A develar todas las incógnitas

En Melbourne con el GP de Australia se inicia el Campeonato del Mundo que se presenta repleto de incógnitas debido a la nueva reglamentación y a la posibilidad de que llueva el sábado y el domingo

LOS DOS RIVALES
Juan Pablo Montoya adelante, Michael Schumacher detrás. ¿Será posible en el 2003, o todo seguirá igual?
MELBOURNE -- El Gran Premio de Australia con el que este fin de semana se inicia el Campeonato del mundo de Fórmula Uno, se presenta pleno de incógnitas, debido a la nueva reglamentación y a la posibilidad de lluvia el sábado y el domingo.

En buena lógica los Ferrari del alemán Michael Schumacher y del brasileño Rubens Barrichello, debían ser los favoritos en una carrera en la que ha vencido el primero los tres últimos años, pero que con tantos componentes nuevos puede ocurrir de todo.

De momento en la jornada de mañana viernes se podrá ver a los pilotos emplearse a fondo en la sesión de clasificación para establecer el orden de la salida de la del sábado y este será el momento de la verdad del Gran Premio de Australia.

Mañana en la sesión de clasificación, en la que todos los coches saldrán con la gasolina mínima para dar su vuelta lanzada, se podrá comprobar si Ferrari sigue contando con el gran margen que tenía el pasado año, si el colombiano Juan Pablo Montoya es capaz de batirlos con el nuevo Williams, o si Fernando Alonso (Renault), que saldrá de los últimos aprovechará la oportunidad de situarse entre los primeros.

Pero a partir de este punto la incógnita de lo que pueda suceder en el Gran Premio será muy grande, porque ya nadie podrá saber que carga de gasolina llevarán los coches el sábado, al no poder repostar para la carrera, que pueden originar diferencias de más de un segundo.

Los equipos, ni los pilotos, van a decir en que condiciones han rodado y sus tiempos, siempre serán juzgados excelentes y si encima llueve a mitad de la sesión, los últimos pueden ser los primeros al haber conseguido sus tiempos con la pista seca.

El domingo las primeras vueltas de la carrera serán también desconcertantes y los cambios en la clasificación continuos, a medida que se vayan deteniendo los coches a repostar.

El no poder repostar entre los entrenamientos del sábado y la carrera del domingo y el no poder tocar el coche, hará que los equipos débiles intenten buscar su minuto de gloria para atraer a los patrocinadores y salir con un mínimo de gasolina, para ocupar los primeros puestos de la salida y liderar la carrera durante un par de vueltas.

Los Grandes Premios pueden parecerse a las carreras ciclistas cuando conecta la televisión, que es el momento en que comienzan a producirse las escapadas, con el único objetivo de salir en la pequeña pantalla y contentar así al patrocinador, con la seguridad de que nunca podrán culminarla.

Pero una vez que pase el factor sorpresa de las primeras carreras, al final las grandes escuderías y los grandes pilotos terminarán por imponer su ley y quizá se haya complicado todo demasiado, se haya quitado, sobre todo, emoción a la sesión del sábado, para que al final el resultado sea el mismo.

- EFE

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jueves, 06 de marzo
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