Jaguar no ha explicado los motivos de la rescisión del contrato de Lauda, aunque todo parece indicar que el séptimo puesto obtenido por la escudería, propiedad de Ford, en el último Mundial de Constructores no ha sido en absoluto satisfactorio para la dirección de la empresa.

Richard Parry-Jones, vicepresidente de Ford y máximo responsable de la división Fórmula Uno del grupo empresarial, indicó que a Lauda se le ha ofrecido un puesto como "asesor especial" suyo y que confía en que el austriaco acepte. Parry-Jones pretende cubrir el puesto vacante de Lauda con la máxima celeridad por razones operativas.

El propio Lauda se mostró hoy "sorprendido" por su despido "de la noche a la mañana", según comentó a la radio pública austriaca ORF. El austriaco, de 53 años, dijo que la escudería de Fórmula Uno de Jaguar será dirigida en el futuro por un equipo de ingenieros británicos con el inglés Tony Parnell a la cabeza.

"Quieren que la dirección futura se base en ingenieros. Como no soy ni ingeniero, ni inglés, no me ha sido difícil aceptar", dijo. Sin embargo, reconoció haber quedado sorprendido por la decisión de Jaguar. "Nunca oí crítica alguna a mi trabajo, ni a mi persona, por lo que no esperaba una decisión así de la noche a la mañana. Pero esa es la manera que tienen los ingleses de hacer las cosas".

"Así es en Inglaterra: sierran la pata hasta que se rompe. Aparentemente no he fallado en nada, pero quieren otro nivel con una dirección técnica", subrayó Lauda, tras mostrarse "decepcionado" de no poder cosechar el fruto de su trabajo.

Hace quince meses, Lauda firmó contrato por dos años, ampliable, con la escudería británica que le había ofrecido su amigo Wolfgang Reitzle, presidente de Jaguar, tras remodelar su equipo.