el salto de calidad que buscaba, después de un año al volante de un Minardi y otro como probado en su actual equipo.

"Con Minardi el objetivo prioritario era acabar las carreras y aquella experiencia me sirvió para coger experiencia. En Renault, en cambio, se me exigirán resultados, y eso es algo que me gusta", manifestó.

El piloto español se entrena desde el lunes en el Circuito de Cataluña, donde ha tenido la primer toma de contacto con su monoplaza. Sin embargo, no será hasta finales de enero cuando pruebe, en el circuito de Paul Ricard, el coche que conducirá la próxima temporada.

Mientras tanto, Fernando Alonso y ha empezado a codearse con los Mercedes-McLaren, los BMW-Williams y los BAR-Honda, que esta semana también han puesto a prueba sus monoplazas en el circuito barcelonés.